Este poeta ecuatoriano fue recibido en Venezuela tras buscar en este
país una vida más sosegada alejada de algunas compañías que, según su
esposa, no le beneficiaba al autor. Jorge Dávila Vázquez (1993) cree que, gracias a
ella, le debemos la mayoría de su producción literaria pues fue en
Venezuela, distanciado de un pasado bohemio, que el autor se
disciplinó con su obra.
En este sentido, César Dávila Andrade es una voz de referencia en
Latinoamérica. Pero, para desventaja de los lectores, parte de su
poesía es categorizada como hermética, razón por la cual se han
escrito pocos trabajos sobre esta etapa. Sin embargo, en Venezuela,
José Gregorio Vásquez le dedicó su tesis de maestría, que posteriormente
publicó en una antología llamada
El vago cofre de los astros
perdidos (2010), en la que indagó los desvaríos esotéricos de la
poesía de Dávila Andrade y halló una tendencia a imágenes de la masonería
como la del Arquitecto, Dios, el Creador, entre otras. Así mismo, en
la revista
Zona Franca número 45 (1967) que se le dedicó, en un artículo
denominado “El solitario de la gran obra”, Juan Liscano
admira las lecturas herméticas y esotéricas del poeta, pasando desde el
rosacrucismo y la masonería hasta las tradiciones orientales del
sufismo y el budismo zen, siendo este un gran conocedor de todas
aquellas.
Pero no solo allí quedó el interés por este poeta en
Venezuela, pues posterior a las constantes publicaciones en aquella
revista interesada en el esoterismo y la literatura, en 1993 se
publicó en la Editorial Biblioteca Ayacucho una antología a cargo de
Jorge Dávila Vázquez, crítico fundamental de la obra de Dávila Andrade, que
tituló Cesar Dávila Andrade: poesía, narrativa y ensayo. En
esta selección, el crítico emparentó la obra de Dávila Andrade con el
experimentalismo de Trilce de César Vallejo y resaltó el eclecticismo
poético que identifica una búsqueda profunda de Dios, puesto que para
Dávila Andrade “Dios es la totalidad de lo que existe” (XXXVI, 1993). De la
misma manera, catalogó la poesía de Dávila Andrade en tres periodos a
decir: 1) Cromático: sus primeros poemas en Ecuador, con mayor
influencia del surrealismo y un fuerte énfasis en la creación de
imágenes; 2) Experimental-telúrica: en el que, influenciado
por las preocupaciones de Pablo Neruda, escribió desde un matiz
indigenista y de denuncia a las ferocidades de la conquista, y 3)
Hermético: en el que se observa un fuerte eclecticismo de diferentes
tradiciones espirituales y de sabiduría del mundo. En este último, el
tema de la muerte es fundamental para su poesía, puesto que ambos
responden a una misma y una sola realidad, que en el sentido de
Umberto Eco es “una simpatía universal” y en Octavio Paz “una sincronía
total” del ritmo con todas las cosas, resultando pues una poesía
totalizante. Como ya lo habíamos mencionado, en esta etapa se
interesa por el budismo, en especial el Zen. No es en vano, la
escritura de dos de sus ensayos: “El humanismo llamado Zen” y “Magia,
Yoga y poesía”.
Fuente
El budismo de Dávila Andrade
El budismo es un tema inusual en la poesía. Apenas se integró en
diferentes poetas de la generaciones de los ʼ50, como en la generación
Beat, y posteriormente en algunos contados casos en el pensamiento
latinoamericano de Octavio Paz y Jorge Luis Borges; en Venezuela, la
revista
Zona Franca y la poética de Rafael Cadenas; en Ecuador, César
Dávila Andrade; y, en Argentina, Julio Cortázar con su novela
Rayuela.
