Consecuencias de una historia anunciada
En estos momentos donde la vida en el mundo gira alrededor de una enfermedad es cuando más la gente ha decidido aferrarse a Dios. Yo soy uno de esos, entendí que agradecerle y pedirle perdón es solo el comienzo de lo que debo hacer. No se trata solo de hablar, también es actuar, ser concordante con lo que digo, pienso y hago es mi mejor forma de honrar la oportunidad que me ha dado Dios, que en medio de tanta muerte y desesperanza yo estoy sana, viva y con las fuerzas necesarias para seguir día con día.