Es@ soy yo

Es@ soy yo
Qué fácil es cuando vamos a emitir un juicio a alguien o cuando lo vamos a criticar, o a comparar con nosotros, o a acompañarlo en un sentimiento positivo o negativo y más aún cuando nos pide un consejo
Sacamos todo lo que llevamos dentro y lo colgamos en esa persona. Pero cuidado, vas a colgar en ella, tu propia personalidad. Porque es tu cerebro y no del otro el que está funcionando para ese momento.
Ejemplo 1. Alguien llega nuevo a nuestra comunidad, al aula de clases o a cualquier reunión y simplemente se unió al grupo.
Empieza el juego sucio de nuestro cerebro:
-Mira como camina, y, habla mirando por encima de sus hombros.
Es que se cree mejor que los demás.
Te recuerdo. ¿Quién está pensando? Por supuesto, tú. Quizás esa persona este pensando otra cosa o tenga algún problema físico. Entonces, eres quien para el momento, se cree mejor que esa persona. Cuesta reconocerlo pero es nuestra realidad.
Luego entonces, no pensemos por ninguna persona hasta tanto no la conozcamos. Esto simplemente nos sirve para conocernos mejor a nosotros mismos.
Así pues, sigamos conociéndonos.
Ejemplo 2. Entras a un funeral. Miras a alguien llorando con mucho sentimiento cerca del ataúd. Y lloras amargamente.
Es porque estas recordando a ese alguien muy querido que perdiste hace un tiempo atrás. Y el momento que estas viviendo te trae al presente un cúmulo de recuerdos. En ese momento casi que no eres bueno para darle un consejo.
Si al contrario, no has vivido el momento, eres el mejor consejero del mundo y le pides a esa persona, muy fácilmente, que siga adelante en su vida y prácticamente le estás diciendo que es lo mejor que le ha pasado. Si no lo has vivido, no sabes lo que significa.
Ejemplo 3. Alguien dijo un chiste que te pareció demasiado bueno. Y reiste hasta el cansancio.
Es porque viene a tu memoria una experiencia muy graciosa parecida a lo que se cuenta para el momento. Si te resulta todo lo contrario, no encontrarás lo gracioso del chiste.
Ejemplo 4. Alguien te pide un consejo para resolver un problema con un familiar o con su pareja.
En este momento sacas todo lo que tu quisiste hacer, con una experiencia parecida, pero que nunca pudiste resolver y que crees que es como se podría solucionar dicho problema.
Pero te recuerdo, nunca has podido aplicar esos consejos que recomiendas. Por lo que te exhorto a que no le soluciones los problemas a los demás. Cada uno es un mundo y cada quien resuelve a su manera. Sólo pídele que evoque lo que cree que le dará solución y dale algunas herramientas que puedan guiarlo.

Ahora si estamos algo preparados para conocer un poco del otro. Pidámosle que escriba palabras con significado positivo y negativos que se le ocurran.
Este sacará todo lo que tiene en su cerebro para el momento de responder.
Entonces si, es esa persona la que dirá todas las palabras que lo describirán. Es allí cuando podemos descubrir algunas de sus características mas marcadas.

Para poder conocer a los demas , debemos empezar conociéndonos a nosotros mismos.