MIS HIJOS-SEMILLAS AL VIENTO QUE VOLARON LEJOS

Casi no lo puedo creer, solo dos hijas me quedan en Venezuela, una muy pendiente de mí, la otra, en proceso de perdonar. Los varones, después de intentarlo todo, se lanzaron en busca de progreso.
Primero partió el buscador de sueños, se fue a trabajar cualquier cosa, llevando en su mente un caudal de sueños y proyectos, buscando trabajar y sentar base para llevarse a sus hermanos primero, a sus padres después.
Trabajo en caballeriza, como todo un vaquero, lo importante era sostenerse y ver un buen ambiente de vida. Se gano el aprecio de la familia dueña del lugar, paso que lo adoptaron como hijo, sus valores le granjearon aprecio y admiración
Vivió allá el tiempo permitido por inmigración, hasta trabajo envolviendo en plástico maletas de viajeros a domicilio, el trabajo le permitió costear sus gastos y ayudar a su familia en Venezuela. Dominar el idioma le ayudo bastante, dejo buenos contactos y regreso a la patria.
Lo que vio fue situación más difícil, un país destruido por la anarquía, no quedaba cosa otra que regresar y permanecer hasta llevarse a los suyos. Mientras el hermano menor, terminaba la ingeniería y había que ayudarlo. Un universo de situaciones envolvía a la familia que luchaba con la presión económica y los escasos ingresos que ya no alcanzaban para comprar comida y pagar gastos. El padre taxeaba, pero el carro se daño y quedo parado sin conseguir los repuestos, se hizo especialista en préstamos bancarios con tarjeta de crédito y altos intereses, aun así, la plata no alcanzaba.
Dólar tras dólar que reunía tenía su objetivo trabajo duro, supero con creces las enseñanzas paternas, la unión familiar fue su credo y convicción, sus hermanos lo escucharon y juntos se hicieron cómplices del gran plan para emigrar en familia.
Llego el gran día, después de regresar y conseguir otro trabajo allá, lejos de la patria, el hermano menor termino la carrera y prestos planificaron su salida hacia el sur, muchos fueron los avatares para cruzar la frontera de Colombia. Aprendieron por internet las costumbres y procesos documentales para que el menor de los hermanos tomara también su camino hacia el progreso.
Los padres no se quedaron fuera del plan, lo acompañaron a pasar hacia San Cristóbal, San Antonio y el Puente Internacional Simón Bolívar, muchas fueron las calamidades y vejaciones fronterizas, y finalmente partió por aire desde Cúcuta, hacia el sur. Otro mundo se abría en el horizonte, la alegría de ver al hijo emprender camino hacia un mejor futuro, disminuyo la tristeza natural que sufren los padres ante la partida.
El hermano ingeniero trabajo de mesonero, alquilo posada en un hostal y comenzó una vida en otro país, buscando trabajar en su profesión y seguir los planes con sus hermanos. De pronto consiguió trabajo en una contratista y cambiaron las perspectivas, el progreso se abrió ante sus ojos. Lo venezolanos son en realidad muy buenos ante las adversidades.
Se gano el aprecio de la dueña del hostal, que lo asumió como su hijo, algo parecido con lo que paso con Miguel en el norte. Se asombraba la señora que hasta vio que sabia cocinar y defenderse en sus necesidades en general, bien enseñado por su madre, enseño a preparar la pasta como en Venezuela a la dueña del hostal y comenzó a ganarse amigos, se llevo a sus compañeros de tesis de Venezuela dos meses más tarde y ya les tenia conseguido trabajo en el mismo Restaurant, los venezolanos son queridos en todas partes del mundo a donde emigran.
Ya es un decir en todas partes, que donde estaba ese talento dormido de todo un pueblo o quizás la respuesta sea, que se despertaron los más grandes talentos ante grandes necesidades que atormentan a un pueblo que pugna por buscar horizontes de vida.
Hay que pensar el esfuerzo que realizan los muchachos que vienen de tener su propio cuarto en su casa y que de pronto tienen que compartir baño, tender su cama al levantarse, preparar su comida ,lavar su ropa, plancharla, lavar el baños cuando les toque, en fin toda una experiencia invalorable que la vida plantea, que el Universo enseña
Al comenzar a ganar más o menos su dinero y cubrir sus gastos, comienza el proceso de preocuparse de sus hermanos en Venezuela y sus padres, ayudar en lo que se puede y lo mas importante, es reunir dinero para ayudarlos a emigrar también.
Compartir ese liderazgo con el hermano Miguel fue para Andrés una ilusión, un deseo cumplido, convencer a sus hermanos con hijos pequeños que había que salir y buscar futuro no fue fácil y lo lograron.
El orgullo de padres ha sido grande, verlos crecer, fortalecer sus esperanzas, actuar sin perder la fe, perseverar en general, todo un cumulo de sensaciones de vida que indican que son seres bien adultos y solidarios ! que mas puede desear un padre y una madre!!!, más que verlos en una situación económica prospera con una buena familia es verlos con la dicha de ser seres humanos grandiosos, buenos ciudadanos, civilizados que aportan sus virtudes a cualquier cultura donde germinen como semillas de bien, amor, prosperidad.
Lograron que su hermano renuente ,Jose emigrara y tuviera ya trabajo, hace no menos de un mes y ya el mayor de ellos los hombres de la familia, Fernando está en camino, buscando un futuro promisorio para su familia, no solo su mujer e hijos sino sus padres y hermanos, ¡!! Qué maravilla ¡!!Dios que nos has dado tanto, sobre todo esta ilusión compartida de reunirnos en un futuro cercano.
Queda su hermana Mayra por buscar también irse con su esposo e hijos a una vida mejor sin la situación país que debería cambiar muy pronto, pero mientras tanto hay que enseñar a los hijos que se puede vivir mejor.
Mis semillas volaron raudos al viento con el corazón lleno de ilusiones y un potencial de capacidades de trabajo florecerá en cualquier terreno que elijan para vivir. Esta es una lección colectiva que enseña que por muchos recursos naturales que tenga un país, si no están manejados con criterio, no hay buen vivir de confort, pero la esperanza indica que habrá soluciones, veremos que tan pronto será. Amanecerá y veremos.