Depredador - Capítulo XVII
Capítulo XVII
Charlie tenía una sonrisa cínica en su rostro, él firmemente pensaba que lo iba a matar y no porque tuviese habilidades para hacerlo, no era tan tonto de pensar que podía de tú a tú con el depredador, si no que le habían prometido que tan pronto como estuviese en aprietos, iban a disparar un gatillo e iban a acabar con el ojigris, una idea bastante tonta para las personas inteligentes, después de todo, si Liam era la razón por la cual ganaban millones y millones de dólares en bitcoins, ¿por qué iban a querer deshacerse de él?.
El error del vaquero es no pensar con la cabeza si no con las ganas de matar y eso lo estaba llevando directamente a su muerte. Liam no iba a tener piedad con él, tan sólo la palabra “PIEDAD” estaba muy lejos de su vocabulario.
El vaquero sonrió con más placer al escuchar las palabras de Liam y se acercó para tratar de darle un puñetazo con los guantes puestos, pues era lo único que traía de indumentaria de boxeo, pero el ojigris fue mucho más rápido para esquivarlo y darle un puñetazo aún más fuerte en la quijada.
Ese simple golpe causó furor en la multitud que no dejaban de corear el nombre del “depredador” a todo pulmón. Las rodillas de Liam estaban perfectamente dobladas para acercarse a él con la mirada asesina.
Flashback
—Mamá… mamá… despierta..— El pequeño Liam se acercó lentamente al cadáver de su madre para ver toda la sangre que salía sin contemplación, los ojos del ojigris estaban hinchados de tanto llorar.
—Mamá.. me dijiste que no te ibas a ir…— Él comenzó a moverle el hombro tratando de despertar a su madre, pero era imposible, ella tenía todo el pecho perforado por las balas de aquellos bastardos.
—Mamá…— Liam entendió que no importa lo que hiciera, él no iba a poder hacer despertar a su madre, así que con todo el dolor de su corazón subió las escaleras de su casa para encerrarse en su cuarto.
—Algún día me las van a pagar.— Fue lo último que dijo antes de cerrar la puerta, sentarse en la cama y quedarse allí hasta que alguien pudiera encontrarlo.
*Fin del flashback*
La primera personalidad de Liam le estaba mandando aquellos recuerdos al depredador para que sintiera más ira de lo que ya estaba sintiendo, esos recuerdos que el depredador siempre bloqueaba porque no quería saber nada de sentimientos, incluyendo el dolor. Pero era un muy buen incentivo en ese momento para hacer lo que él quería hacer. Hacerlo sufrir, hacerle pagar.
El depredador se alejó un poco del vaquero para darle la espalda y mirar a la multitud levantando un puño con el gesto serio, aquello simplemente hizo descontrolar a las personas que simplemente gritaban y gritaban la palabra “depredador”.
El vaquero aprovechó aquella “distracción” del hombre para acercarse y darle por la espalda, como buen cobarde, pero no contó con que el ojigris JAMÁS, se distraía y eso había sido una táctica para que él hiciera lo que él quería, cuando casi llegaba al cuerpo del moreno, Liam en un solo movimiento veloz, el hombre estaba en el piso con la mirada como plato.
El depredador comenzó a pisarle la caja toráxica como si estuviese matando a una cucaracha, los ojos del moreno estaban fijos en los del hombre que daba golpes a la pierna de él tratando de que se quitara, en último instante él depredador le dio una patada en la cara de él para alejarse.
—Tranquilo, no te voy a matar… aún. — Murmuró Liam mientras se quitaba los guantes desatando las cuerdas con los dientes, luego se sonó el cuello y comenzó a mirar de arriba abajo al vaquero, queriendo memorizar en su cabeza como se vería antes de su muerte.
Charlie miró hacia los lados buscando al hombre que tendría que estar pendiente para que parara la pelea con un disparo directo a la cabeza, sin embargo, no lo encontró y por primera vez en su vida, sintió muchísimo temor.
—Es.. Espera, yo.. muchacho, espera.. no quiero morir— El vaquero reaccionó poniendo las manos frente a él con la cara aterrada, aquel gesto hizo que la multitud se riera a carcajada, amaban cuando los contrincantes rogaran por su vida.
—¿No crees que la madre de Liam tampoco quería morir?— Habló el depredador con una sonrisa diabólica, su mirada estaba pegada a él y Charlie no entendía por qué se refería a él en tercera persona.
El ojigris se acercó a él y cada paso que daba, Charlie retrocedía hasta chocar con la jaula.
Cuando Charlie intentó escapar -en vano- sufrió una pequeña descarga eléctrica, esa era otra de las “novedades” de la Jaula, si querías escapar, te daba una pequeña descarga eléctrica, lo suficiente para que no lo intentaras otra vez, pero no tan potente para que perdieras la conciencia.
—Dios, ayúdame, ¡no quiero morir!— Pidió el hombre orinándose sin poder evitarlo; el vaquero estaba temblando de miedo.
El Depredador puso los ojos en blanco recordando su anterior pelea, puso los brazos como si fuera una cruz juntando sus piernas con una pequeña sonrisa.
—¿No te dijeron que aquí, yo soy Dios?
Como si estuviesen recreando aquella escena, el público comenzó a corear su nombre
—¡DIOS DEPREDADOR!—
—¡DIOS DEPREDADOR!—
—¡DIOS DEPREDADOR!—
—Éste es mi reino, Yo soy el que maneja los tiempos, yo decido como vas a morir porque no hay otra opción.— Liam aflojó al hombre para tirarlo al piso —Y el infierno es muy chico para estar los dos, por eso, te volverás cenizas frente a mis ojos y ni siquiera tu alma se quedará rondando por aquí.
Dicho eso Liam comenzó a romperle la cara de tantos puñetazos, la sangre comenzaba a salir, podía decir que su nariz ya estaba completamente rota; estaba cayendo en un estado de inconsciencia.
Cuando se percató que cerraba los ojos, Liam paró de darle golpes y miró hacia arriba, directamente a donde estaban los directivos, fue la señal que él le había dado para comenzar con su tortura letal.
La reja con la mesa llena de implementos de tortura fue abierta haciendo que la gente reaccionara con gritos eufóricos, tomó la primera jeringa y se lo inyectó en la vena, el líquido estaba lleno de Epinefrina (Adrenalina) que hacía que el hombre comenzara a reaccionar, aquello fue cortesía de Alexander Baggio, aprovechando que su mujer trabajaba directamente con el hospital. Liam le había pedido las poquitas veces que pudo ver a Savannah que le enseñara a Inyectar adrenalina y ella -bajo la supervisión de Alexander- lo hizo
—Ts ts ts ts ts— Hizo el sonido con su lengua negando con la cabeza con una sonrisa —No te me vayas a desmayar o peor aún, a morir cuando apenas estoy comenzando— El vaquero estaba un poco desubicado, pero se quejó de dolor al sentir como su cara estaba hinchada; quiso levantarse, sin embargo, aquel dolor era insostenible.
Liam se dirigió hacia la mesa para relamerse los labios al ver la cantidad de implementos de tortura, tomó el Alicate y miró al vaquero que yacía en el suelo con lágrimas en los ojos.
—Es momento de divertirme…—
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Sources: 1, 2
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