Here my entry to the contest, @f3nix. I hope it's to everyone's liking.

Cuando se acercó, estaba sudorosa y su aliento estaba un poco entrecortado. Se acercó y notó que la mancha se estaba haciendo más extensa y oscura. ¿Qué podría ser? Miró el cielo. Las nubes amenazaban con descargarse con toda su furia, a pesar de que WeatherBug había dicho que la lluvia aguantaría hasta mañana. Fue muy mala idea salir. Tendría que irse a casa lo antes posible. Sintió un sonido detrás. Se dio la vuelta y con una mirada panorámica miró el bosque. La oscuridad empezaba a envolverlo todo. Trató de calmarse: aunque era poco probable, algunos animales probablemente estaban acechando en los árboles en ese momento. Se inclinó para atarse las trenzas de sus zapatos. Debía irse, pero un ruido más fuerte hizo que se pusiera de pie. Miró el agua y un número infinito de olas alrededor de la mancha oscura hizo temblar las hojas esparcidas en el estanque. Este día había sido un día de mierda, pensó. Tendría que acelerar el ritmo antes de que empezara a llover. Intentó caminar, pero su cuerpo no respondió. Trató mil veces mover las piernas y el cuerpo, pero todos los intentos fallaron. Tuvo miedo. La oscuridad empezaba a ser una amenaza. Sintió que la tierra se movía, a pesar de sí misma, también la sensación de que sus pies echaban raíces en la capa de hojas secas. Ineficazmente, trató de justificar su parálisis: el golpe, el cansancio, el día de mierda que había tenido. Miró por todas partes y sólo el sonido del silencio rompió sus tímpanos. Como si estuviera fuera de su cuerpo, vio sus delgadas piernas envueltas en una costra de madera. Estaba segura de que estaba alucinando: un nivel bajo de azúcar en la sangre podría ponerla en esa situación. Cerró los ojos y trató de respirar tranquilamente, una y otra vez. Sus pulmones estaban empezando a doler, y también sus hombros. Como en un sueño, de su cuerpo rígido comenzaba a brotar filamentos y ramas, considerables y pequeñas. Abrió los ojos y ante su mirada perdida, gruesas gotas comenzaron a caer.
A la mañana siguiente, cualquiera que hubiese visto la imagen del bosque habría dicho con certeza que esos árboles estaban allí desde el principio del mundo. Excepto uno, uno grande cerca del estanque. Sharon, como en un sueño, vio que los pájaros hacían sus casas encima de ella y alguien, con un cuchillo afilado, le hacía un corazón.