El budismo tiene como finalidad encontrar la verdadera naturaleza de
todas las cosas, y, a través de ella, soltar las ataduras que mantienen
al ser humano en la marea del sufrimiento. En este sentido, Buda creía
que se podía reconocer sus enseñanzas porque estas tenían el sabor de
la libertad. Pero posterior a la muerte del Buda histórico, las
escuelas se dividieron en varias formas de comprender el budismo, que
en la actualidad se pueden categorizar en tres grandes grupos:
hinayana, mahayana y vajrayana.
El budismo Zen, por su parte, es una subescuela del budismo mahayana.
Esta a su vez se divide en otras escuelas: Soto, Rinzai, la escuela
del Norte, la del Sur. Estas escuelas se diferencian de otras por su
énfasis en la idea de vacío o shunyata, la cual afirma que todas las
cosas existentes tienen por condición la vacuidad y que la verdadera
condición de la mente es la No-Mente. También tienen como propuesto
filosófico la superación de la dualidad entre el samsara y nirvana,
pues ambos están constituidos por shunyata.
Cuando César Dávila Andrade se interesa en el Zen, se interesa en
realidad en el haikú, una forma de escritura propia del budismo Zen.
Esta poesía tiene una tendencia hacia la contemplación del paisaje y
busca escribir de manera sincrética ciertos pensamientos filosóficos,
con el fin de recordar que todo lo existente es transitorio. En este
orden, Dávila Andrade se interesaría por el poeta que reformaría la poesía
japonesa: Basho.
Para Dávila Andrade el budismo Zen era una experiencia de “desnudez
hirsuta del hombre frente a lo eterno” dirigida a “la más pura
libertad humana”, por la cual abogó en su poesía. Entre sus poemas en los que
pueden encontrarse rastros del Zen, según Gordillo Suárez (2013), están:
“Hallazgos sin fin”, “Consagración de los instantes”, “Persona”,
“Profesión de fe”, “Abismo público”, “Campo de fuerza”, “Breve
historia de Basho”, “El helo”, “Aquí no más”. Por ahora, dado lo ajustado
de este artículo, nos interesaremos en “Breve historia de Basho”, un
poema que relata la visión que tenía Andrade del poeta-monje
japonés.
Busto de César Dávila Andrade en la entrada a la Facultad de Filosofía de la Universidad de CuencaFuente
Reescritura a Basho: “Breve historia de Basho”
Basho, en un célebre poema, narra su experiencia del despertar:
Se zambulle una rana,
ruido del agua.
Un viejo estanque.
Esta simple acción de una rana de sumergirse en el estanque permite un
descubrimiento de la verdadera condición de la mente, que Basho relata
a través de un haikú, puesto que esto activa ese elemento de ruptura
propio de la idea de iluminación del budismo zen, por medio de la cual
se alcanza el Satori. La iluminación es, de esta manera, una experiencia
abrupta y espontánea que permite reconocer la verdadera condición de
la mente y de la realidad. En este sentido, Suzuki, escritor y
practicante que llevó el budismo zen a Occidente, escribe explicando
este evento:
Por decirlo con otras palabras: el salto de la rana en el estanque, produciendo salpicaduras y ruido de agua, fue la ocasión –intelectual, dual y objetivamente hablando– para que Basho comprendiera que él era el estanque y el estanque era él y todo valor contenido en esta identificación no era otro que la propia identificación en sí misma. Nada había que añadir a lo ocurrido (Suzuki, 2007, p. 127).
Este evento es reinterpretado por uno de los poemas de Dávila Andrade
en el cual escribe:
Así, cuarenta años
maduró la atención de Sí Mismo
sobre todos los nones cambiantes.
Y llegó cierto día a orillas de un bosque
y
tomó asiento en la hierba.
Mil años esperando a él solo
una rana cargada
de huevos color de perla de lodo,
estaba allí
detrás
a orillas de una charca
esperando
que el soplo del Macho empujara la carga encantada.
Y
saltó
y hubo ruido de agua y fue suficiente
y él oyó la armadura toda del Oído del Agua,
la forma sucesiva y la abrupta
y la entrada pura del charco de agujas
en el agua de vida
que ya cesaba en Él.
