PRELUDIO A UNA DESPEDIDA - PRELUDE TO A FAREWELL

Hoy quería referirme un poco a la tristeza que me agobia ante la próxima despedida que me toca hacerle a uno de mis hijos, aún ya casado duele saber que próximamente no lo tendré cerca, más aún porque pienso que al casarse no perdí un hijo sino que gané una hija. Sin embargo la joven pareja ha decidido recorrer algo de mundo, ver que hay en otras latitudes.

Yo misma siendo adolescente salí de casa con el fin de ir a estudiar, algo bastante lejos y a donde fui a parar encontré gente linda, amigos y amigas de diferentes países, personas que aún hoy en día nos tratamos como hermanos. Ojala mis muchachos corran con la misma suerte de conseguir gente bella que los acoja y reciba con cariño y solidaridad.

Hay un dicho muy sabio que dice, “en Roma has como los romanos”, consejo que les doy porque a la final quienes estarán de visita son ellos y la versatilidad del pueblo venezolano radica en lo fácil que se adapta a cualquier circunstancia sin dejar su propia identidad, es decir su alegría, optimismo y emprendimiento.

Les digo a mis hijos que espero les vaya bien, que consigan lo que esperan encontrar y que esa experiencia de vida luego puedan contársela a su descendencia. Recuerdo que estando papá vivo nos comentaba pasajes de su viaje por el mundo y nosotros veíamos con mucha curiosidad los recuerdos que trajo consigo; de mi mamá puedo decir que ella en sus recuerdos tenía momentos muy tristes pues le toco vivir en pleno desarrollo de la 2da guerra mundial, situación que para una pequeña niña marcó toda su existencia.

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No es fácil despedirse de los seres queridos, más cuando una los ha parido, espero si, haberlos criado bien, de manera tal que donde vayan dejen en alto los valores y principios bajo los cuales crecieron. Yo esperaré pacientemente a que cuando decidan volver al hogar encuentren acá lo que nunca dejamos de amar; contemplar un atardecer larense, comer un sabroso pabellón criollo o un rico aguacate, un sabroso dulce de leche o un rico chocolate, tomar una deliciosa chicha o fororo, sentir la brisa del hermoso mar Caribe o escuchar el sonido del agua golpeando las piedras en un pequeño caudal de agua, olfatear un rico café recién colado o sentir el frio de una noche de montaña, cosas que terminamos apreciando más cuando las tenemos lejos, fuera de nuestro alcance.

Éxitos mis hijos en todo aquello que decidan emprender!

PRELUDE TO A FAREWELL

Hello, my STEEMIT people!

unicasa.com.ve

Today I wanted to refer a little to the sadness that overwhelms me before the next farewell that I have to do to one of my children, even married it hurts to know that soon I will not have close, especially because I think that when I married I did not lose a child but I won a daughter. However, the young couple has decided to travel around the world, see what is in other latitudes.

As a teenager I left home to go to school, something far away and where I went to find beautiful people, friends from different countries, people who still treat each other as brothers. Hopefully my boys run with the same luck to get beautiful people who welcome and receive them with love and solidarity.

There is a very wise saying that "in Rome you have like the Romans", advice that I give you because in the end who will be visiting are them and the versatility of the Venezuelan people lies in how easy it adapts to any circumstance without leaving their own identity, that is, its joy, optimism and entrepreneurship.

I tell my children that I hope they do well, that they get what they hope to find and that their life experience can then be told to their offspring. I remember that being a living father told us passages of his trip around the world and we watched with great curiosity the memories he brought with him; from my mom I can say that in her memories she had very sad moments because she had to live in the middle of the 2nd world war, a situation that for a little girl marked her entire existence.

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It is not easy to say goodbye to loved ones, more when you have given birth to them, I hope yes, to have raised them well, in such a way that they leave the values ​​and principles under which they grew up. I will wait patiently so that when they decide to return home they will find here what we never stop loving; to contemplate a Larense sunset, eat a tasty Creole pavilion or a rich avocado, a tasty dulce de leche or a rich chocolate, drink a delicious chicha or fororo, feel the breeze of the beautiful Caribbean sea or hear the sound of the water hitting the stones in a small flow of water, sniffing a freshly brewed coffee or feel the cold of a mountain night, things that we end up appreciating more when we have them far, out of our reach.

Successes my children in everything they decide to undertake!