Entonces, es en este punto que queremos hablar de equilibrio, ser grandes pero no agrandados, ser humildes pero no sumisos, cosas que suelen confundirse y nos pueden poner en verdaderos aprietos, tantos si estamos en un extremo o en el otro.

Todos tenemos habilidades y destrezas que nos caracterizan, que nos diferencian, o quizás podamos tener esa situación económica que nos permita estabilidad y gozar de beneficios que parecieran ser exclusivos.

Y eso es bueno, tener posibilidades, pero ostentar de ello y creerte más por eso no está bien. Aquí entra el factor equilibrio, ser conscientes de que somos gratificados con una buena posición económica o de particularidades en cuanto a habilidades (cantar, bailar, inteligencias avanzadas, etc) nos debe hacer en vez de alguien creído, más bien una persona humilde, alguien que aun sabiendo de los beneficios que natural o socialmente tiene no se cree más que nadie, y que utiliza estas herramientas para el bien de muchos. Es una manera de agradecer al mundo por todo esto, ¿no creen?

Seguramente conocerán a alguien que por tener cierto estatus económico se cree más que los demás, y que nunca los vemos con buenos ojos. O en el período académico, ese cerebrito que siempre sacaba la mayor nota y estaba en permanente competencia, que no ayudaba a nadie, seguro que a alguien con estas características habrán conocido. De ellos también se aprende, pero se aprende a como no ser…

Pues, en este punto hablemos del polo opuesto, la sumisión. Queriendo no caer mal a otros, muchas veces se cae en una situación de sumisión total, casi una víctima, y eso para nada ayuda a la persona, ni tampoco a las que están a nuestro alrededor. A ver, reconocer que somos afortunados y no ostentar de eso, es lo lógico, no caer en arrogancias, pero no es que nos iremos al polo opuesto, en el que pasamos a prácticamente no tener ningún tipo de acción, y sencillamente obedecemos órdenes o tenemos una actitud totalmente pasiva e incluso lastimera.

El asumir tal actitud nos limita como seres humanos, no nos permite ser lo que pudiéramos ser, ni ayudar a nadie, ya que ni si quiera nos podemos ayudar a nosotros mismos.

Aquí es cuando es muy bueno ser muy conscientes de toda nuestra realidad tanto social como psicológica, para evitar caer en actitudes contraproducentes.

Bien queridos Emeeseese Seguidores, nos vamos despidiendo, después de hacer esta corta reflección en cuanto a las actitudes extremas que nada nos beneficias, lo mismo podríamos hablar en relación a otras características, sin embargo lo que queremos resaltar es que lo importante es mantener un equilibrio, en todo lo que hagamos, ya que es lo único que en general no causará ningún daño en nosotros ni en aquellas personas con quienes frecuentemente estamos en contacto., ¿no les parece?

Son momentos para hacernos mejores personas, mejores humanos y practicar todas esas buenas características que nos representan ante el mundo, que va expresada en acciones.

”Hagan bien sin mirar a quien”… así dicta el refrán.

Se despide su Emeeseese Team.