Dicha experiencia, que cambia la forma de comprender el mundo y el sí
mismo, es la búsqueda de Dávila Andrade. Por eso en “Yoga, Magia y poesía”, el
poeta apunta hacia lo primitivo con la magia, no como un sentido de
desechar el presente, sino de recuperación de la condición primigenia
de unidad que existía en el hombre con todos los seres humanos, con la
naturaleza y el espacio. Ese es el artilugio de la magia y de la
palabra, el rito del lenguaje que tiene en sí una “vocación del
infinito y absoluto”, por lo que es “menester querer soñar y saber
soñar”, en palabras de Baudelaire (1993, p. 227). Sueño e imaginación
en la que la poesía se vacía para ser llenado por la divinidad; como
el maestro Eckhart planteaba, la desnudez y vaciamiento de las
creencias, para encontrar la divinidad donde siempre ha estado.
En este sentido, la búsqueda de Dávila Andrade se completa como una
totalidad, una unidad, una sola entidad poética que abraza todos los
sueños y el deseo del hombre por la verdadera libertad y felicidad.
Aunque su vida haya cesado, para siempre tendremos las grandes
iluminaciones del lenguaje que nos legó en su obra, ese pequeño mago y
su rito de poesía e imaginación.
Referencias
Cussen, F. (2015). Un ensayo sobre mística y poesía contemporánea.
Recuperado el 10 de octubre de 2016 en
https://www.upf.edu/forma/_pdf/vol04/forma_vol04_03cussen.pdf
_______ (2007).Un puño abierto (discusiones en torno al hermetismo
poético). Tesis doctoral de la Universidad Pompeu Fabra.
Dávila A., C. (2010). El vago cofre de los astros perdidos. (Ant:
José G. Vásquez). Caracas: Fundación El Perro y La Rana.
_________ (1993). César Dávila Andrade: Poesía, narrativa, ensayo. Caracas:
Biblioteca Ayacucho.
Gordillo S., A. (2013). Budismo zen en la etapa hermética de César
Dávila Andrade. Recuperado el 27 de mayo de 2016 en
http://repositorio.educacionsuperior.gob.ec/bitstream/28000/1542/1/T-SENESCYT-00675.pdf
Liscano, J. (1967). “El solitario de la gran obra” En Revista Zona
Franca, N 45.
Paz, O. (1990). Los hijos del limo. Barcelona: Seix Barral.
Suzuki, D. T. (2007). Budismo zen. Barcelona: Kairós.
*@aullidodecisne (Josué Calderón). Nacido en San Cristóbal, Venezuela, en 1993. Licenciado en Letras Mención Lenguas y Literaturas Hispanoamericanas y Venezolanas por la Universidad Los Andes, Mérida. Durante seis semestres cursó modalidad carreras paralelas con Letras Mención Lenguas y Literaturas Clásicas en la misma universidad. Actualmente colabora con el cuerpo editorial de la revista Casaviento de la Escuela de Letras, ULA, y con la Editorial Los Perros Románticos, Chile. Ha publicado el poemario Apuntes desde el Eretz (plaquette Colección de poesía naciente venezolana Ojos de videotape, lospoetasdelcinco editora, Santiago de Chile, 2013).
Excelente ensayo, @aullidodecisne, desconocía al poeta César Dávila Andrade, agradecida por el acercamiento a su obra a través de tu publicación. Un gran aporte para la revista Periplos.
Excelente trabajo de investigación y de difusión acerca de un extraordinario poeta latinoamericano, quizás muy poco conocido entre la comunidad lectora en general. Además, sobre un aspecto de sumo interés, como lo es el budismo zen. Te felicito, @aullido-de-cisne. Y bienvenido a Periplos; gracias por tu aporte, que le da mayor amplitud a nuestra publicación, y considerate invitado a participar en las iniciativas que impulsa EquipoCardumen. Un abrazo.
