Gennady Golovkin-Saúl Canelo Álvarez, por el título mundial mediano
Un año después de empatar su primer combate, volverán a enfrentarse en Las Vegas. Estarán en juego los cinturones de la AMB y del CMB, en poder del kazajo.
El tiempo de las palabras fue largo y desagradable. Pero ahora llega el momento de los puños otra vez. Trescientos sesenta y cuatro días después de haberse encontrado por primera vez sobre un cuadrilátero, Gennady Golovkin y Saúl Canelo Álvarez volverán a enfrentarse para dirimir quién es el rey de los medianos (se podrán en juego los títulos de la Asociación Mundial de Boxeo y del Consejo Mundial de Boxeo, ambos en poder del kazajo). El combate será el sábado alrededor de la medianoche en el T-Mobile Arena de Las Vegas y la velada será transmitida por Space desde las 21.30.
Clembuterol. En esa palabra se puede encontrar el nudo del deslucimiento del camino hacia una pelea que tendría que haberse efectuado cuatro meses atrás y alejada de tanta metralla verbal. Pero algo salió mal: Canelo dio positivo en un un control antidoping por consumo de esa sustancia, fue suspendido por seis meses por la Comisión Atlética de Nevada y la revancha, prevista inicialmente para el 5 de mayo, debió postergarse.
El mexicano y su equipo alegaron que el positivo había sido consecuencia del consumo de carne contaminada con este fármaco, que se utiliza para acelerar el desarrollo del ganado vacuno y también como agente dopante en diferentes disciplinas deportivas ya que permite reducir el contenido graso y aumentar la masa muscular. Pero esta explicación, lejos de conformar, encendió la mecha en el campamento del kazajo.
Golovkin habla, Canelo escucha. Fue durante la conferencia de prensa del miércoles en el MGM Grand de Las Vegas. (Foto: AFP)
Golovkin habla, Canelo escucha. Fue durante la conferencia de prensa del miércoles en el MGM Grand de Las Vegas. (Foto: AFP)
Desde entonces, Golovkin, que se había manejado como un caballero en la víspera de la primera pelea al igual que su adversario, se despachó con todo contra Canelo y lo acusó de recurrir a drogas para mejorar su rendimiento. “No me creo sus historias de la carne contaminada. No se puede negar que había marcas de pinchazos en sus manos y sus brazos. Las marcas de inyecciones eran evidentes”, disparó el martes al llegar a Las Vegas. “Es el rival más desagradable y sucio que he tenido”, había dicho unos días antes.
El mexicano eludió los dardos y retrucó: “Esos son los gritos y lamentos de alguien que se está ahogando. Son las excusas que está poniendo por lo que se le viene el sábado, que es una derrota”. Y justificó su confianza en los dos meses de trabajo que realizó en su campamento en San Diego junto al equipo encabezado por su entrenador, Eddy Reynoso: “Es una de las preparaciones en que mejor me he sentido. Estoy confiado en lo que estamos haciendo”.
La postergación y tanta batalla verbal hicieron quedar demasiado lejos en la memoria la gran pelea que Álvarez y Golovkin protagonizaron en la Ciudad del Pecado el 16 de septiembre del año pasado y que terminó empatada en un fallo que no dejó conforme a nadie. Aquella noche, en la que se alternaron la supremacía en distintos segmentos de un duelo de alto voltaje, uno de los jueces, Dave Moretti, consideró ganador al kazajo por 115-113; otra, Adelaide Byrd, vio una llamativamente holgada victoria del mexicano por 118-110 y el tercero, Don Trella, falló parda en 114.
¿Qué puede pasar este sábado? “Creo que será un espectáculo de mucho dramatismo”, avizoró GGG, de 36 años, quien necesitará hacer valer su jab de mano izquierda y la potencia de sus golpes (acumula 34 nocauts en sus 38 victorias). El pelirrojo, nacido hace 28 años en San Agustín, en las afueras de Guadalajara, no tiene el poder en los puños de su adversario (34 de sus 49 triunfos fueron antes del límite pactado), aunque ostenta una variedad de golpes superior a la del kazajo, más limitado en su técnica.
Canelo avanza, pero Golovkin lo recibe con un golpe de mano izquierda. Fue durante el primer combate, el 16 de septiembre del año pasado en el T-Mobile Arena. (Foto: AFP)
Canelo avanza, pero Golovkin lo recibe con un golpe de mano izquierda. Fue durante el primer combate, el 16 de septiembre del año pasado en el T-Mobile Arena. (Foto: AFP)
El boxeador oriundo de Karaganda, en el centro de Kazajistán, trepará al cuadrilátero del abarrotado T-Mobile (las entradas están agotadas desde hace varios días) en busca de la 21ª defensa de su título. Si lo logra, superará el récord que comparte con el estadounidense Bernard Hopkins, quien conservó 20 veces su cinturón mediano entre 1996 y 2005.
Si bien es bastante más joven que su rival, a Álvarez no le falta roce en combates de alta exigencia: esta será su 13ª pelea mundialista y en su currículum hay adversarios de primer nivel como el puertorriqueño Miguel Cotto, el estadounidense Shane Mosley, el inglés Amir Khan, el cubano Erislandy Lara y el mismísimo Floyd Mayweather, su único vencedor.