Cañones de plaza-Tarragona (Port)

Buenas tardes apreciados amigos, hoy por el paseo marítimo en Tarragona encontramos este cañón, y como todo aquí tiene su historia aquí va.

DESCRIPCIÓN: formado por una sola pieza de hierro fundido. A diferencia de otros cañones, los de este tipo, no tenían recámara y se tenían que cargar desde la boca. La carga de pólvora, a veces se envolvía en un cartucho de tela, se vertía con la cuchara de la pólvora al fondo del cañón, después se colocaba un taco de fieltro que se empujaba hasta el fondo con una pieza llamada atacador. El fieltro tenía la doble función de asegurar la carga en la cámara y mantenerla seca hasta el momentos de su uso. A continuación se hacía rodar la bola por el ánima del cañón. El proceso de disparar era el siguiente: una vez se recibía la orden del artillero mayor, se limpiaba la cavidad de carga para efectuar el disparo con un punzón y se colocaba una carga de pólvora. El arma se orientaba a derecha o izquierda con la palanca de orientación situada en la parte de atrás de la cureña. Finalmente, el artillero aplicaba un botafuego encendido en la cavidad de carga y el cañón se disparaba. Más tarde se utilizaron también como munición balas de hierro y granadas. Éste tipo de cañones estuvieron en uso en Europa hasta el año 1827.

FECHA: Finales del siglo XVIII.

HISTORIA: Los tres cañones formaban parte de un conjunto de 12 que originariamente se encontraban en los fuertes que rodeaban la ciudad. Cuando estos fueron desmantelados para la construcción del ensanche, se cedieron al puerto donde se utilizaron como noráis para amarrar los barcos. La memoria del Puerto correspondiente al año económico 1875-1876 cita, dentro del capítulo dedicado a las obras de conservación, que se habían colocado como noráis dos cañones de hierro extraídos por la draga: “Se han levantado y vuelto a colocar de nuevo otros cuatro cañones noráis que habían sido movidos y sacados de línea por los buques”. En los años cincuenta, cuando el dique transversal se transformó en muelle, el actual muelle de Reus, los cañones fueron trasladados a los almacenes portuarios de la Pedrera donde permanecieron hasta la década de los setenta, y algunos de ellos fueron instalados en el paseo arqueológico como parte del conjunto monumental. Las cureñas de madera fueron construidas posteriormente según los documentos de la época conservadas en el Servicio Histórico Militar de Madrid y en el año 2014 se restauraron en los talleres del Centre d’Estudis Maritims i d’Activitats del Port de Tarragona.

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