La doctora Ámbar
Aquí va mi doctorita con su enorme corazón
Su sonrisa garantiza mejorar tu condición
Con besitos quita males, con gracia aleja el temor
Y entre cada pataleta procura darte lo mejor
Me cuida y me canta bonito, tenerla cerca es una bendición
Nunca nunca me abandona y sabe que para ella estoy
¡Te quiero mi doctorita, gracias también por tu amor!
Vivo en casa de su abuela desde que me mudé al pueblo. Aunque tuvimos un duro inicio, Ámbar y yo somos ahora muy buenas amigas. Ella me acompaña durante las tardes y disfruta usar mi "etestocopio" para vigilar que todo esté bien con su osito además de ver Los Simpsons a mediodía y visitarme en el hospital cuando estoy de guardia, también le gusta jugar con un viejo teclado a que está haciendo nuestra tesis. Gracias Ámbar por estar, qué bonita es la vida a los 3 años de edad
Fotografía del autor.