Lunes otra vez
Todos han estado en esto: pasas toda la semana portándote bien y llega el fin de semana y mandamos todo para el carrizo. Eso es lo más común del mundo, y si bien a muchas personas es una de las razones por las que no pueden avanzar hacia cierto punto o viven con sus dos kilos extra, el problema no queda ahí. La cosa es que se nos hace difícil, dificilísimo volver al camino el lunes.
Con mi hermana Valen siempre hablamos de la enfermedad de lunes. No tenemos ánimos y si bien muchas veces yo puedo volver a mi rutina sin mucho rollo (sin ganas, pero vuelvo) a veces se nos hace más pesado que un camión de piedras. No es que odie los lunes pero si, muchas veces son bastante pesados para mi cuerpecito.
En womenshealthmag.com nos cuentan un poquito esas razones por la que los lunes nos cuestan tanto. La verdad que no soy (ni eres) la única persona a la que los lunes les cuesta un mundo. Según un estudio que publico el European Journal of Clinical Nutrition la gente come más calorías (en carne, carbohidratos y alcohol) el fin de semana y el lunes tratan de comer lo mejorcito que puedan. Estamos todos en el mismo barco.
Pero según la publicación, esa mentalidad de "me pongo a dieta el lunes" no es tan buena porque nos puede llevar a esos aproach "todo o nada". La típica pregunta que me hacen sobre qué hacer para descomer lo que se comieron durante el fin.
El otro factor que afecta los lunes es que nos sentimos mal, tanto mental como físicamente. Estamos hinchadas, lentas, llenas de gases, algunas veces con resaca. Y a eso le sumamos esa mentalidad de "por qué lo hice" porque no sé, al parecer recriminarnos es parte de la rutina. El lunes se vuelve como un castigo por lo que hiciste el fin de semana.
Entonces ¿qué hacer para que el lunes no sea tan maluco?
-Dale tiempo: si el lunes no sale como piensas, pues que carrizo. No te recrimines tanto que con eso no vas a ningún lado. Recuerda que comer bien o "sano" no es cuestión de una comida, un proceso completo. Si no te fue bien en la primera comida del lunes, tienes un montón de otras comidas para recuperarte.
-Yo trato de hacer algún ejercicio que me guste. Es decir, alguna rutina que sea rápida y divertida o acompañarla con una súper serie de TV. Casi nunca trato de hacer rutinas que no me gustan -cualquier día de la semana- pero el lunes tiene que ser especialmente divertida. Si ponle, los hombros me cuesta un mundo entrenarlos, no lo haría un lunes, no quiero hacer ese día peor.
-Planifica una comida sana que ames. Seguro que las hay. Sean panquecas, pollo o coliflor horneada. Algo que te haga pensar que rico que voy a comer esto. A mí me encanta empezar el lunes con un buen café. El desayuno y esa bebida me hacen feliz así que le puedo sonreír mejor al día.
-Ponte algo lindo. Esto les puede sonar lo más gafo del mundo pero el arreglarte, ayuda un poquito. Haz bien tu elección, nada que te quede ultra apretado y que te haga sentir mal. Eso no te va a ayudar.
Claro que esto te va a hacer bajar CERO KILOS. Es decir, esta no es una dieta ni nada. Tú sabes bien que salirte continuamente del camino no te lleva a tu objetivo. Y si estás en modo mantenimiento, disfrútalo pero el sobrepasarte y sentirte mal no es lo más fino. Lo que si estoy segura es de esto: quejarnos o recriminarnos no quema calorías. Levántate y sigue tu camino. Y no te pases todo el día cantando como Mecano: