LA CAFETERA CAP V || LA REVELACIÓN ||

Un farol iluminaba la calle, la niebla había descendido desde las murallas de Hoogte convirtiendo la calle en un perfecto vado, un constante- TITITITI- se escuchaba desde la calle, Ana levantándose, apagó la alarma, caminó hasta la cocina encendiendo una hornilla, colocó una tetera con agua a calentar,-odiaba el agua fría de su casa-.Encendió la radio subió el volumen y giró el dial se escucharon un par de canciones que alborotaban toda aquella calma, pasándola encontró la voz de un hombre, dejó la perilla quieta, se sentó y escuchó un tono que decía:- ¡A!-¡M! CENTER ¡ES!.. ¡NOTICIA! – la instrumental disminuyó y un hombre exclamó.

-EN HORAS DE LA MADRUGADA SE ENCONTRÓ EL CUERPO SIN VIDA DE ALEXIS GUZMAN, OFICIAL Y OPERADOR DE UN DE LAS CABINAS DEL 191, QUIEN AL PARECER SE QUITÓ LA VIDA EN HORAS DE LA NOCHE, TAMBIÉN FUE DETENIDO SU COMPAÑERO EL CUAL SE ENCONTRABA EN LA ESCENA JUSTO CUANDO LAS AUTORIDADES FUERON AVISADAS. SE INVESTIGA LAS CAUSAS DEL APAGÓN EN EL EDIFICIO.-

La olla tambaleando y silbando interrumpió la voz del hombre, ella tomando un paño, tomó la tetera y sacándola volvió a escuchar el hombre – UNA EXPLOSIÓN DE GAS CAUSÓ UN INCENDIO EN UN ESTABLECIMIENTO DE CIUDAD HOOGTE – ella se detuvo, colocó la olla en la mesa, mirando el radio escuchó atentamente la voz que explicaba, - A LA ALTURA DE LA CALLE 9 CON EL CALLEJÓN 103- ella, dedujo un par de segundos y luego dijo: -Mierda es el café donde estuve ayer… ¡EL CAFÉ!- callándose continuó escuchando al locutor.-FUE RESCATADA UNA SEXAGENAREA QUE SE ENCONTRABA DENTRO DEL LOCAL EN EL MOMENTO DE LA EXPLOSIÓN, LA ANCIANA AL PARECER ES LA PROPIETARIA; SIN EMBARGO LAS AUTORIDADES INFORMARON QUE NO SE ENCONTRARON REFERENCIA A FAMILIARES NI CREDENCIALES EN SU ROPA, LA MUJER SE ENCUENTRA SIENDO ATENDIDA EN ESTOS MOMENTOS- El hombre se detuvo e hizo un énfasis en las siguientes palabras:

-SI USTED, LE CONOCE, PUEDE AYUDAR LLAMANDO AL 689-69-78 O VISITANDO EL HOSPITAL de BASSA; AHORA ESCUCHEMOS EL INFORME DE NUESTRA REPORTERA-la instrumental se escuchó, ella tomando la olla se retiró al baño, saliendo de la ducha y mientras se acomodaba pensó en la cara de la anciana robótica, pero: -Y el ¿chico? El chico ¿Seguro el irá al hospital? Podría encontrarle nuevamente,- dijo mientras se ponía su blusa.

No terminó de elucubrar cuando sonó el timbre, ella todavía sin zapatos bajó las escaleras, abrió y dejó pasar una chica de cabellos castaños enrulados, señaló sus pies, la chica asintió. Ana había conocido a Jessica desde que decidió hacer un curso de body-art, al principio Ana pensó que Jessica era una asocial; tiempo después descubrió que era sorda, cuando le invitó a un bar y estuvo mirando como Jessica fingía estar “escuchando” a todos, y pedir el micrófono para dar alaridos cantando alguna canción pop.

La chica de cabello rizados abrió el refrigerador sacó un cartón de leche, tomó una malta de la puerta y vertiéndola dentro cerró el cartón, la agitó y le dio un sorbo. -¡No!- exclamó Ana mientras acomodaba su bufanda. -Jess te he dicho que la bebas en un vaso- Jess mientras bebía levantó los hombros Ana inconforme continuo. –Así puedo yo… Después…tomar leche y después malta; No eso todo raro y junto que te bebes…-. Resignada concluyó.–Al fin y al cabo yo tampoco he desayunado.- en la ventana el sol ya comenzaba a notarse, abriendo la ventana entró una brisa que voló una par de servilletas de la mesa, la radio sonaba una rap que habla de palos, cherry’s, y repetía sin cesar “Soy un gordo funky” –esta música contamina cada vez más al planeta- pensó Ana al tiempo que se comía uno panes con mermelada al terminar preguntó:

¿Podemos ir al hospital?-Jessica mirándole los labios respondió tocándose el cuello.

Ana captó a que se refería y dijo: -No me siento mal, solo necesito ir un momento, ¿Me llevas?- Ella asintió, Ana sonrió y dijo: -Termina de beberte tú…- pauso mientras miraba con desagrado el cartón de leche finalizó: -Ingrediente X!- Jessica sin importarle las señas de Ana se levantó y termino de empinarse el cartón. Saliendo ambas de la casa Jess encendió la motoneta, abriendo el compartimiento saco un par de cascos, tomando cada una el suyo, cruzando un par de calles, parando en un par de semáforos de la Av. Márquez llegando rodearon el distribuidor que en medio tenía una estatua de un hombre bajito sosteniendo una pluma enorme, girando se veía como en las láminas de bronce tenia escrito “Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento” como esta había muchas más en Bassa; la ciudad era patrimonio de la cultura, saliendo del distribuidor se avistó un cubo gigante que llevaba en cada cara un cruz roja subiendo Jess estacionó le señaló el hospital y luego señalándole el subir entendió.

-Vale, vale entiendo yo subo y... ¿Tu? vienes después-. Ana bajando de la moto entró en el edificio y percibió un olor a detergente que era lo típico, tenía años que no entraba allí desde secundaria, acercándose a la recepción preguntó por la señora de la televisión, una mujer regordeta mirándole preguntó: ¿Usted, es su hija? – ella trancando su respiración mintió:

-Si- la mujer mirándola dijo:-Ella está en Cuidados por quemaduras sígame - Ana indagando le pregunto: ¿Cómo está?- la mujer tocando el ascensor le miró con compasión- Pues, su ella presenta algunas quemaduras no muy graves pero le suministramos algunos calmantes por una contusión que tiene en la columna, temo decirle que posiblemente debamos dejarla unos días más, esta inconsciente,- saliendo del ascensor, llegaron a la habitación 7-b la enfermera abrió la puerta y Ana contempló a la misma anciana del café, la enfermera saliendo dijo: -La dejare con ella, y no se preocupe ella estará bien- la mujer cerró la puerta y se fue.

Mirando a la anciana sonrió – ¿Entonces? No estoy loca- Si existe todo lo que vi.- dijo Ana susurrándose a sí misma, acercándose a la anciana miró la gasa que cubría el lado izquierdo la parte donde ella había visto el ojo robótico, no llevaba puesta una bata estampada color azul a su lado estaba la máquina la cual emitía el típico sonido que al parecer era estable, ella escuchando un sonido en la ventana se apartó de la cama, acercándose a la ventana revisó pero, no vio más que unas simples palomas que apenas la vieron volaron a otra ventana, mirando la calle vio a lo lejos que Jess se había quedado en una tienda de sombreros, volteando vio la anciana movía los pies, y no sólo eso; cuando se acercó vio que con su manos estaba intentado enderezarse, Ana acercándose escuchó a la mujer exclamar con temor:

-Deltin? Que ocurre mijó?- Ana la miraba temerosa pero, no sabía si hablar- ¿Quien está allí?- la anciana olfateando un par de veces.-Huele a mermelada de… fresa! con trozos de naranja. Mijó si eres tú, no seas grosero y dame un poco-Abriendo la boca se mantuvo así por unos segundos.

-Me llamo Ana- América cerró la boca de un solo golpe, y su rostro ya no era alegre – Quien es usted, y dónde estoy-. Ella mirando la anciana mover su rostro como intentando ver le dijo: - Yo estuve anoche en su café antes del incendio, el noticiero decía que si alguien le conocía podían acercarse pues vine a verle. Usted es… -Amerika- completó la anciana – Dónde estamos mijá?-.

-Está en el hospital, en el área de cuidados…dijo Ana al momento que preguntó: -¿tiene familia?- Amerika le interrumpió para proferir con miedo en su voz: - Tú, no deberías quedarte aquí…- Dijo la mujer con un tono seco al mismo tiempo que Ana refutó: - Tranquila solo he vine por el anuncio, sino quiere que esté aquí me iré.- Ahora ella estaba incómoda; no sólo por venir a ver a Amerika sino por todo lo que significaba la situación. Se sentía una altruista fracasada.

