confeciones
Parte1 conocernos.
El día comenzó con la monotonía de los quehaceres de costumbre, la mañana transcurrió un poco lenta y desdeñada, con la esperanza, en mi cabeza, de que algo distinto pasara.
Sonó mi teléfono celular y era él, ese que puede estremecer tus sentidos con tan solo escribir unas palabras, y él que te deja sin aliento al escuchar su voz.
Esto inicia unas semanas antes donde solo el deseo se hacía presente y las oscuras perversidades de una persona pueden aflorar con solo leer unas entre líneas, a medida que la conversación fluía, todo tomaba su sentido.
Horas de conversación conllevan al descubrimiento y la planificación de cada momento, esta es una pareja de más de 5 años de relación estable, uno de ellos, quien tiene más edad, es quien me contacta por medio de una red social, al vernos nos gustamos de inmediato, el prospecto de persona lo más similar a lo que está buscando, ese que con solo verlo puedes decir “es tan bello…”, así es el, inmediatamente sobraron los motivos, he intercambiamos número de celular, de inmediato al obtener mi número, sin titubear, me contacta, dicho por el mismo, con un “hola lindo como estas”, y desde allí hasta hoy día.
Luego de hablarlo durante días llega el momento de vernos cara a cara, luego de una espera larga para poder tenerlo en frente para al menos poder verle y hablarle, y quizás poder sentir su aliento cerca de mí, un sábado de marzo, por la mañana toda se dio casi a la perfección.
-quieres venir hoy- en ese momento mi corazón da un vuelco al límite que casa sufro una arritmia cardiaca.
-claro, a qué hora???- sin espera, deseoso de una respuesta.
-en la tarde-
- perfecto rey me avisas-
Así la conversación transcurre natural como siempre hasta hacerse la tarde
-papi lo dejaremos para mañana temprano. Mi pareja anda dando muchas vueltas y no ha salido aun y ya es tarde- estas palabras me deprimieron un tanto, pero no demasiado, porque aún había un mañana.
-ok, bebe está bien-.