Deliverys: Una loable labor en tiempos de cuarentena
Un oficio que anteriormente pasaba inadvertido, hoy toma especial protagonismo y se convierte en plausible, por el rol que juega y los aportes que brinda a la sociedad, en tiempos de crisis.
Estos jóvenes, hombres y mujeres, salen a las calles armados con determinación, arriesgando incluso su propia vida, para cumplir con la labor que se les ha encomendado. Con una mochila en sus hombros, llevan alimentos, medicinas y hasta productos de higiene o limpieza, desde los comercios hasta las puertas de los hogares, permitiendo así, que el mandato de cuarentena se cumpla cabalmente en la ciudad porteña.
Muchos medios de comunicación argentinos, los han catalogado como héroes sin capa, ya que a diario se exponen para evitar que muchas personas salgan de sus casas. Bien es sabido que las condiciones laborales no son las mejores, lo que convierte a esta labor en mucho más loable.
En bicicleta o en moto, recorren las calles de Buenos Aires, día y noche, no distinguen entre días de semana, feriados o vacaciones, trabajan arduamente y ahora con una gran responsabilidad sobre sus hombros.
Al inicio de la cuarentena obligatoria, el presidente de la Argentina, Alberto Fernández anunció una serie de trabajos o rubros que estaban exceptuados y que podrían seguir cumpliendo sus funciones, entre ellas, estuvo el servicio de delivery a domicilio. Son varias las empresas en la capital bonaerense que brindan este servicio, a través de aplicaciones móviles, entre ellas se encuentra PedidosYa, Glovo, Rappi, entre otras.
Durante la segunda fase de la cuarentena, el gobierno permitió la apertura de comercios que realicen solo ventas online, apoyándose una vez más en los deliverys para la entrega de los productos, tomando aun más preponderancia en la cadena económica, el trabajo que realizan estos chicos.
Importante eslabón para el desenvolvimiento de la cuarentena
Andrés Eduardo Correa Azocar un joven venezolano de tan solo 19 años de edad, todos los días sale presuroso de su hogar con su mochila y celular en mano a trabajar.
Asegura que a diario, en promedio realiza entre diez y quince pedidos, lo que representa la disminución de la circulación de esa misma cantidad de personas.
He allí la importancia de su trabajo, puesto que las decenas de viajes que ellos realizan significan la disminución de salidas de decenas de personas a las calles.
Muchos son los establecimientos de comida que no cuentan con servicio de delivery propio, por lo que obligatoriamente deben apoyarse en las aplicaciones para el envío de su mercancía, aunado a ello se les han sumado, las farmacias, supermercados, librerías y hasta tiendas de ventas de ropa y calzado, que solo tienen permitido las ventas bajo esta modalidad.
Situación similar ocurre en otros países del mundo, donde se ha dictaminado el confinamiento obligatorio y donde los gobiernos, han visto en el ejercicio de este oficio, una alternativa para cubrir las necesidades de los ciudadanos, pero en la mayoría de los casos, el escenario es el mismo, bajos sueldos y precarización de beneficios laborales
Robert Gutiérrez, otro joven venezolano que
recorre las calles de la Ciudad de la Furia pedaleando, señaló que a sus habituales herramientas de trabajo, han incorporado el uso de tapabocas y la constante utilización de alcohol en gel para la desinfección de sus manos.
“Ahora debemos ser mucho más cuidadosos que antes, tanto para la protección propia como la del colectivo” asegura.
Incluso deben cumplir ahora todo un protocolo de seguridad a la hora de retirar los pedidos en los comercios y a la hora de entregarlo a los clientes; por lo que corresponde preguntarnos, ¿Cuánto están aportando en este momento estos trabajadores y cuál es su verdadera retribución?
Ahora es un momento propicio para su reconocimiento, ya que ellos, junto a los profesionales de la salud, los de seguridad, transporte, alimentación y unos pocos otros, representan un eslabón importante para el correcto desenvolvimiento de la cuarentena.
Indudablemente son trabajadores anónimos que merecen no solo el reconocimiento público, sino más bien, reivindicaciones laborales, mejores condiciones para el trabajo, seguros reales que cubran sus necesidades, especialmente frente al riesgo que corren en la actualidad e indiscutiblemente incrementos salariales.
¡¡¡Felicidades!!!