La Voz Bautista (septiembre de 1952, Chile), La luz en las tinieblas resplandece, El libro para el día de hoy, Recuerdos de la 'Avanzada', Jesús el hijo de Dios, La fé de una niña ciega, Un caudillo humilde y de gran corazón, imperio de Salomón
La Voz Bautista 44:9 (septiembre de 1952), publicación bautista chilena, Honorio E. Espinoza, Director. Temas claves:
Pág. 2: “La luz en las tinieblas resplandece” (José Acosta)
Pág. 3–4: “El libro para el día de hoy” (Juan Ritchie)
Pág. 5, 10: “La higuera estéril” (A. Pereira Alves)
Pág. 8, 9: “Recuerdos de la 'Avanzada'” (Avanzada de avivamiento)
Pág. 10: “Gabriela Mistral y su Biblia”
Pág. 11–12: “Jesús, el hijo de Dios” (E. Báez)
Lecciones de Escuela Dominical (a cargo del Pastor A. Olmedo)
Pág. 13–14: “Un caudillo humilde y de gran corazón”
Pág. 14–15: “La contribución religiosa de David”
Pág. 15–17: “Salomón comienza su reinado”
Pág. 17–18: “La gloria del imperio de Salomón”
Pág. 24: “La fé de una niña ciega”
Página 2 habla de cuán libro especial es la Biblia.
"Dios mismo, “la luz que en las tinieblas resplandece” ha condescendido a impartir su grande y soberana virtud: la Revelación de Sí mismo por medio del Verbo “la Palabra que se hizo carne y habitó entre nosotros” y ofreció al mundo irredento el mensaje estupendo de la Redención. Dios mismo usando a Sus hijos puros y santos para este mensaje adquiera carácter de permanencia en el contar de los siglos y en la presencia misma de la actualidad. Dios mismo, usando inventos modernos, la imprenta, etc., como usó el pergamino, el papiro, el estilete y el encerado, la piedra y el cincel, en los pasados siglos ara que su Revelación portentosa fuera el vehículo consagrado de la redención y salvación de un mundo en tinieblas.
Y la Biblia, nombre corriente, pero a la vez imponderable de Su Revelación, la Palabra escrita que El [sic] en lo antiguo y Su máximo revelador Cristo Jesús en la actualidad, ha realizado la magna tarea de llenar a este mundo entenebrecido por el pecado, con los deslumbrantes destellos de la Salvación y Redención.
La Biblia, traducida a más de mil lenguas, ha tocado los confines, los cabos, las fronteras últimas del mundo, alumbrando corazones y rescatando vidas para el luminoso Reino de Dios para el Reino de los redimidos y salvados por el sacrificio vicario del Revelador Unico [sic] del sentimiento y corazón del Padre Eterno, del Padre de la Luz, ante la cual 'las tinieblas huyen avergonzadas'".
Página 4 también alaba la Biblia.
La Biblia dió al mundo de habla inglesa la conciencia que provocó las muchas y benéficas reformas del siglo XIX. Esa conciencia en las masas salvó a la Gran Bretaña de los horrores de la revolución francesa, dió libertad a los esclavos, reformó las cárceles, impuso educación popular y la protección de la mujer y el niño mejoró las condiciones de trabajo en las fábricas y las minas, y extendió la filantropía práctica a través del mundo. La necesidad de hoy es que esa conciencia se avive y se extienda. Fué formada por la lectura de la Biblia y perdura donde se sigue esta lectura. El discernimiento entre el bien y el mal, con la capacidad de escoger el bien, se adquiere mediante la lectura de las Sagradas Escrituras. Quien lea del buen samaritano aprende que el odio de raza y el nacionalismo exagerado es malo. El afán del lucro se detiene al leer del rico egoista [sic] a quien Dios le dijo: “Necio, esta noche vienen a pedir tu alma”. La pregunta incontestable de Jesús se dirije tanto al que tiene como al que no tiene pero se afana por tener. ¿Qué aprovechará al hombre si granjeare todo el mundo y pierde su alma? Ese concepto del deber que tantos beneficios produjo de fundaba en los diez mandamientos que se hallan en el capitulo 20 del libro de Exodo [sic]. Su enseñanza es explicada, ilustrada y reiterada a través de toda la Biblia. ¡Vaya que la Biblia es el libro para el día de hoy!...En una generación que prefiere la cantidad a la calidad y lo barato a lo bueno es más grave la escaséz [sic] de hombres y mujeres que temen a Dios y cumplen su deber cueste lo que cueste. La escuela donde se les forma es el hogar de la madre piadosa donde se lee y se cree la Santa Biblia. (página 4)
Páginas 5 y 10 trata con la maldad del ocio o flojera y menciona Malthus.
