Como No se debe Criar a un Hijo
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Estimados lectores !!
Les comento que no soy Psicólogo, terapeuta, médico ni algo por el estilo, simplemente soy un Padre de familia.
Dios me dió ese regalo infinito de poder ser papá. Un hijo, en mi opinión muy personal; es el mayor regalo y mayor honor que Dios nos puede conceder como seres humanos.
Tengo varios amigos y amigas que como yo, están casados y tienen hijos. Sin embargo, algunas veces sus niños tienen ciertos comportamientos y actitudes que deberían ser controladas o por lo menos observadas; en mi humilde opinión, para que en un futuro no se traduzcan en un problema para esos padres.
De allí el título de mi artículo, porque en el transcurso de mi vida a pesar que no soy especialista en desarrollo conductual de niños, he recibido cierta formación para trabajar con niños y adolescentes; pero más importante aún como les comenté anteriormente, también soy papá.
A continuación comentaré algunas de estas actitudes y mi opinión de ellas:
._ Niños pequeños (2 a 5 años)
Cuando a esa edad le permitimos al niño o niña que haga lo que se le venga en gana, sin controlarlo ya sea; como dicen algunos de mis amigos porque se ven lindos haciendo eso o como dicen otros de mis amigos, es que no sé qué hacer para controlarlo; yo les comento que deben entonces ir preparándose para que en un futuro no muy lejano sus hijos comiencen a exigirles carros, celulares de última generación, viajes y dinero para gastárselo con sus amigos.
A esa edad los niños deben recibir lecciones de respeto y controlo de sus acciones. Ellos copian lo que ven.
Tengo varios amigos y amigas cuyos hijos a la edad de tres y cuatro años, ya les dan órdenes, así como lo están leyendo; Ordenes. Y ellos las cumplen.
En el momento en que el niño comience a gritar, patalear o querer golpearte, en ese mismo momento debes cortar y controlar ese mal comportamiento.
Si no se hace en ese mismo instante, ya no tendrá sentido que lo hagas después. El niño debe saber porque razón está siendo castigado o porque se le está llamando la atención.
La razón por la cual debemos hacerlo en ese preciso instante es porque los amamos. Si no corregimos esos malos comportamientos a esa edad, no lograremos hacerlo después.
Por ejemplo, tengo amigos cuyos hijos pequeños de tres o cuatro años, por rebeldía se suben a una escalera. En una oportunidad le dije a mi amiga, que tuviera cuidado con el niño porque estaba montado en una escalera; ella me contestó que lo dejara tranquilo, que cuando se cayera de la escalera aprendería la lección.
Por su puesto que esa no es la actitud correcta, pero si un padre o madre te contesta eso, ya sabes que estás perdiendo el tiempo tratando de explicarle el peligro que corre el niño en ese momento.
Como padres debemos ser amorosos pero firmes con nuestros hijos, tratarlos con autoridad, pero también con mucho amor y respeto; para que en un futuro ellos te respeten como padre o madre y tú estés orgulloso de tus hijos.
Por ejemplo hay ocasiones en que encontrarás a tus hijos jugando en la calle con sus amiguitos, descalzos y muy probablemente con sus medias puestas llenas de barro o lodo.
En ese momento y se los comento porque lo viví, debes llenarte de toda la paciencia y por el amor de Dios, no regañes a tus hijos en presencia de sus amigos. Realmente es cierto que debes llamarle la atención y muy probablemente castigarlo. Pero no hay algo que pueda marcar más a nuestros hijos, que el regañarlos, gritarlos o insultarlos delante de sus amiguitos.
Nunca debemos decirle a nuestros hijos pequeños frases como, claro ya que tu no trabajas no sabes cuánto cuesta esto o lo otro, eres tan torpe que no piensas, no seas bruto no te das cuenta que esas medias son muy caras.
Ellos no olvidarán esos episodios nunca en su vida, pero lo más triste y terrible es cuando ellos le recuerden, papi o mami ¿por qué me dijiste que soy bruto?, yo no soy bruto mami o papi, verdad que no?