La anciana se mantuvo en silencio como por dos minutos, igualmente Ana, no sabía si salir, decir algo más o solo olvidarle. Intentó marcharse pero, pensaba en lo que pasaría si nadie le ayudaba- el hospital siempre cubría los primeras 24 horas de cualquiera emergencia, antes de que llegase un familiar pero... El familiar era ella.
Al momento una pequeña voz susurró en su cabeza.- Inténtalo- ella acercándose nuevamente a los pasamanos de la camilla escuchó inmediatamente:- Srta. Ana le pido que se vaya, usted es solo una chica, pronto vendrán por mí no se preocupe – Amerika hablaba con un tono paciente y dócil, en cada frase hacía una pausa para respirar en una de ellas Ana preguntó: -Señora Amerika? No se preocupe por mí sólo le quiero ayudar.. ¿Quiere algo de comer?-.No había terminado de hablar cuando escucho la puerta abrirse, Ana se apartó los nervios en sus piernas le traicionaron cuando escuchó la voz de la enfermera susúrrale. – ¿Ha despertado?- Amerika un segundo antes de que Ana respondiera dio un ligero pellizco en la mano de la chica ella soltando un quejido dijo: -Sí… al instante repitió: -No, aun no lo ha hecho.-

La enfermera se acercó, viendo a Amerika afirmó: -Si despierta, debe decirme.- Ana asintió, la enfermera rodeando la camilla quedó justo a los pies de Amerika tomó una tabla de acero y le preguntó:

-¿Me podría decir el nombre de su madre?- Ana mirando a la enfermera volvió a sentir de manera progresiva como Amerika le apretaba para darle un pellizco – Au…xiliadora…- pauso para pensar que apellido le podría colocar- del valle.-dijo a la enfermera

La enfermera mirándola dijo: -Son católicos?- Ana asintiendo esbozó una leve sonrisa, la mujer preguntó varias cosas más y luego acercándose a Amerika levantó su cabeza, quitó suavemente la gasa revelando que ya no estaba el ojo robótico.
Cuando la enfermera terminó dejó la puerta entre abierta y dijo:
-Si despierta avíseme, debo avisar para que le interroguen sobre lo ocurrido- Ana escuchando la manilla de la puerta cerrarse, soltó una bocanada de aire mientras escuchó la voz de Amerika decir:

-Au!-xiliadora, entonces...- Dijo Amerika imitando su chillido-
A Ana le pareció ver una pequeña y pícara sonrisa dijo: -Espero que al menos me diga por qué no quiere ayuda, y por qué no lleva su ojo de robot, y por qué su café está en llamas, y por qué no quiere dar su identidad?-

-Huele a café ¿No?- dijo la anciana ignorando las preguntas, ella levantó su mano y señalando la ventana dijo: -Ábrela mijá-

Ana abrió la ventana y acercándose nuevamente a Amerika insistió tomándole de la mano- ¿Sólo quiero ayudarle Doñita?-. La anciana con dulzura preguntó:-¿Recuerdas algo de aquella noche?-

-Recuerdo que sostuve un animalito que brillaba y botaba humito, luego el chico lo guardó
-Sostuviste un globutare? – dijo Amerika esbozando una sonrisa, Ana asintió y dijo:

Si, y cuando usted salió con… su ojo robótico me asusté un poco... Pensé que era un sitio temático pero, cuando aquel animal me persiguió supe que no estaba en un sitio común.- Amerika negando con el rostro rompiendo el silencio preguntó: -¿Y le has hablado a alguien sobre… ¿El café?

-No, bueno... Si- dijo Ana titubeando

¿A Quién? Interrumpió Amerika su rostro ya no estaba en calma, estaba en alerta, parecía preocupada.

-Sólo… llamé a la policía para reportar lo que había visto, pero igual no me creyeron.- dijo Ana.

-¿Mijá…? ¿Qué tan grande crees que es el mundo?- la respiración forzada se hizo sentir-

-No entiendo, por qué me dice eso Amerika.- dijo Ana pareciéndole fuera de contexto.

-Siéntate aquí- dijo Amerika dando palmadas a la camilla

-¿Cómo? ¿Pero? – Ana cada vez se sentía más extraña.

-Eres muy de mente cerrada- regaño la anciana.- Entiendo niña que te extrañases de mí, de Faccane, y de todo lo que viste en ayer; Pero hay algo más grande que la apariencia.- Hizo una pausa y continuó: -si no abres tu pequeña mente... No me creerás y me verás morir.-

-¿Morir? ¿Por qué? – replicó Ana mientras mirando su teléfono vio que tenía un mensaje de Jess que decía -NUMERO HABITACIÓN?- la voz chillona explicó:

-La gente de aquí es buena… Y yo misma lo sé, pero cuando tiene miedo... destruyen-. Ana le escuchaba, no quería dejarle ya que, no parecía estar mintiendo pues; hablaba con tanta sobriedad que seguro ella si podría convencer a Jess de no mezclar la leche y la malta.

