Tres hermanas llamadas: Ángela, Justina, y Roberta, hijas de un viejo campesino llamado Justiniano, que siempre soñaba en tener un hijo varón. El le pedía a su mujer Aurora, un hijo pero el nunca llego. Cansado de esperar, se dedico a trabajar solo sus tierras, sin ver lo rápido que crecían en casa sus tres hermosas hijas.

Las dos primeras al terminar la escuela se fueron a vivir a la ciudad, sin despediré de su padre. La hija menor Roberta, al escuchar a su cansado padre del trabajo rudo de la granja, comenzó a trabajar sin su permiso, un día su padre le reclamo que no tenía derecho de hacer un trabajo que solo le compete a hombres, llevándola de un brazo a la casa.

Enfermando su padre Roberta , trabajo día y noche al cuidado de la cosecha. Al recuperarse, el vio con asombro todo el trabajo de su hija, reconociendo su valentía le permitió trabajar con el. Siendo la única heredera, pasaron los años y ella nunca se caso. La gente del pueblo al verla la llamaban. Virgen consagrada, por adoptar el rol de su hermano que nunca nació.