En ese momento a ud (si es un padre o madre de verdad, que ama a sus hijos), le sufrirá una sensación de remordimiento y tristeza tan intensa, que no podrá evitar que de sus ojos comiencen a salir lágrimas, porque YO lo viví con mi hija pequeña, y fue terrible.
Mi niña me dio un abrazo tan intenso y caluroso, cuando me hizo esa pregunta que me desarmó totalmente y les confieso que ese recuerdo permanece en mi mente, vívidamente como si hubiese sido ayer.
Afortunadamente solo me bastó una vez, para aprender a que ese error no debo cometerlo nunca más en la vida.
._ Niños de 6 a 11 años
A esta edad, aunque es una edad tierna todavía para nuestros amados hijos; es el momento en que debemos empezar a establecer más control y disciplina en ellos, puesto que comenzarán a tener más contacto con sus amiguitos por ejemplo; en las guarderías.
._ A esta edad comenzarán con mucho más frecuencia a decir (porque lo he vivido muchas veces), mi amiguito fulano hace tal o cual cosa o mi amiga zutana tiene tal o cual teléfono cel. También les van a decir que sus amiguitos son socios de tal o cual club, que van a la playa 50 veces al año.
En fin, todo esto va a suceder porque SON NIÑOS y es totalmente normal que suceda.
El detalle está en que nosotros como adultos sepamos manejar estas situaciones de una manera salomónica, sabia.
Lo primero que yo sugiero hacer, porque yo lo he hecho y me ha funcionado bien; es acomodarse a la simplicidad de los niños, es decir; hablarles claro con la verdad acerca de sus planteamientos pero de una manera sencilla, para que ellos nos puedan entender.
Nunca debemos mentirle dándole falsas expectativas o esperanzas, si en nuestras manos no está por el momento, poder complacerlos. Sin embargo si debemos decirles y hacerles sentir que estamos trabajando para lograr cumplirles su sueño, a ellos les bastará eso; saber que para usted los sueños de ellos, también son importantes.
Sea delicado y muy tierno al momento de aclararle a sus hijos, las creencias y costumbres tradicionales, PERO HAGALO USTED!!!. No permita que cualquier persona le robe su tierna imaginación a su hijo.
Será necesario en algún momento, aclararle a sus hijos la verdad acerca de nuestras costumbres tradicionales tales como, los regalos que trae El niño Jesús o Santa Klaus o San Nicolás para la navidad, también los Reyes Magos el 6 de Enero o la creencia del ratón Pérez cuando mudan un diente.
Particularmente mi hija disfrutaba de estas creencias y tradiciones, sin embargo en vista que muchos de mis amigos y amigas con hijos tenían muy poca delicadeza a la hora de aclararles esto, yo decidí hacerlo de una manera diferente o especial llamaría yo, la cual se las recomiendo.
A los 9 años y antes de que cualquiera de sus amiguitos se lo dijeran de manera abrupta, yo llevé a mi hija a sitio donde vendían helados y hamburguesas. Allí en ese lugar solos ella y yo, porque su madre me encomendó que fuera yo quien lo hiciera; mientras ella se comía un delicioso helado de tres bolas, yo simplemente le comenté que Dios tenía representantes en la tierra. Esos representantes eran los padres y madres de cada niño, por esta razón éramos nosotros los encargados de proveerles; a la medida de nuestras posibilidades los presentes que ellos solicitaban en sus cartas de Navidad.
Lo mismo sucedía con los Reyes Magos y de igual manera con el Ratón Pérez.
Les recuerdo esta es mi sugerencia muy personal, a mí me funcionó muy bien con mi hija.
Recuerden, nuestros hijos es el regalo más precioso y hermoso que Dios nos puede dar en esta vida. Y ellos serán nuestro reflejo, está en nosotros que ellos sean hombres y mujeres de bien.
Nuestros hijos son nuestro jardín y nosotros somos su sol. Depende de nosotros que ellos crezcan grandes y fuertes.
Rinos 2019.