Incumpliendo la Distancia Social
Años atrás estuve en una serie de entrevistas, con el fin de ser contratado como conductor de camión. Cuando llegaba a la oficina donde me habían citado, en varias ocasiones hubo de tres a cinco sillas, y sólo una, -la primera- estuvo ocupada; la recepcionista me decía siéntese y espere su llamado. Siempre deje una o dos sillas vacías de por medio, en cuestión de segundos decidí. Cuando la vacante era para trabajo en equipo, no pasé el proceso. Hoy día al analizar la distancia “Proxémica” comprendo por qué no fui contratado.
Cuando resolvemos permanecer más de un metro de distancia entre una persona y otra, los psicólogos sociales dicen que es por la timidez o la incapacidad de relacionarnos espontáneamente con desconocidos. Sin embargo, en los tiempos actuales de la pandemia, los médicos-virólogos, nos están diciendo que entre dos y tres metros es una buena distancia, para que el virus al volar, no alcance al otro. Los jóvenes en muchas sociedades, no quieren entender esto y desobedecen la orden. Lo trágico es que quizás el virus no los dañe, pero ellos si pueden trasmitirlo a otra persona en sus comunidades que tengan defensas bajas.
¡Por favor, guardemos las distancias Próxemicas!