"Nada destruye más al organismo humano, que una vida ociosa.
El cuerpo humano requiere ejercicios diarios, para mantener sus miembros sanos y fuertes.
La ociosidad es un pecado, que a larga, castiga duramente al ocioso.
No solamente en cuanto a ociosidad se refiere, sino a la esterilidad es perniciosa.
El matrimonio que no querer molestarse en el cuidado y crianza de hijos, apela a medios artificiales para evitar tener prole, no sabe el mal que estos cónyuges se causan mutuamente. Pasan los años, viene la vejez, y esos discípulos de Malthus se encuentran ancianos y achacosos, sin hijos que los atiendan, y entonces es cuando se dan cuenta de los malos resultados de su esterilidad artificial.
El pecado, tanto de la ociosidad como de la esterilidad, más temprano o más tarde acarrea su castigo.
Tratemos de evitar ser como la higuera estéril de la parábola de Jesús. Luchemos por ser útiles a nosotros mismos y a nuestros semejantes". (páginas 5, 10)
Página 10 informa la perspectiva de Gabriela Mistral sobre su Biblia.
GABRIELA MISTRAL Y SU BIBLIA
“Libro mío, libro en cualquier tiempo y en cualquier hora, bueno y amigo para mi corazón, fuerte, poderoso compañero. Tú me has enseñado la fuerte belleza y el sencillo candor, la verdad sencilla y terrible en breves cantos. Mis mejores compañeros no han sido gentes de mi tiempo, han sido los que tú me diste: David, Ruth, Job, Raquel, y María. Con los míos éstos son toda mi gente, los que rondan en mi corazón y en mis oraciones; los que me ayudan a amar y a padecer. Aventando los tiempos viniste a mí, y yo anegado las épocas soy con vosotros, soy vuestra como uno de los que labraron, padecieron y vivieron vuestro tiempo y vuestra haz...El pedagogo que me empañara, la mujer fuerte de los Proverbios, se llevaría mi corazón. ¿Donde está? El que me hiciera llorar con mayor río de dulzura que las Bienaventuranzas te venciera en mi corazón. Pero yo no he visto y estoy en la mitad de mis días.
Canción cuna de los pueblos, eterna nodriza con candor y sabiduría, te necesito para siempre. No me dejes.
Siempre seré demasiado niña para que me parezcas ingenua; siempre me bastará hasta colmar mi vaso hambriento de Dios”. (pagina 10)
En página 12 habla de la fe que es más que solamente la actuación religiosa o política.
"No nos contentemos con la religión tradicional. No nos demos por satisfechos con la profesión religiosa. Tampoco nos creamos seguros con ser medio-religiosos, o simplemente moral. “De cierto te digo que si no nacieres de nuevo no entraréis en el reino de los cielos”.
Los cristianos, “sal de la tierra”, tenemos señalada en forma explícita la misión verdadera en la vida donde actuamos.
A los cristianos primitivos les fué dicho por el Cristo resucitado; “no toca a vosotros las preocupaciones de un reino político; pero si me seréis testigos hasta lo último de la tierra”. Lo que equivale decir: presentar en todo tiempo como el remedio propuesto por Dios, para que los humanos en una franca conversión e vuelvan a Dios por Jesucristo, para librarse de la “ira venidera”, y poseer “vida” en grande abundancia.
