RABIA AUTÉNTICA

in #emociones4 years ago

La rabia, esa emoción que creemos conocer y que la gran mayoría de personas busca controlarla o evitarla porque cree que saca lo peor de nosotros mismos, hace daño y hiere a uno mismo y al otro. Esa emoción que sube como un volcán en erupción y que tan difícil es controlar o hacerse con ella.

Es una emoción que tradicionalmente se ha catalogado como negativa… entonces, si es mala… ¿para qué existe? Quizá nos estemos perdiendo alguna dimensión de esta emoción.

Soy ferviente defensora de que las emociones no son ni buenas ni malas, simplemente son. Todo depende de lo que tú hagas con esa energía.

Las emociones existen para ayudarnos a superar alguna situación que se nos presenta, y en función de lo que “creamos” acerca de esa situación, así haremos.

Nos solemos crear nuestras percepciones en función de nuestras creencias, lo que nos han enseñado, nos han contado y aceptamos como válido (generalmente en nuestra infancia cuando la información viene de alguna de las figuras que considero de autoridad).

Si me definen que la RABIA es ira, odio, enfado, furia, resentimiento, hostilidad, violencia… y cuando lo compruebo en la vida veo que todas las personas cuando utilizan esta emoción a menudo se sienten mal y se desestabilizan… es inevitable que crea firmemente que es una emoción mala, negativa.

En esa definición se olvidan de mencionar que la RABIA es la emoción que nos pone en movimiento, que nos ayuda a identificar cualquier situación que consideramos injusta y reaccionar contra ella. Esto no quiere decir que cuando conecto con esta emoción me tenga que poner echa un demonio, sino que simplemente me ayuda a solucionar situaciones en las que hay desequilibrio, hay mentira, hay manipulación… En definitiva, me ayuda a TRAER JUSTICIA A MI VIDA.

Pero qué es lo que ocurre si continúo con el patrón de que es una emoción negativa, que hay que controlarla, no dejarla salir, que me asusta o da miedo, que no me gusta en quién me convierto… pues que poco a poco vamos a ir eliminando su función de traer justicia, y poco a poco comenzaremos a tragarnos más y más mentiras y mirar para otro lado, más y más manipulaciones y no solo mirar hacia otro lado, sino que además podemos defender a los que manipulan, o incluso yo me puedo volver un mentiroso, manipulador y ser totalmente injusto conmigo y con otros.

Como nos enseña Preciada Azancot a través de la Ingeniería Emocional, la rabia es la emoción que nos ayuda a identificar y erradicar las mentiras.

En su obra MAT la define así:

“La rabia es la facultad innata de reaccionar contra injusticias, manipulaciones, mentiras, agresiones e inversiones que puedan alterar el equilibrio perfecto de tu estructura o de la de los demás y que requiere denunciarlas y confrontarlas. Es la energía necesaria para la afirmación y la protección de dicho equilibrio”

Esta definición es mucho más completa y nutritiva que otras que puedas encontrar por ahí, ya que te está dando las claves de cómo funciona esta emoción, cuándo hay que utilizarla y sobre todo el CÓMO hay que hacerlo.

Es importante que entendamos y empecemos a reconocer en nosotros mismos, que es la energía necesaria para la afirmación y la protección del equilibrio, porque esto se nos suele olvidar.

Con esto no quiero decir que estemos en constante lucha, ya que es muy habitual que consideremos que lo que ocurre a nuestro alrededor es injusto y por ello hay que erradicarlo. NO. Gracias a esta energía que nos proporciona la RABIA AUTÉNTICA, podremos discernir aquello que es realmente injusto, aquello tras lo cual existen realmente mentiras… pero claro, mi mente ha de estar libre de creencias limitantes y paranoias, y ser conscientes también que cada uno ve e interpreta el mundo desde su mapa mental, muy condicionado también por su Tipología de la Personalidad (en otro post te hablaré sobre esto y cómo y qué emociones nos conectan o alejan de nuestra personalidad innata).

Los coaches que utilizamos la Ingeniería Emocional como herramienta base para todos los procesos de clientes y alumnos, nos dedicamos precisamente a limpiar nuestra mente de creencias que hacen que vea la realidad de una manera distorsionada, para una mejor identificación de la situación que estamos viviendo y así poder conectar con la emoción correspondiente, con la energía que me ayudará a solucionar esa situación y devolver el equilibrio y armonía a mi vida.

