Prospectiva

in #historia6 years ago

Prospectiva

  1. Definiciones Conceptuales

Se entiende por prospectiva el conjunto de estudios que se llevan a cabo sobre un tema o situación particular, a modo de determinar lo que ocurrirá de forma anticipada. Prospectiva también es un adjetivo que se relaciona con el futuro
Etimológicamente prospectiva viene de la palabra prospectus, que significa “mirar hacia adelante”. La prospectiva como disciplina intelectual surge en Francia, por iniciativa de uno de sus creadores, Gastón BERGER, en 1957 (1). Esencialmente nos permite visualizar el futuro y actuar en el presente. La prospectiva no pretende adivinar la ocurrencia de un hecho (óptimo o pésimo) sino que busca reducir notablemente la incertidumbre en torno a su ocurrencia, con sus potentes “faros anticipatorios” iluminado con ello las acciones que se deben tomar en el presente.
La prospectiva, por lo tanto, no sólo pretende conocer el futuro de manera anticipada sino, fundamentalmente, diseñarlo y construirlo colectivamente en forma participativa.GODET, Michael. De la anticipación a la acción. Manual de prospectiva Estratégica. 1998.
Además, la prospectiva no concibe el futuro como realidad única, sino como realidad múltiple; considerando que existen “futuribles” o futuros posibles, tal como lo planteara Bertrand DE JOUVENEL. DE JOUVENEL., Bertrand. El arte de prever el futuro político. Rialp, Madrid, 1966.

  1. Fundamentos conceptuales

La prospectiva involucra dos términos clave: la anticipación, que alude al concepto clásico, y la construcción del futuro, que representa un concepto más contemporáneo12. Etimológicamente, prospectiva es afín a los vocablos latinos prospicere o prospectare, que expresan la idea de mirar mejor y más lejos aquello que está por venir. Esta es la esencia de la anticipación, disciplina que no ha perdido vigencia, pero que se ha visto enriquecida por el nuevo concepto (Medina, 2011a).

A continuación, se describen sus diferencias y complementariedades. Ante todo, según Gastón Berger (1957 y 1964), la prospectiva es una actitud. En ella prima la metáfora de la visión, se trata de generar una visión de futuro con cinco características básicas: i) mirar mejor (una visión de futuro de alta calidad); ii) mirar más lejos (una visión a largo plazo, es decir, más allá de diez años); iii) mirar de manera amplia, o sea, de forma sistémica; iv) ver con profundidad, de modo que se pueda trabajar con investigación y fundamentos sólidos, con sustentación y rigor en la información y el conocimiento de que se alimenta la toma de decisiones, y v) también ver distinto, con nuevas ideas y con los riesgos inherentes a lo nuevo, a la ruptura de los hábitos, así como proponer nuevas formas de pensar o nuevos conceptos en que la sociedad no había
pensado antes.

En la actualidad esos riesgos están presentes en decisiones tales como el desarrollo de nuevos sectores económicos, el diseño de nuevas infraestructuras, el cambio del patrón de especialización de un territorio, o la creación de nuevas ramas de la ciencia y la tecnología. O bien, riesgos propios de la reorganización de situaciones conocidas, por ejemplo, la modernización del Estado, las reformas institucionales, el desarrollo de plataformas o infraestructuras existentes, entre otros.

Por otra parte, para Bertrand de Jouvenel (1967), la anticipación es la exploración de los futuros posibles, probables y deseables. Desde este punto de vista, la prospectiva puede entenderse como un proceso intelectual por el que se representa lo que puede suceder, o sea, los futuros posibles. Pero también permite identificar los futuros que tienen mayores probabilidades de acontecer, o sea, los futuros probables, e incluso los que se desea que ocurran, es decir, los futuros deseables. Los futuros posibles y probables se determinan al percibir la realidad de manera objetiva e intersubjetiva. Los futuros deseables responden a la proyección subjetiva de los anhelos, temores, deseos e intereses de los actores sociales. Por consiguiente, la prospectiva no se limita a una actividad de pronóstico que busca visualizar principalmente los hechos más probables; se trata de una acción abierta que diseña múltiples caminos hacia el futuro (Gomes de Castro y otros, 2005).
La anticipación implica horizontes de pensamiento de largo plazo, lo que por lo general se entiende como diez años hacia adelante. Un decenio sería un horizonte temporal normal en las decisiones públicas en temas como energía, medio ambiente, educación, infraestructura, seguridad social y otros. En ese lapso de tiempo se expresan en forma tangible las consecuencias e impactos de las decisiones que se toman hoy.

. Futuros posibles, probables y deseables.

Los futuros posibles Exploran alternativas mutables, sujetas a incertidumbres y rupturas o
discontinuidades
Los futuros probables o esperados Son resultado del análisis de tendencias y de extrapolaciones de “datos” del
presente.
Los futuros deseables o preferidos Reflejan la expectativa de atención de las demandas actuales de la sociedad, de políticas de gobierno, de estrategias empresariales, entre otras, que se expresan
por medio de las metas o valores de los actores sociales.

