Concurso de escritura. Gana por escribir: Gracias.

Escribir en 500 0 600 palabras lo que significa poder relatar a otros nuestras vivencias, experiencias o sencillamente el sentir, es algo mágico y quiero hacerlo esta vez aprovechando el concurso, haciendo énfasis en el agradecimiento, agradecer que puedo escribir, que puedo establecer esa comunicación de alma, corazón y mente que se traduce en letras que fluyen expresándolo todo.

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Doy gracias por esas millones de neuronas que se conectan entre sí para que mi cerebro funcione y se me ocurran (algunas veces no se me ocurre nada) esas ideas que se replican como voces internas, en ese dialogo interior necesario para estar claros, en lo que debemos escribir y como hacerlo.

Doy gracias a esos 23 músculos que intervienen en mi escritura, algunos flexores, otros relajadores, pero que están allí activos y activados cuando el cerebro con sus neuronas generan la energía y los conducen, cuántas actividades biológicas deben ocurrir para que los músculos reciban la orden y permitan la escritura, ¿es magia verdad?

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Doy gracias a un órgano al cual se le atribuye la pasión y es importante al momento de escribir, el corazón, ese que palpita agitado con los recuerdos y emociones que son fuente de escritura y de expresión. Ese que ofrenda el ímpetu necesario para narrar, para contar.

Se necesita de sus contracciones, que la sangre bombee, que esa autopista de venas y arterias por donde nuestra vida transita este impecable y así al lograr la comunicación de corazón, mente, manos se obtiene el milagro: LETRAS. Una tras otra con sentido y sentimiento. ¿Es un sortilegio?

Doy gracias a esos miles de libros que han pasado por mis ojos desde mi niñez, cuando mi mamá a los 5 años que aprendí a leer puso en mis manos a El principito de Saint-Exupery y luego llego Neruda, Gibran, novelas de caballerías, las románticas, la mitología, en fin, el mundo.

Permitieron estos cercanos compañeros, estos sabios amigos, ampliar el léxico, el número de palabras, viajar a lugares remotos, a culturas infinitas, leer es vital para poder escribir, van acompañados; son un matrimonio infalible. Un libro es un maestro, y un ejemplo de que al colocar una palabra tras otra, puedes edificar una obra maravillosa, ¿parece un encantamiento, verdad?

Doy gracias a la tecnología de nuestro mundo actual, a la globalización que ha fluido con esta, ya que encontramos plataformas maravillosas donde expresarnos, comunidades de personas virtuales pero muy reales que las alimentan con sus saberes, pesares, cantares, sus fotos, y su escritura. Steemit es una de ellas, una iniciativa fabulosa. ¿Parece un embrujo?

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Te doy gracias a ti lector, si a ti, ese que ha dedicado sus valiosos minutos a leer lo que mis neuronas, músculos, y mi corazón en conjunto han querido expresar, a ti que conoces mucho de mí porque lo dejo en mis letras y tu ser lo capta. Y si sigues lo que escribo, ¿será un hechizo?

Magia, sortilegio, milagro cotidiano, encantamiento, embrujo o hechizo, todo a la vez, escribir nos conduce a ese mundo donde esas palabras sean sinónimas o no, se entrelazan con las verdades, las realidades. Y por último, a ti motivador @fandelkefir por permitirme 534 palabras escritas con todo mí ser. Gracias.