El gran Derby de la cigüeña
Corre el año de 1926 los lugareños de Ontario en Toronto, Canada se enteran de una inusual competencia que se llevara a cabo, el patrocinador del evento el millonario abogado y financista Charles Vance Miller (1853–1926) quien al morir dejo en su testamento pagar 500.000 dólares a la mujer que tuviera más hijos en un periodo de 10 años comenzando a partir del año 1926 hasta 1936.
Las causas reales de organizar esta inusual competencia no están claras ni documentadas, muchos piensan que fue porque el Sr. Charles no tuvo hijos ya que nunca se caso, lo que significa que nadie heredaría su fortuna. Las reglas eran sencillas la ganadora seria la mujer que más hijos tuviera en un periodo de 10 años entre las fechas señaladas, en la competencia no incluía hijos fuera del matrimonio o hijos fallecidos.
La noticia corrió como pólvora por todo el pueblo era la primera vez que algo así ocurría, once fueron las familias que acataron el llamado de los cantos de sirenas por ganar el premio. El tribunal de Toronto dio validez a la clausula en el testamento del Sr. Charles Miller y fue garante de que su última voluntad se cumpliera con las reglas establecidas.
Fueron pasando los años y cada mujer que competía por el premio fue trayendo al mundo temporada a temporada un hijo en su etapa fértil para gestar, siguiendo al pie de la letra las reglas, al final en el año que termino el derby Schwartz, Susan y 6 señoras mas fueron descalificadas por cometer fraude al incluir hijos que no habías concebido.
Finalmente el año de 1936 llego y con él la conclusión de la competencia, William Edward Middleton juez designado por el tribunal de Toronto dio como ganadoras cuatro mujeres, cada una logro embarazarse y tener nueve hijos lo que significo un cuádruple empate. Las ganadoras fueron: Annie Smith, Alice Timleck, Kathleen Nagle e Isobel MacLean por lo que el premio fue dividió entre las cuatro recibiendo una cantidad de 125.000 dólares cada una.
Luego de la competencia las mujeres se alejaron del ojo público y comenzaron vidas nuevas, algunas invirtieron en negocios, casas nuevas y educación para sus hijos con el dinero ganado. La prensa de la época después de la competencia señalo que la ciudad volvió hacer aburrida y monótona, luego de la algarabía experimentada por la población en el Gran derby de la cigüeña.
Si te gustan mis artículos te invito a leer otros escritos que he publicado, déjame tu opinión en los comentarios. Gracias.