La felicidad.
La felicidad es a veces como los lentes
“Los buscas, los buscas y te cansas de buscar y resulta que los llevas puestos”
La felicidad debe nacer de tu interior, no al lado de nadie
Para alcanzar la felicidad, en primer lugar, debemos estar en paz y a gusto con nosotros mismos. A partir de ahí podremos propiciar este estado en todo aquello que emprendamos
La felicidad puede construirse de muy diversas formas.
Ya sea en soledad o al lado del ser amado, esta emoción positiva y gratificante parte siempre de un lugar muy específico y casi mágico: nuestro cerebro emocional.
Por este motivo debemos tener claro un aspecto esencial: estar junto a alguien que queremos es algo maravilloso pero, en ocasiones, incluso teniendo a nuestro lado las mejores personas del mundo, “Si no estamos bien con nosotros mismos, la felicidad completa nunca será posible”.
El bienestar, el equilibrio y la alegría deben nacer siempre de nuestro interior. La paz de nuestro corazón sintiéndose bien con todo lo que somos y tenemos es el mejor camino hacia la felicidad, ya sea en soledad o en compañía.
Los invitos a reflexionar sobre ello.