Amas a Dios….
Saludos a todo mi bella comunidad de @steemit. Sin lugar a dudas vivimos momentos de gran ansiedad y preocupación por la crisis que atraviesa nuestro país, pero hoy no quier que pieses en lo externo, quiero que pienses en lo interno, te conectes con tu espiritu y pienses en el Amor de Dios.
Este post que te voy a compartir es una reflexión espiritual sobre un tema tan importan para nuestras vida, el primer mandamiento de la Ley de Dios. Y te comento que en la pirámide de las prioridades de nuestras vidas Dios debe ser siempre el primero. Muchos de los problemas que tenemos en la vida son precisamente porque tenemos un desorden en las prioridades de nuestra vida y le damos poca importancia al cumplimiento de las leyes espirituales dadas por Dios.
Yo te pregunto Amas a Dios.
Pareciera tan simple, pero no lo es. Hay personas que dicen si yo amo a Dios, por supuesto que los amo…pero realmente sienten esto por aquel que nos ha llamado de las tinieblas a la luz y dio su vida para salvarnos?
Si leemos la palabra de Dios en el antiguo testamento en el libro de Deuteronomio, vemos como el Señor se manifiesta al hombre y habló a Moisés indicándole los 10 mandamientos. Y el primero de ellos fue “Y Amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Si meditamos en este mandamiento podremos entender que Dios quería que todo lo que somos, cuerpo, alma y espíritu se lo entreguemos a El. Como sabemos, en el corazón del hombre se encuentran las emociones, los pensamientos y su voluntad. Esto habla de la necesidad de que nuestros pensamientos estén alineados con su palabra, porque tenemos la mente de Cristo. Con nuestras fuerzas, porque el Señor da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas (Isaías 40:29). Con nuestras fuerzas implica lo que hacemos con nuestro cuerpo, como lo alimentamos, como lo estamos cuidando y si lo estamos alimentando diariamente con la palabra de Dios. Ahí opera nuestra voluntad porque tenemos libre albedrío que decidir qué hacer y qué no hacer, congregarnos o no, ayudar a otros o no, sin lugar a dudas ahí debemos emplear nuestras fuerzas. Si meditamos más profundamente estas palabras, lo que el Señor quería era que nos enamoremos de Él. Que pasa cuando nos enamoramos de alguien, tus pensamientos son para esa persona, tus acciones son para esa personas, haces lo mejor para servirlo, para cuidarlo, para alimentarlo y pasar la mayor cantidad de tiempo con el. Te comunicas a diario con esa persona y si por alguna razón pasa más de un día sin saber de él, lo extrañas y añoras volver a estar con él. Ahora piensa en este sentimiento y pregúntate si haces y sientes esto por Dios? Si tu respuesta es No entonces No estas amando al Señor como él quiere y no estas cumpliendo el primer mandamiento de la ley de Dios.
Jesucristo le pregunto 3 veces a Pedro si lo amaba (Juan 21: 15-19), no porque no sabía lo que había en el corazón de Pedro, sino porque quería dejar sembrado en su corazón lo que significaba amarlo. Y le dijo apacentar mis ovejas, apacentar mis corderos, pastoreas mis ovejas. En el libro de Juan 15:21 dice que el que ama verdaderamente a Dios, el morara en él y Jesús en él. Y recibirá el consolador para que las obras que Jesús hizo y aún mayores él pueda hacer. Pedro amaba al Señor, guardaba sus mandamientos, pero el señor le quería enseñar lo que experimentaría cuando Cristo no estuviera con él y recibiera el consolador.
El Señor le enseño lo que debía hacer, alimentar y cuidar a sus ovejas y a sus corderos. Entonces cuando amamos a Dios hay tres cosas que pasan en nuestras vidas, en primer lugar Jesús mora en nosotros, recibimos el espíritu santo (el consolador que nos guía a toda verdad) y empezamos hacer las obras que Jesús hacía, es decir, cuando amamos a Dios haremos las mismas cosas que hizo Jesucristo cuando estuvo en su ministerio aquí en la tierra. Entonces te pregunto, estás haciendo las obras que Jesús hacía. Estas compartiendo la palabra de Dios? Estas ayudando a las ovejas y los corderos de Dios? Estas sirviendo a Dios.
Creo que estos momentos que vivimos en Venezuela son propicios para reflexionar sobre que tanto amamos a Dios y si estamos cumpliendo con su primer mandamiento.
Y Amarás a Jehová tú Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Deuteronomio 6:5
Gracias por leer mis post.
Espero les guste y lo comenten.
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