Y las almas necesitan eso lo buscan aunque por caminos errados.
Está muy cerca la ocasión en que un hombre de Dios con su verbo encendido en el Espíritu, atrajo con sus mensajes grandes multitudes ansiosas de oír la palabra de Vida eterna". (página 12)
En página 23 hay reglas para el culto.
Diez reglas para el Culto
I
El culto para mi empieza en seguida que cierro la puerta de mi casa. En camino a la iglesia, oro por mi iglesia, por el pastor, y por los que adoran a Dios, lejanos y cercanos.
II
Antes de entrar en la casa de Dios, espero un momento librarme de todas las cosas y los pensamientos indignos e un hijo de nuestro Padre Celestial: odios, resentimientos, preocupaciones, afanes mundanos, y pensamientos pecaminosos.
III
El momento en que paso la puerta de esta casa sagrada, ceso toda conversación. Vengo en silencio, porque todas las cosas grandes surgen de la quietud y sirven a mi y a los de mi derredor.
IV
Enseguida esté sentado, me inclino en oración; oro tanto para los demás como para mi mismo, y oro por mi iglesia y sus causas grandes. Pisdo a Dios que esté cerca, ahora.
V
Participo en el canto de los himnos e inclino la cabeza durante el canto del “amén”. Medito en las palabras del sermón y permito que su significado y espíritu desciendan hasta las raíces de mi alma.
VI
Al poner mi ofrenda en el plato, doy gracias a Dios por el dinero aquí ofrecido, y pido la bendición de Dios en el empleo de ello en estas partes y hasta los confines de la tierra.
VII
Durante todo el servicio pienso de Dios, en una forma objetiva, como el poder, la paz, la fortaleza, el amor. El es todo lo que necesito para que la vida sea como debiera ser…
VIII
Escucho mientras el pastor predica la Palabra de Dios, y procuro aplicar su mensaje a mi propia vida. Oro por él mientras predica.
IX
Al terminar el culto en un espíritu de amabilidad cristiana saludo a los que conozco y también a los que no me son conocidos.
X
Al salir por la puerta de la iglesia, dedico mi vida para caminar durante esa semana en camino alto con Cristo.
Página 24 habla sobre Juan Bunyan y su experiencia con su niña ciega creyente.
"Juan Bunyan, autor del famoso libro “El Peregrino” nació en Inglaterra de 1628. Este libro que ha inmortalizado su nombre apareció en 1678 y durante más de dos siglos y medio ha sido leído con mucho deleite y gran provecho por centenares de miles de personas en casi todo el mundo.
Bunyan era hojalatero de oficio, y después de haber corrido con exceso en los caminos del mal, fué convertido a Dios en una Iglesia Bautista. Luego empezó a hablar a otros de lo que Dios ha hecho por su alma. Esto era en el año 1655. Pronto se levantó contra él una fuerte persecución protestante, porque no creían entonces que un hojalatero podía ni debía ser predicador del Evangelio de Cristo, aunque los primeros habían sido pescadores. El resultado fué que Bunyan fué encarcelado y quedó preso por doce años.
Después del arresto la esposa de Bunyan fué a visitarle, llevando consigo a una hija ciega que tenía. Bunyan les contó los incidentes del arresto y cómo el juez de Eltow había rehusado ponerle en libertad, aunque no había quebrantado ley alguna del país...Por unos cuantos años le cerraron la boca en la cárcel los enemigos de la Verdad, pero sus sufrimientos no fueron en balde y las oraciones de sus seres queridos fueron abundantemente premiadas. Por más dos siglos ha sido usado su testimonio por medio de libros que escribió durante su encarcelamiento y por ellos miles de almas han llegado a conocer el Camino, la Verdad y la Vida y han sido instruidos animados en la carrera cristiana". (página 24)