No soy digno.
Si tengo que demostrar algo para poder obtener lo que deseo, entonces no soy digno de merecerlo. No soy digno de merecer algo que es considerado un trofeo. No soy digno de demostrar lo que tus ojos quieren observar. No me convertiré en objeto de manipulación.
Sólo dejo que tus ojos y tus pensamientos puedan ir más allá de las fronteras de tus creencias para que lleguen al completo análisis de qué es lo que realmente quieres.
No puedo demostrar nada, y si fuese lo contrario, alteraría la credibilidad de que puedo ser siempre lo que estoy manifestando.
Adulteración de creencias... que aunque posiblemente nos lleven hacia un destino beneficioso, dejamos inhabilitada a: la razón. Dejamos que agentes externos vayan de la mano con nuestra potestad.
Las garantías son solo para cosas materiales.
En un mundo lleno de posibilidades, esperar la oportunidad es perder una de ellas.
Naturalidad inalterable como lo sientes en el alma, y no con lo que te inculcaron, porque el adoctrinamiento siempre ha estado vigente.
La derrota sólo es digna para aquellos que han comprendido el gran poder del aprendizaje. Aunque el resultado no sea a favor, la vida nunca nos alcanzará para la aplicación de mejoras.
Detrás de una gran victoria hay una gran preparación. Toda victoria es digna si hay satisfacción personal y no para demostrar destrezas que solo son para complacer a espectadores.