Por: Andrea Miliani

“Please, don’t be an asshole” -Frase del actor Billy Gardell cuando conoció a Bruce Springsteen

Hace más de 2 años que dependo de mis ingresos como freelancer para subsistir. Aún me falta muchísimo por aprender; pero, creo que mi trayectoria, mis errores y mi odio hacia otros freelancers, me han dejado algunas reflexiones y conceptos claves para tener éxito, que puedo compartir con la comunidad de novatos.

Conozco a muchas personas exitosas —más que yo— en este estilo de trabajo, a quienes admiro, pero también a otros que lo han intentado sin mucho éxito. Ser freelancer no es para todos. También tiene muchas desventajas y hay personas que son más felices en un trabajo “tradicional”.

Para aquellos que quieran aventurarse en el mundo digital de trabajadores independientes, sugiero tener en cuenta algunos principios y valores esenciales para ser freelancer, que no solo nos beneficiarán a todos como comunidad, sino que también les ayudará a ser profesionales exitosos en el universo digital.

Dejo mi top 5, con algunas anécdotas para adornar.

1) Sé responsable, cumple tu palabra

Por favor. Es terrible cada vez que me encuentro con freelancers que simplemente desaparecen para no enfrentar entregas o porque ya no se sienten comprometidos con el proyecto. Sí, hay clientes horribles, jefes horribles y gente horrible. Pero no te conviertas en un freelancer horrible. Si no te gusta, renuncia con madurez.

Una vez trabajé en equipo con un diseñador web a distancia y manteníamos buena comunicación. El trabajo avanzaba pero —como suele suceder en este mundo— el cliente pedía más y más cambios y, de pronto, el diseñador simplemente dejó de responder. Al principio me preocupé, le escribí por todos los medios: ¿Estás bien? ¿Te pasó algo? Luego vi que se conectaba con frecuencia en Skype y que la pasaba bien en sus redes sociales. Ahí entendí que simplemente se hartó y se fue. Así, sin decir por qué ni disculparse con los que no teníamos la culpa.

Fuente: Giphy

Este tipo de personas nos hace quedar mal ante potenciales clientes que quieren hacer las cosas bien. Es normal que a veces cobremos montos por debajo de lo que merecemos y nos damos cuenta a mitad de camino, pero si ya te comprometiste, ¡termínalo! Y cobra más para la próxima. O conversa con el cliente y manifiesta tu inconformidad. Pero si actúas con inmadurez, quedas mal tú y nos dejas mal a todos: generas más desconfianza en el mundo intangible que tanto amamos algunos.

También hay trabajos que no resultan ser lo que se había acordado, o que el cliente se vuelve loco. Tampoco tenemos que ser esclavos digitales: manifiesta tu inconformidad y renuncia si de verdad te sientes muy incómodo y ya no quieres seguir.

2) Mantén buena comunicación y mucho respeto

Es básico, tanto para aclarar las tareas del trabajo como para mantener una buena relación con el cliente.

Si no te queda clara alguna parte del trabajo, pregunta.
Si tienes alguna duda, escribe.
Si te parece injusto, dilo.

También es responsabilidad del cliente dejar todo transparente, y esta será la clave de la confianza. Lo ideal es que explores y confirmes todo lo que puedas antes de firmar el contrato, para que te sientas seguro de que puedes cumplir con las expectativas del cliente y que estás contento con el trabajo y con el pago.

Eso sí, siempre con respeto. He querido insultar a un montón de clientes, pero tengo buena educación. Nunca se dejen llevar por las emociones, se ve feo (lo he visto) y puedes dañar tu reputación en cuestión de segundos: ahora basta un par de capturas de pantallas para arruinar una carrera profesional. No todos pueden ser Trump y seguir en un gran cargo a pesar de las barbaridades dichas y escritas, cuida mucho tu imagen y tus palabras.