-Anoche después de que te fuiste huyendo, Faccane regresó y Deltin nos pidió a ambos que no nos preocupásemos por lo ocurrido, mientras él se disculpaba, la energía se fue… pero no nos preocupamos pues, el globutare seguía allí brillando y al cabo de unos minutos volvió, de repente el sonido de un gran motor surgió hasta detenerse sobre nosotros, escuchamos un par de golpes en el techo, Faccane nos advirtió que nos quedáramos detrás de él.El tragaluz explotó y el café se tornó rojo, dos siluetas emergieron, llevaban máscaras de gas, sacaron unas lámparas nos iluminaron, uno de ellos se acercó, Faccane le advirtió que se fueran pero el hombre le chitó, los dos eran delgados pero, uno de ellos tenía la voz como… medio macuco*mijá y a Faccane nunca le han agradado esos hombres así que, intentó atacarle pero mi sorpresa fue que el hombre sólo sacando su guante y sacudiéndoselo por la cara lo derribó…

-¿Al perro gigante? Pero si mide como 2 metros! Dijo Ana abriendo los ojos como platos.

-Luego lo tomó por una pata, lo arrastró y se lo llevó.-

Y el chico que me atendió, también se lo llevaron?- preguntó Ana

¿Quién, Deltin? Logró escapar antes de que esa gente lanzara unas latas rojas y todo se incendiara… Hizo una pausa y su mirada se perdió por unos segundos y continuó: - ¿Dónde estará?- Si no viene moriré, y morirán todas las razas de mi mundo por el miedo de tu gente... he iniciaría una persecución.

Ana sabía que era real lo que decía girándose tomó el teléfono y marcó: - SALA DE QUEMADURAS- Jess a momento respondió: ESPERA, ASCENSOR- no había terminado de leer cuando sintió nuevamente el olor a café intenso, girándose quedó consternada, había un hombre con overol tapándole la boca a Amerika, tomando la tablilla de la enfermera y como acto reflejo lo golpeó sin daño aparente haciéndole retroceder soltó a la anciana y mientras se incorporaba la voz singular de Amerika se hizo sentir.

PINZÓN NO!!!, no es su culpa, no le hagas nada a la niña, ella no te conoce, te lo ruego, no le hagas nada- Amerika intentaba dar el mayor número de motivos antes de que le atacara, el hombre deteniéndose tomó la tablilla de las manos de Ana y arrojándola por la ventana volvió donde Amerika.

-¿Quién es?- preguntó Pinzón a Amerika.

-Una chica que se le acaba de abrir la mente! ¿No?-Pregunto Amerika de manera ironica y Ana sabía que debía asentir.

-Nos vamos-dijo Pinzón al tiempo que preguntó:-¿se va o se queda?- girando a Amerika boca abajo, sacó de su bolsillo un objeto metálico no más grande que un ratón de computadora, que desdobló un par de veces hasta convertirse en un exoesqueleto que se movía como acordeón, igual al que Ana había visto en el café, colocándolo lentamente dijo:

-Aguanta que esto va a quedar… fino.- pinzo incrustó el mecanismo a la columna de Amerika-

Intentado no parpadear Ana observó pasmada cada crik y clanc de los engranajes que comenzaron a unirse uno a uno a la espalda, Amerika gemía de dolor, el hombre miraba fijamente a Ana como si la conociese de algún sitio, escuchando el último “crik” la ayudó a levantarse y dijo:

-Cuando lleguemos a casa te hago un ojo nuevo-Pinzón abriendo su sacando un par de tazas dijo: Amerika dime, ¿se va o se queda?- dijo mientras colocaba la primera tasa sobre la cama.

-Eso debe decidírtelo ella- sugirió Amerika.

Jess abriendo la puerta, no encontró más que la habitación vacía en la ventana reposaba un pajarito que al verle ella acercarse voló.

*(afeminado).

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Espero te haya gustado-
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Quiero agradecer a mi madre, quien como buena profesora de castellano me ayuda a editar y darle los toques finales, también quiero agradecer a todos los que leen y dan todo su apoyo a la serie.
La imagen antes vistas es de uso CC0 y las modificaciones las realicé con el programa GIMP 2.0
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