Con frecuencia al empezar un negocio en sociedad, entre amigos que lo han sido durante años e incluso décadas, podría suceder que los primeros días todo marche aparentemente bien, pero, llega un punto en el que, sino se tienen las cosas claras pudieran caer en cruzar ciertos limites que sin duda va a traer algunos problemas.

Dividir entre amistad y negocios no sueles ser una tarea tan fácil para la mayoría, hay que tener un grado de madurez que permita ver objetivamente los límites entre ser amigos y ser socios. Y cuando hablamos de madurez no nos referimos específicamente a edad, sino al gran grado de madurez emocional que se necesita para poder hacer frente a esta realidad de la sociedad.

Casi siempre se suele comenzar con todo el mejor ánimo del mundo, las ganas de progresar en todos lo integrantes, abrazos y apretones de mano suelen verse en cualquier parte y en cualquier dirección, pero mantener esos ánimos durante todo el proceso suele ser la piedra angular del negocio.

Con el tiempo y las presiones que comúnmente se pueden presentar en cualquier emprendimiento, los ánimos suelen no ser los mejores y si además hay alguna de las partes que no esté dando el todo por el todo los problemas podrían intensificarse y llegar a serios problemas.

El inicio de un conflicto debe ser repentino y lo mejor es hablarlo a la brevedad posible para evitar que pase a mayores. Otro punto importante es, y aplicable a cualquier tipo de relación, evitar que haya emociones negativas al momento de hablar, es decir, no hablar en el mismo momento que se tiene la rabia encima**, ese tipo de emociones no son buenas consejeras realmente, suelen más bien complicar cualquier situación...

Para cualquiera que desee emprender un negocio, con una amistad, lo mejor es considerar muchos matices, dejar todos los puntos claros, las responsabilidades de cada quien lo más claro posible, para que así, previa distribución de tareas se pueda saber quien comete una falta en base a lo propuesto previamente.

Esto ha sido todo en esa publicación, sólo queríamos compartir algunas ideas con nuestros lectores, no pretendemos dar ningún consejo financiero, pero si al menos sentar una pequeña base para que sea considerada en el momento de querer emprender cualquier negocio con alguna amistad, puede ser una bendición o todo lo contrario, todo está sujeto a múltiples consideraciones para que las cosas salgan lo mejor posible, pero además, tener claro que cuentas claras conservan amistades y que entre los negocios y los amigos la línea de la responsabilidad y el respeto pueden quebrarse rápidamente.

Muchas gracias por leernos, hasta un próximo post.

_{Publicación previamente realizada en mi Fotro blog}