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La auyama, o Curcubita (nombre del género al que pertenece, entre los que se encuentran Cucurbita ficifolia, C. argyrosperma, C. moschata, C. pepo y C. maxima) es un fruto muy interesante que muchos consumimos, pero poco sabemos que podríamos usarlo crudo.

En Venezuela usamos la auyama (también calabaza, zapallo,…) principalmente como verdura para las sopas, así como también lo preparamos en cremas y bizcochos. En algunos países es común que se coma no solo el fruto de la plata, sino además la flor, y en alguna ocasión vi que también las hojas de una variedad especial son usadas en algunas preparaciones de raíces africanas.

Les hablaré de esta verdura porque quise continuar acerca del consumo de vegetales crudos y de los sabores.

Les había comentado en las entradas anteriores que la experiencia relacionada con los sabores es muy nutritiva desde el punto de vista espiritual, porque es muy estimulante, y puede ser bastante fascinante descubrir los sabores que hay tras las formas convencionales como consumos los alimentos, es decir, tras el azúcar, la sal, los condimentos y a veces también tras la cocción.

¿Qué tiene de especial? Cualidades

Estamos tan habituados a la idea de que la auyama se cocina, que el sabor con el cual relacionamos a la auyama es el dulce que adquiere cuando la cocemos. La auyama es un vegetal con un sabor que para algunos es suave y para otros es más bien intenso. Puede ser una cuestión de gustos, aunque también puede tener que ver con las características asociadas al cultivo, como las condiciones climáticas y el suelo.

Acerca de la textura, te podría ser muy familiar porque se parece mucho a la de la zanahoria. En cuanto al sabor, en cambio, podría ser muy diferente.

La auyama cruda tiene una mezcla de sabores interesante, ya que sabe ligeramente dulce y a la vez nos brinda una cierta sensación picante parecida a la que obtenemos del jengibre. También se siente un poco astringente.

Así que si es tan diferente,
¿Por qué comerla cruda? ¿Cómo la incluímos?

La auyama cruda sabe muy diferente a cuando la cocemos. De hecho puede ser bastante fuerte, y por eso creo que su sabor y textura son muy aprovechables para agregarla en ensaladas, dándoles dulzor y picor. Por eso podemos agregarla rayada, y quizá ahorrarnos algunas especias o condimentos.

Estando tan acostumbrados a los sabores convencionales, como el dulce y el salado, se nos pueden hacer incómodos otros sabores, como el picante, o astringente que es característico de algunos vegetales crudos, sobretodo cuando están un poco verdes. El sabor picante-astringente es el que tiene por ejemplo el rábano o nabo.

La sensación astringente puede ser un poco contraproducente por varias razones. El sabor astringente suele indicar que los vegetales están verdes, y algunos vegetales se recomienda no consumirlos verdes. Sin embargo muchas veces son mitos que intentan más bien practicar el autoconocimiento, ya que en realidad no todos los alimentos son beneficiosos para todos o en todas las etapas de nuestra vida, ya que muchos de nosotros podemos desarrollar con la edad resistencia a cualquier cosa, y el sabor puede ser un indicador, además de la sensación, tanto en la boca como en el estómago, asociada a ese sabor.

Por ejemplo, en una ocasión sentí muchas ganas de comerme una ensalada cruda, y compré espinacas y rábano. Ya que las hojas crudas pueden ser también astringentes, aquella ensalada fue una pesadilla. Sentí un ardor inmenso en el estómago, además de que se me hacía muy difícil tragar los bocados por la sequedad en la boca. La cantidad que yo me había servido era demasiada. Pude haberme servido muchísimo menos y no habría tenido problemas. Por eso les digo que es una cuestión de autoconocimiento. Yo empecé sintiendo sabores extraños pero no me desagradaban. Decidí seguir adelante y lo que hice fue provocarme daño y una mala experiencia.

Entonces, ¿debemos tener cuidado?

Practiquemos la auto observación. Discriminemos de la siguiente manera:

• ¿Me gusta el sabor? ¿sí o no?
• ¿Quiero seguir sintiéndolo? ¿sí o no?
• ¿Me hace daño o despierta alguna sensación en otra parte de mi cuerpo?

Muchas personas pueden alarmarse con algunas experiencias, como la comezón o el ardor. Se que ambas sensaciones pueden ser terribles en la garganta, aunque también podemos tenerlas en la piel. Pueden ser provocadas por contacto, aunque también como una reacción nerviosa.

Yo pienso que guardar la calma y ser muy sensibles es suficiente en la mayoría de los casos. La respiración puede preocuparnos muchísimo. Puede ser angustioso que un alimento nos haga difícil el proceso respiratorio, pero hay que tener algún padecimiento particular para que nuestra respiración se vea afectada críticamente por ingerir un alimento cuando estamos bien atentos a lo que nos está causando.

Evidentemente, si comemos muy apresurados algo que nunca hemos comido, no nos fijaremos a tiempo en lo que nos causa. Por eso pienso que bastará siempre con permanecer atentos y hacernos las preguntas anteriores.

Si quieres hablar sobre algo, puedes hablarme en los comentarios.

¡Qué disfrutes tu nuevo ingrediente!

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NUTRIR EL CUERPO Y EL GENIO: Entradas anteriores

• (1) Comer creativo, como los hindúes:
  https://steemit.com/castellano/@siomarasalmeron/nutrir-el-cuerpo-y-el-genio-1-26-de-octubre-de-2018-comer-creativo-como-los-hindes-1540258446
• (2) El jugo, una forma de consumir vegetales verdes:
  https://steemit.com/spanish/@siomarasalmeron/nutrir-el-cuerpo-y-el-genio-2-29-de-enero-de-2019-el-jugo-una-forma-de-consumir-vegetales-verdes-1548698151

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