Gracias a ti por la invitación. Un abrazo José.
Es realmente increíble la conexión entre el poema, el haiku de Basho y el texto de Suzuki, de modo que, y hablando herméticamente, hacen una especie de triada.
1 Uno de ellos es el centro, el haiku centra y condensa la experiencia de la rana en las tres clasicas lineas.
2 César Dávila Andrade contruye un poema lleno de contradicciones, pero lo hace aproposito porque quiere reflejar lo que los ingleses llaman el No-Sense, elemento basico del Satori.
3 El Maestro suzuki devela a uno, y cuando lo hace, descubre a los dos, su pensamiento termina de rodear los dos materiales.
Así es, un abrazo y feliz por tu lectura. Me alegra la atención que has dedicado al texto.
Parte de mi interés de investigación son las mediaciones entre creencias espirituales y poesía. Espero que lo disfrute.
realmente lo disfrute, me parece un apartado muy original, te estoy siguiendo !
¡Wow, felicidades por tan espectacular ensayo!
Muy bien escrito, estructurado y un excelente tema, ese gran poeta latinoamericano es desconocido, yo lo escuché un par de veces en la universidad, sin embargo, no he leído ninguna de sus obras.
es un gran aporte, tenías tiempo sin publicar.
¡Saludos, un abrazo!
Sí, andaba desaparecido, quizá vuelva. Poco a poco @josemalavem me anda apoyando en volver-
Entonces, Bienvenido nuevamente!
Leí a César Dávila Andrades hace muchos años, para ese entonces era un adolescente buscando entre esos poetas oscuros como era el manejo de las metáforas, me llamó mucho la atención su poesía, ahora que leo esta información puedo entender algunos aspectos, sin embargo tendría que desempolvar el libro que aún conservo y hacer algunas relecturas. Es grato haberlo leído @aullidodecisne.
Siempre y cuando sirva para desempolvar un viejo libro me doy por satisfecho (:
Bienvenido a la comunidad de #Equipocardumen, @aullidodecisne. Un tremendo artículo que demuestra la necesidad de los trabajos críticos para promover la poesía y ayudar a "el lector [que] no tiene herramientas o “protocolos” necesarios para poder comprender el texto".
Pocos poetas de los llamados herméticos han hecho el trabajo de ayudar a potenciales lectores a entender su obra. T. S. Elliot tuvo que hacer una edicion anotada de The Waste Land para poder hacerla accesible, incluso para la gente ya ligada a la literatura.
Si no lo hacen los autores, han de hacerlo los críticos. Ciertos textos merecen ser entendidos y valorados por tantos lectores como sea posible.
Excelente trabajo divulgativo. Esperamos seguir leyendote.
Buenisimo comentario. precisamente Eliot tiene varios ensayos que habla sobre los poetas metafísicos y también oscuros.
Agradecido por la lectura.
Gran ensayo ! (En la noche lo comento, tras una releectura)
Hola @aullidodecisne. Me parece un tremendo ensayo. Sinceramente desconozco al poeta César Dávila Andrade pero algo sé sobre budismo zen. Me ha resultado un gran placer haberte leído y me has despertado mucho interés en Dávila Andrade. Saludos
Muy buen trabajo de investigación y crítica de la obra de César Dávila, creo que la mayor parte de la poesía resulta elusiva, lejana y finalmente hermética para la mayoría de las personas.Trabajos de introducción y presentación como este favorecen que personas sensibles se aproximen a la poesía y de pronto encuentren algo que los atraiga o enganche personalmente. Gracias por compartir@aullidodecisne.
Paso a saludar y felicitarte por tu excelente artículo para la revista Periplos.
Es un trabajo digno del poeta César Dávila Andrade. El budismo es un tema, sin duda, muy interesante, y más en la forma en que lo presentas.
Gracias por hacer de Steemit un lugar mejor.
Disculpa, por último, la tardanza en visitarte. Un virus me ha fastidiado mucho estos días.