Otro punto importante es elegir bien el medio de comunicación. Personalmente detesto comunicarme con clientes por Whatsapp, prefiero hacerlo por la página web por la que lo contacté, por Skype o por email. Tal vez a ti te parezca muy práctico Whatsapp porque puedes mandar notas de voz y no te gusta revisar tu correo. Es cuestión de gusto y todo puede variar de acuerdo con el cliente, pero lo ideal es mantener siempre un solo canal.

Una vez trabajé con un cliente de Australia que me mandaba fotos del proyecto, notas de voz y me escribía por Whatsapp todo el tiempo, y a horas en las que no trabajo (mejor dicho, a toda hora: el hombre parece que no dormía).

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Necesitaba comunicación constante conmigo y cuando le pedí que por favor nos escribiéramos solo por email, él prefirió contratar a otra freelancer.

Fue un riesgo —lo hice porque no me importaba tanto perderlo—, pero sentí que recuperé mi privacidad y estaba mucho más tranquila después. Fue una lección y un error que espero no volver a cometer.

Otro aspecto importante de la comunicación es la inmediatez. Mientras más rápido respondas, más contento estará el cliente. Recuerda que los clientes están poniendo su dinero en ti, y si tardas mucho en responder pueden ponerse nerviosos y estresarse. Aquí es donde quizás fallo, no soy de las que responde inmediatamente: también me gusta dar respuestas completas, pensadas y hasta con un poco de investigación sobre el tema que estemos discutiendo.

He contratado a otros freelancers para diferentes proyectos y realmente admiro la disponibilidad y la rapidez de algunos. Me transmiten mucha tranquilidad, profesionalismo y responsabilidad como cliente.

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3) Sé constante y perseverante

Les dejo un poema horrible para que no se les olvide:

Si no consigues trabajo en una plataforma,
encontrarás en otra.
Y no te conformes con un solo cliente,
En Internet hay más gente.
Mantén tus proyectos activos,
cumple siempre con tus entregas.
Pero nunca lo olvides:
No dejes de aplicar.

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Los trabajos como freelancer suelen ser efímeros y así como mi examigo diseñador web desapareció, tus clientes también tienen la capa de invisibilidad llamada desconexión.

Esta es quizá la parte más molesta para mí, porque aplicar para una oferta de trabajo requiere tiempo y dedicación. Es ciertamente esa frase trillada de “buscar trabajo es un trabajo” (que no aplica en el caso de adolescentes ni dependientes de padres).

A veces cuesta conseguir trabajo y este es el momento en el que todos abandonan su carrera como freelancer y entran en un cómodo cubículo de oficina con horario y jefe. Es difícil, sobre todo cuando no tienes una buena reputación o una cartera de clientes que te ayude a crecer, pero no te limites a un solo sitio web, prueba en varios y ponte metas diarias para aplicar a varias ofertas que te llamen la atención.

4) No regales tu trabajo

Aquí he fallado y mucho. Es normal que al principio nos cueste mucho saber cuánto cobrar, que no tengamos experiencia ni referencias cercanas y que nos frustre que muchas plataformas de trabajo se valen de la reputación de los freelancers para contratar. Pero lo importante es que siempre te sientas a gusto con el trabajo y que no termines haciendo algo de mala manera ni siendo esclavo. Para ayudarte a determinar un monto hay varias estrategias.

Recuerdo que al principio trabajé en una plataforma en la que pagaban 5 dólares por artículo. Yo tenía ese trabajo como complemento de mis ingresos hasta que me di cuenta de que no valía la pena el estrés que me estaba generando pararme a las 4 de la mañana para escribir sobre vitaminas y recibir solo 3 dólares (descontando los impuestos) por hasta 1,000 palabras, para luego salir —a veces sin desayunar— a las 7am a trabajar. Estaba loca. Estaba aprendiendo.

