Mi materia favorita, y una de las que más tiempo he dedicado a impartir, es Ciencias de la Tierra, una materia hermosísima y maravillosa, pues encierra una cantidad de ramas del saber humano, necesarias para llegar a conocer todos los aspectos de nuestro planeta. Es lamentable que con los cambios sufridos por la distribución horaria de las materias que se imparten en Venezuela, ha bajado a la mitad el número de horas semanales disponibles para su enseñanza. De cuatro horas teóricas, a sólo dos, y ninguna hora de práctica.

A pesar de esto, sigo tratando de hacer de esta materia una oportunidad para que mis alumnos conozcan un poco de cada una de las disciplinas que no sólo los ayuden a comprender más la naturaleza de nuestro planeta, sino a alimentar en ellos el deseo por la investigación y la ampliación de conocimientos.

Comenzamos nuestra aventura de aprendizaje con Astronomía. Esta ciencia nos invita a conocer el amplio universo donde se encuentra nuestro planeta Tierra. Conocer cómo está conformado el universo y nuestro sistema solar nos permite comprender cómo se formó la Tierra y por qué es el único planeta del sistema solar que alberga la vida, al menos tal cual la conocemos. Utilizando recursos audiovisuales, se logra la visualización de las características más importantes de la parte del cosmos donde se encuentra La Tierra y su relación con los astros más relacionados con ella: la luna y el sol.

Seguimos nuestro proceso de aprendizaje entrando en los terrenos de la Geología. Comenzamos estudiando la estructura de la Tierra y los procesos internos que más han contribuido a la formación del relieve: Los volcanes y los sismos. Los primeros se estudian desde el punto de vista de las diferentes formas en que se manifiestan las erupciones volcánicas. Los sismos nos interesan no sólo como un fenómeno que puede transformar el relieve, sino en su capacidad para afectar las comunidades que viven en países sísmicos, como el nuestro. Hacemos énfasis entonces, el las normas que se deben seguir en caso de sismo.

Nuestro estudio de la geología del planeta continúa con la ayuda de la mineralogía cuando estudiamos los materiales que lo conforman: rocas y minerales. Allí aprendemos las diferencias entre las rocas de acuerdo a su origen, y luego conocemos los minerales más importantes y también aquellos que se explotan en esta región de Sudamérica, así como las características físicas que nos permiten identificarlos.

Cuando pasamos al estudio de otra capa de la Tierra, la atmósfera, comenzamos diferenciando los conceptos de tiempo atmosférico y clima. Entonces aprendemos que existen diferentes factores externos, que afectan a cada uno de los elementos que conforman el clima, es decir, temperatura, presión atmosférica, humedad, vientos y pluviosidad.

La hidrografía nos permite más adelante, estudiar los efectos de las masas de agua sobre los cambios terrestres. Como enseño en una zona costera, trato de enfocar el estudio hidrográfico acerca de las aguas marinas y la formación de las costas, ayudando así a mis alumnos a comprender más las características de las costas que se encuentran en nuestra región.

A pesar de lo limitado del tiempo disponible, se hace un acercamiento a otras ciencias como edafología, cuando estudiamos la formación y características de los diferentes tipos de suelo, o espeleología cuando aprendemos sobre las cuevas y otras formaciones cársticas. También a la ecología, cuando realizamos algunas actividades para tomar conciencia de nuestro papel en el cuidado de nuestro único hogar.

Me preocupa la manera en que los seres humanos estamos dañando el planeta, y pienso que una de las formas de contribuir a hacer de este un mundo mejor, es inculcar en mis alumnos el amor por su planeta y ayudarlos a desarrollar una mayor conciencia y a tomar acciones individuales o colectivas en pro de la conservación de nuestro frágil ambiente. Como docente, me hace feliz saber que, al menos algunos de ellos tengan el interés de ser mejores personas y mejores habitantes de este, nuestro único hogar.