. Tipos de prospectiva

Concepto Descripción Utilidad
Prospectiva exploratoria, sistémica o cognitiva Consiste en un ejercicio que explora los futuros posibles a partir del análisis del pasado (retrospectiva), la identificación de las tendencias pasadas de evolución y de un análisis del presente en la determinación de los factores de cambio y los hechos portadores de futuro. Permite detectar las tendencias y contratendencias de evolución, identificar las continuidades, las rupturas y las bifurcaciones de las variables del entorno (actores y factores), así como determinar el abanico de los futuros posibles. Facilita el
reconocimiento de los desafíos en juego.
Prospectiva estratégica, normativa o programática El ejercicio de prospectiva pretende definir el recorrido que permite alcanzar el objetivo deseado, ya sea a partir del presente hacia el futuro, o del futuro hacia el presente. La estrategia se concibe en su sentido “militar”, como el ejercicio de determinar los recursos disponibles y elegir los medios que se deben emplear en función del objetivo de que se
trate. Se orienta principalmente a la preparación de la toma de decisiones. Permite construir visiones de futuros deseables, elaborar estrategias colectivas y lógicas de intervención posibles y, a partir de esto, mejorar la calidad de las decisiones.

Dentro de la escuela francesa, Michel Godet (1994 y 1997) ha sido el autor más representativo que ha planteado la necesidad de ir más allá de la anticipación, en tanto observación del futuro. Para Godet, la esencia del proceso prospectivo radica en un conjunto de tres elementos que denomina el “triángulo griego”, conformado por la anticipación, la apropiación y la acción. La anticipación equivale en la práctica a la producción de imágenes de futuro, por lo general mediante el método de los escenarios; la apropiación es el proceso de interlocución con los actores sociales, para compartir las imágenes de futuro por parte de un grupo social, usualmente con métodos que estimulan las conversaciones estratégicas entre actores sociales, la participación y la comunicación pública. Entretanto, la acción tiene que ver con la puesta en marcha de un plan o programa que traduzca las imágenes de futuro en hechos reales.
Sin embargo, aunque el argumento principal de Godet se basa en ese “triángulo”, su obra se ha centrado primordialmente en la anticipación y la acción, dejando un tanto de lado la apropiación y los aspectos socioculturales y sociopolíticos concomitantes. De ahí que la práctica de la prospectiva en América Latina haya puesto de relieve la necesidad de completar el planteamiento de Godet con el concepto de aprendizaje. De este modo, el triángulo griego se convierte en un ciclo de trabajo permanente17.
Ahora bien, el sentido contemporáneo de la prospectiva, basado en la idea de la construcción de futuros, agrega a lo anterior algunos factores clave18. En primer lugar, es importante tener en cuenta la impronta humanista fundamental de la disciplina, que consiste en pensar en la supervivencia y la trascendencia de la especie. Además de generar una visión de futuro, se busca desplegar la capacidad de la sociedad de convertirla en un proyecto viable. Una visión de futuro identifica a dónde se pretende llegar, pero también señala cómo recorrer el camino. Al elaborar una visión de futuro, una sociedad establece la cuota inicial de un proceso de cambio, pero el sendero a transitar depende de sus capacidades sociales, técnicas y políticas a ese efecto. Por tanto, la construcción de futuros añade la necesidad de abordar el desarrollo del potencial humano para convertirlo en capacidad, un aspecto fundamental para América Latina19.
En segundo lugar, está la diferencia entre colonización y construcción de futuros. La colonización del futuro implica valerse de la anticipación para llegar primero, y con ventaja sobre los demás20. En cambio, según Masini (2000 y 2013), construir socialmente el futuro significa crear consensos y considerar la interdependencia que tienen todos los habitantes en un territorio, valorar los bienes públicos y pensar en términos de una ética común sobre el futuro. De este modo, la visión puede ser compartida y facilitar acuerdos vitales para la sociedad. Se trata de gestar acuerdos sobre lo fundamental, centrados en un mínimo común que sea inteligible para todos los sectores de la sociedad (Angulo y otros, 2000).
En tercer lugar, desde el punto de vista de la construcción del futuro, se evoca la capacidad de auto transformación para ampliar las opciones de la sociedad. Una sociedad que siempre hace lo mismo no puede generar alternativas. Repite su pasado sin agregar nada nuevo y se queda estática, viendo cómo se amplían las brechas del desarrollo frente a las corrientes de transformación internacional. Mediante la construcción de futuros se pretende sintonizar la historia y la tradición con las nuevas realidades. Asimismo, si una sociedad no se transforma, sufre las consecuencias de los cambios externos y las determinaciones que se toman en algún centro de poder e interés del mundo. Al ampliar sus opciones, la sociedad es más libre y recupera su margen de maniobra para decidir acerca de su propio futuro.

Como bien señala Eleonora Masini (1994), “construir el futuro” implica dar un paso adelante respecto a la anticipación. Esto se debe a que, además “de la voluntad de actuar, añade la necesidad de tomar conciencia y crear habilidades para definir y proyectar el futuro en la dirección de los objetivos deseados”, éticamente compatibles con un desarrollo humano y sostenible de la humanidad. Construir el futuro implica llevar a cabo procesos educativos y de transformación cultural, a la vez que se realizan ejercicios de anticipación. Según Masini (1994), en el siglo XXI es de vital importancia mirar hacia adelante. Prever es un deber moral, dado por la responsabilidad que tiene cada persona con relación al mundo. Educarse a sí mismo y a los otros para el futuro significa ir más allá de las ganancias personales y considerar las consecuencias que los eventos y acciones presentes tendrán a mediano y largo plazo para los seres humanos que no han nacido, quienes tienen derecho a vivir con salud y justicia (Masini, 2013).

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Bibliografía:
https://www.zonaeconomica.com/definicion-de-prospectiva
• Autor: T. TIto A. Hernandez T - Atralntic International University - Honolulo, Hawai- 2006
http://senaprevios.com/wp-content/uploads/2017/instrutivos/doc-bases-conceptuales-y-teoricas-prospectiva-y-vigilanica.pdf

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