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Hay muchas formas de calcular un presupuesto, personalmente me ayudó mucho establecer un monto por hora. Puedes usar como referencia un buen sueldo mensual que gana un profesional de tu carrera en tu país y determinar su ingreso por hora (a menos que vivas en un país con hiperinflación como Venezuela, en el que esta opción está descartada), o compárate con otros freelancers que hagan lo mismo que tú y que tengan un curriculum similar, esta fue la que consideré yo.

Una vez que establecí un monto por hora y comencé a tener buenas referencias, fui subiendo mi valor. Me di cuenta de que siempre va a haber personas que ganen menos que yo y más que yo, pero lo importante es sentirse a gusto con el pago, no morir de estrés y ganar experiencia para crecer cada día.

He conocido a nuevos freelancers que saben que su trabajo es valioso, que tienen una buena formación profesional y que comienzan a trabajar cobrando montos altos porque se sienten seguros de su potencial: y consiguen clientes demostrando sus conocimientos y vendiéndose bien. Estos son los buenos freelancers que nos ayudan a crecer y a mejorar la comunidad.

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Si cobras muy poco por un buen trabajo, no solo desprestigias tu esfuerzo y el valor de tus conocimientos, también perjudicas al gremio. Me parece importante formar parte de grupos y comunidades que hablen abiertamente de esto, lamentablemente veo mucho recelo en la mayoría: hay mucha competitividad y poca transparencia. Por suerte, hay algunos blogs y plataformas de trabajo que muestran públicamente esto y nos ayudan a determinar montos más acordes.

5) Desconfía siempre, hay muchos estafadores

Estamos expuestos, me han estafado y es terrible. La vida me ha enseñado que ser desconfiada puede ser una gran ventaja y en el mundo freelance es vital. No te pongas en una posición vulnerable y menos por montos muy altos. No importa cuán simpático y “serio” se vea el cliente.

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Si no tienes tiempo trabajando con esa persona, no des tu trabajo por adelantado. Esto es lo peor, sé que cuesta y he visto que a muchos diseñadores les complica la vida, pero si no tienes una garantía del pago, no te arriesgues. Mejor intenta negociar, haz que te paguen por adelantado la mitad, o pide un avance para construir la confianza. Pero no importa cuán atractiva sea la oferta, si es por montos altos prefiero no tomar el riesgo.

Otra estrategia que me ha ayudado a alejarme de las estafas es mantenerme en la plataforma web por la que conseguí el trabajo. Por lo general nos quitan un doloroso porcentaje del monto total, pero suelen exigir pagos semanales y pedir garantía por tarjeta de crédito, y si no te hacen el pago al menos puedes dejarles una mala reputación y advertir a la comunidad de no trabajar con esa persona.

Muchos clientes ofrecen pagar aparte para “ayudarte” a que ganes todo el monto y luego no te pagan, o se les “olvida” tu pago:

Tuve una experiencia así con un cliente que era maravilloso, trabajábamos a través de la plataforma, yo solo cobraba mis horas trabajadas y recibía el pago semanal. Luego de un tiempo, él me dijo que tenía que hacer un recorte de presupuesto y que podía pagarme aparte para que no me quitaran el 20% a través de la web de freelancers. Al principio funcionó bien pero luego se le “olvidaba” hacerme los pagos, se retrasaba varias semanas y tenía que estar constantemente recordándole que me debía dinero. Odio cobrar, y fue tan recurrente su olvido —a pesar de que manifesté mi inconformidad muchas veces— que tuve que dejar de seguir trabajando con él. Me quedó debiendo, por supuesto, pero yo gané tranquilidad y tiempo para conseguir mejores clientes.

Esto es todo por ahora, ¡mucho éxito como freelancer!

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Este post representa solo algunas ideas esenciales de lo que he descubierto en los últimos años como Social Media Manager, redactora de contenido web, traductora y asistente virtual en el mundo freelance. Sigo aprendiendo y sé que faltan consejos, pero como cada vez son más los que me manifiestan su interés por trabajar online, pensé que este resumen podría ser un buen aporte para novatos. Acepto comentarios, ideas y sugerencias. ;)