Una historia sencilla
En enero del año 2011, Leila Guerriero viajó hasta un pequeño pueblo del interior de Argentina para contar la historia de una competencia de baile folklórico: el Festival Nacional de Malambo de Laborde. El malambo es un baile tradicional entre los gauchos argentinos y el festival termina con la coronación de un campeón. Para resguardar el prestigio del certamen, los campeones han hecho un pacto: una vez que ganan, ya no pueden volver a presentarse en otra competencia. La segunda noche, Guerriero vio a un bailarín que la dejó paralizada, Rodolfo González Alcántara, y decidió contar su historia. El resultado es esta crónica repleta de suspenso y plagada de personajes entrañables en la que González Alcántara cobra las dimensiones de un gladiador trágico. Este libro cuenta la más difícil de las épicas: la épica del hombre común.
«Sus reportajes no se leen, se devoran» (Benjamín Prado).
«El periodismo que practica Leila Guerriero es el de los mejores redactores de The New Yorker, para establecer un nivel de excelencia comparable: implica trabajo riguroso, investigación exhaustiva y un estilo de precisión matemática» (Mario Vargas Llosa).
«Es un paseo por la vida, el sufrimiento, la callada desesperación, el sudor, la temida frustración, la solidaridad, la gloria. Gloria efímera que se lleva cada año el campeón de malambo, baile folclórico, en el Festival nacional de Laborde... Esta brillante autora reina con prosa de rizo electrizante en el género de la crónica narrativa» (Jesús Ruiz Mantilla, El País).
«Una narradora formidable que no necesita de la ficción para construir historias verdaderas que parecen de mentira… Un libro complejo: cómo un gaucho que baila malambo es comparado al gladiador o al atleta de elite. Cómo con poco la escritora cuenta tanto» (El Periódico - Dominical).
«Desentraña el misterio de ese fenómeno de masas que mueve a miles de jóvenes –de clase humilde– a sacrificar su tiempo, su régimen alimenticio, su fortaleza física, e incluso su precaria economía para participar en ese certamen en el tórrido verano austral… Pese a lo particular de lo narrado, la historia trasciende del localismo para adentrarse en ese lugar común en que se ha convertido el concepto de la condición humana. Leila Guerriero es una maestra en estas lides, tal y como lo ha demostrado en otras obras como cronista» (Cayetano Sánchez, Canarias 7).
«Al leer el argumento pensé que no me iba a interesar: por lo recóndito, por lo lejano, por lo extraño. Pero esta historia te captura desde el primer momento… Una obra emocionante, entre el reportaje y la novela, conmovedora, y extrañamente cercana. Porque los personajes que la pueblan tienen algo de lo que fuimos alguna vez, algo de lo que aún queda en muchas familias, algo de lo que muchos desearían tener. Una grata sorpresa» (Antonio Martínez Asensio, Blog Tiempo de Silencio en Antena3.com).
«Fascinante… Los lectores de Leila Guerriero reconocemos en Una historia sencillalo mejor de su repertorio como cronista, pues primero nos descubre un secreto, luego nos presenta a los guardianes del secreto y finalmente nos demuestra que aquel secreto –como la carta de Poe– siempre estuvo a nuestro alcance» (Fernando Iwasaki, El Mercurio, Chile).
«Una crónica deslumbrante sobre un concurso de malambo, una danza tradicional de Argentina… Lean este magnífico libro. Se trata, como reza su título, de una historia sencilla sobre un hombre común. Nada más ni nada menos