Hambruna
No fue sino hace mucho tiempo, cuando las personas de este pueblo cruzaron ese paraje clandestino para instalarse en esta pequeña región aislada del resto de la sociedad.
Las historias cuentan que por una terrible hambruna, huyeron, pero ¿Qué la causó? Es una incógnita indescifrable. Pero los relatos de algunos testigos sobrevivientes dicen que aquél mal provino del cielo, sorbiendo la vitalidad de todo.
Su forma informe y abominable naturaleza no eran de este mundo en definitiva. No compartía apatía alguna con los seres a su alrededor. Y cuando podía se abalanzaba hacia cualquier cosa que le proveyera sustento.
De sus ojos los testigos hablan, pero en un tono de voz carrasposo, grotesco, como si la garganta se les fuese a salir escurrida de sus bocas. Al recordar los chorreantos tonos de fango de su rostro sentían náuseas, se enfermaban, hasta parecían sucumbir a la locura.
De sus extremidades dijeron cosas inentendibles, inexplicables a nuestro entendimiento. No puedo ni con todos mis conocimientos proyectarlos o generarlo con mi imaginación.
Se decía que la criatura se arrastraba escurrida, luego de consumir todo alimento. Dejando la tierra muerta e infértil. Era de aparente fragilidad, con una superficie parecida a la jalea, pero aquellos testigos que la atacaron cuentan que con las armas que la atacaron no podían hacerle daño. No pudieron detener su avance, y atemorizados huyeron.
Se dice que la criatura devoraba todo, a los animales, los campos, incluso a las personas. Los supervivientes huyeron inmediatamente de aquel lugar, puesto que la situación se agravaba. Y llegaron aquí iniciando una nueva vida, en condiciones sumamente espantosas, debido a a que muchos de ellos padecían desnutrición.
A aquella zona que alguna vez llamaron hogar jamás volvieron. Se instalaron en esta zona con buena fe y se reconstruyeron poco a poco. De aquélla criatura no se supo más puesto que, según lo que dicen los testigos, hiberna en algún lugar bajo la tierra.