Eso es lo que hacen las emociones (todas), la rabia también. Pero es importante que conozcamos cómo funciona de manera “auténtica”, ya que como la conocemos en con su faceta disfuncional. Ya sabes que cuando una emoción es disfuncional, es porque estamos utilizando una emoción que no me ayuda a solucionar la situación en la que estoy, y en lugar de avanzar, lo que hace es crear un nuevo problema o conflicto, retroceder, generar nuevos bloqueos y desequilibrios.

Por ejemplo, alguna manifestación de la rabia disfuncional es cuando nos quedamos paralizados ante situaciones que claramente y ante nuestras narices nos están mintiendo o nos están manipulando. Hay auténticos expertos en manipulación y en maltrato psicológico que no tienen reparos en desplegar sus argucias basadas en mentiras e incoherencias para conseguir lo que quieren de la otra persona en su camino en busca de poder o dominación (presta atención a partir de ahora a esto). Al quedarnos paralizados ante este tipo de situaciones, no solo estoy permitiendo esa injusticia (¿te volverías también cómplice de ella al permitirlo?), sino que pierdo energía, fuerzas, me bloqueo, mi seguridad y autoestima se ven dañadas, pierdo cualquier atisbo de respeto por mi o por otros al permitir situaciones que resultan un peligro para la integridad… Y mucho más.

A veces, esas mentiras que dejamos pasar son pequeñitas y miramos a otro lado y no ocurre nada, pero es una injusticia igual y se acumulan… y sabes qué ocurre cuando se empiezan a acumular… como el vaso de agua que se desborda con la última gota.

Y eso es lo que también ocurre con la rabia, que si no le damos salida en el momento en el que ha de salir… se acumula y podemos tener explosiones totalmente desproporcionadas y fuera de lugar cuando ocurre algo pequeño, pero eso pequeño… es la gota que hace que el vaso se desborde… ya no podías almacenar más rabia y se te desborda.

Esto es probablemente, lo que ocurre de manera más común, y quizá sea por esta razón (por las explosiones desproporcionadas y fuera de contexto) por lo que esta emoción es una de las que menos nos gustan y queremos evitar a toda costa.

Otra manera de manifestarse la rabia de manera disfuncional es cuando se manifiesta por exceso.

Ten en cuenta que la Rabia es una emoción que no piensa, por lo tanto, es ciega, simplemente actúa (la emoción que piensa es otra, la Tristeza… te lo cuento en otro artículo).

Cuando tenemos esta emoción inflada, hace que tengamos tanta energía, tanto exceso, que nos cegamos. Podemos entender que cualquier circunstancia que ocurre en nuestra vida es injusta, que haya manipulaciones, que todos mientan, que las personas van contra mí a atacarme, a aprovecharse… todos son malos y yo he de defenderme.

Es un planteamiento totalmente disfuncional, ya que al estar en modo combate, o bien en defensa o en ataque, hará que no aceptemos pérdidas, que no sepamos valorar las aportaciones valiosas de otras personas, que desconfiemos, dejemos de ver oportunidades que me invitan a desarrollar y crecer, a compartir…

La vida no ha de ser una lucha constante, hay otras maneras de solucionar cualquier situación con inteligencia y creatividad. La vida es fluir la vida es felicidad, la vida es permitir ser y permitir estar, es amarte y amar a otros, es crecer y hacer crecer… en definitiva es libertad de Ser.

Lo que ocurre cuando estamos embriagados con la rabia, es que se nos nubla la razón, dejamos de pensar (o si pensamos es desde la desconfianza) y, por lo tanto, dejamos de ser capaces de identificar lo que es verdad de lo que es mentira.

Presta atención a cómo de dimensionada tienes esta emoción, que como el resto de emociones auténticas es maravillosa siempre que esté en su correcto tamaño y su correcto funcionamiento, pero que cuando está mal dimensionada estará actuando de manera disfuncional y puede ser muy contraproducente y puede afectar a tus relaciones y a la relación contigo mismo, con otros e incluso afectar a tu salud.

Cuando tenemos la rabia correctamente dimensionada, hace su función y nos abre las puertas a la siguiente emoción (Orgullo) que nos conectará con el Ser Interior, la capacidad de crear, de crecer y hacer crecer a otros. Ten en cuenta, que, si la rabia no está siendo funcional, no podremos acceder a la siguiente dimensión que nos trae la Transformación, lo perfecto y acabado, lo original, lo auténtico… (y mucho menos podremos alcanzar el Amor auténtico, ni mucho menos la Plenitud que viene de la mano de la Alegría auténtica)

Te invito a que explores esta emoción, y que conozcas la dimensión correcta de esta emoción.

Más información aquí: RESET EMOCIONAL.

Sandra Caba
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