EL BUCLE
EL BUCLE
A lo lejos, miro una niña vestida de café y coletas, manipular una masa de plastilina con brillantina que su madre le ha regalado. El sitio realmente huele mal, las paredes están llenas de cochambre. Se pueden ver las goteras y las luces parpadean constantemente sobre la sala de espera. Vaya cagada de vida que me he pegado todos estos años, lo peor ni siquiera es este momento, sino tener que despertar cada mañana con el deseo de poder borrar memorias
no deseables y que todo sea diferente. Claro, me lo digo a diario, pero nada de eso sirve porque es porquería. Sutilmente volteo mi cabeza hacía la derecha, una mosca se posiciona en la banca. Irritante e inoportuna; así suele ser la mente.
Sueños escabrosos y realidad inevitable, pareciera más un desierto que un paraíso, pero ¿qué sería de mí
si estuviera en un mejor lugar y no en este?
He encontrado un mejor antibiótico que el de estos charlatanes, creo que me daré por vencida y volveré a
la vida. Un ritual de liberación.
[Alguien interrumpe]
-Disculpe, me podría enseñar su boleto. Es una rutina de inspección.
-Claro. [Le da su boleto]
[Sonríe]
-Bienvenida a "EL BUCLE". Más tarde la recogeran para que vuelva a
mostrarnos su monólogo, qué tenga un lindo día.
[...]
Me gusta, Do#a Angélica =B, muy bonita tu mente.