El Bufeo Colorado

En uno de los tantos pueblos de la selva, se festeja la fiesta de San Juan. La orquesta contratada para la ocasión causa furor en los presentes con las notas tropicales de las pandillas, cumbias y changanacuys.

De repente en pleno repunte de la fiesta se presentan un grupo de gringos. El más simpático, dice llamarse Shinaan. Se dirige al bar y compra toda la existencia de licor y ofrece de beber a los presentes. Los lugareños muy contentos simpatizan con el forastero y sus amigos ofreciéndoles sus jóvenes hijas para bailar.

Shinaan hace gala de su destreza en la danza. Baila con todas las chicas del lugar y no tarda en conquistar a una de las más bellas, quién impresionada por sus dotes de bailarín y galanteador se enamora del forastero, no pierde ocasión de estar a su lado por el resto de la noche.

Antes del amanecer se sirve el banquete de juanes, caldo de gallina y chilcano de pescado para todos, pagado también por el forastero. La gente lo vitorea a más no poder. Antes del alba, los forasteros se despiden, prometiendo que regresarán para la próxima fiesta.

En tanto Yara, la bella joven, queda profundamente enamorada de Shinaan. Lo recuerda y sueña . En sus sueños la colma de regalos: preciosos vestidos, joyas en oro y diamantes. En una de aquellas noches, que lo deseaba con toda su alma, no lo puede creer cuando al despertarse la encuentra acostado a su lado prodigándole sublimes caricias. Aprovechando de la tranquilidad de la noche, juntos recorren las orillas y las aguas del río. Allí, viven un romance perfecto bajo un cándido cielo poblado de estrellas, y de un plenilunio que destella y la llena de felicidad. Allí en las frescas aguas, Yara apaga la pasión ardiente de su cuerpo juvenil en los brazos de Shinaan.

Los padres de Yara observan un extraño comportamiento en su hija. No se explican por que la joven duerme de día y pasa las noches en el río. El padre decide seguirlo a escondidas para descubrir el secreto. Se queda atónito y no puede creer lo que ven sus ojos. La joven completamente desnuda, está dando piruetas en el río abrazada al cuerpo de un Bufeo Colorado y de vez en cuando desaparecen. El Bufeo Colorado transporta a la joven a las profundidades, donde le muestra su reino de majestuosos castillos adornados de oro y diamantes, sus mesas servidas de exóticos manjares. La regresa a la superficie solamente al amanecer. La joven agotada cae en profundo sueño de la que se niega a despertar.

El padre desde su puesto de observación recuerda,una vieja leyenda Shipiba que cuenta: -"Hace muchos años, una tribu entera de humanos fue convertida en delfines de río (Bufeo Colorado) por no haber querido entronar a una vieja hechicera. Desde entonces los descendientes de este pueblo habitan alegremente las caudalosas aguas del río Ucayali y otros ríos de la Amazonía. y que cuando hay fiestas ribereñas acuden disfrazados de gringos para no ser descubiertos. Uno de ellos es Shinaan que viene por su amada humana Panshin. Y al contrario de lo que se pudiera creer, ellos están muy contentos de la hechicera por haberlos hecho diversos de los humanos, quienes son culpables de muchas cosas desagradables que ocurren en el mundo"

Pero para él, esto era solamente leyenda y no puede creer que le este sucediendo a su querida Yara, y en pleno siglo XXI.

Piensa - Ahora me explico, por qué aquel gringo nos dió de beber y comer gratis en la fiesta. Y su nombre coincide con el de la leyenda. No era tal, sino un Bufeo Colorado - Maldito sea.

Siguiendo el consejo de la leyenda se interna en la selva a buscar un curandero, para que le prepare el antídoto, para recuperar a su hija antes de que termine por desaparecer en el río en sus intentos de convivir con su quimérico enamorado. Ojala, cuando regrese con el remedio, no sea demasiado tarde.

De vuelta le confía a su esposa del extraño descubrimiento y del encuentro con el curandero que le ha preparado un brebaje y una oración en Shipibo. Mientras duerme Yara las primeras horas del sueño, la madre vierte el brebaje con cuidado, humedeciéndole los labios y la boca. El padre arrodillado a la cabecera del lecho repite fervorosamente la oración aprendida para la ocasión.

Al amanecer del siguiente día, los cálidos rayos de sol se filtran por la ventana y despiertan a la bella Yara. Que recuerda de haber tenido un mágico sueño. Al ver a sus padres felices, su rostro juvenil se ilumina de una diáfana sonrisa de gratitud.

In one of the many villages of the jungle, the festival of San Juan is celebrated. The orchestra hired for the occasion causes a furor in those present with the tropical notes of the gangs, cumbias and changanacuys.

Suddenly in full rebound of the party presented a group of gringos. The most sympathetic, he calls himself Shinaan. He goes to the bar and buys the whole existence of liquor and offers to drink to those present. The very happy locals sympathize with the stranger and his friends by offering their young daughters to dance.

Shinaan shows off her dance skills. He dances with all the girls of the place and soon wins one of the most beautiful, who impressed by his skills as a dancer and gallant falls in love with the stranger, does not lose the opportunity to be by his side for the rest of the night.

Before dawn the banquet of juanes, broth of chicken and chilcano of fish for all is served, paid also by the stranger. People cheer him more than they can. Before dawn, the strangers say goodbye, promising that they will return for the next party.

While Yara, the beautiful girl, is deeply in love with Shinaan. He remembers and dreams. In her dreams, she fills them with gifts: precious dresses, jewelry in gold and diamonds. On one of those nights, which he wanted with all his soul, he can not believe it when he wakes up to find her lying next to him lavishing sublime caresses. Taking advantage of the tranquility of the night, together they travel along the banks and waters of the river. There, they live a perfect romance under a candid sky populated by stars, and a full moon that flashes and fills her with happiness. There in the cool waters, Yara extinguishes the ardent passion of her youthful body in Shinaan's arms.

Yara's parents observe a strange behavior in their daughter. They do not explain why the young woman sleeps during the day and spends her nights in the river. The father decides to follow him secretly to discover the secret. He is stunned and can not believe what his eyes see. The young woman, completely naked, is pirouetting in the river, hugging the body of a Colorado Bufeo, and from time to time they disappear. The Bufeo Colorado transports the young woman to the depths, where she shows her kingdom of majestic castles adorned with gold and diamonds, her tables served with exotic delicacies. It returns to the surface only at dawn. The exhausted young woman falls into a deep sleep from which she refuses to wake up.

The father from his observation post recalls, an old Shipiba legend that tells: - "Many years ago, a whole tribe of humans was turned into river dolphins (Bufeo Colorado) for not having wanted to enthrone an old sorceress. Descendants of this town happily inhabit the swollen waters of the Ucayali River and other rivers of the Amazon, and when there are river parties they come dressed as gringos not to be discovered, one of them is Shinaan who comes for his beloved human Panshin. of what one might believe, they are very happy with the sorceress for having made them different from humans, who are guilty of many unpleasant things that happen in the world "

But for him, this was only a legend and he can not believe that he is succeeding his beloved Yara, and in the 21st century.

Think - Now I explain, why that gringo gave us to drink and eat for free at the party. And his name matches that of the legend. It was not such, but a Bufeo Colorado - Damn it.

Following the advice of the legend, he goes into the jungle to look for a healer, to prepare the antidote, to recover his daughter before he ends up disappearing in the river in his attempts to live with his chimerical lover. Hopefully, when I return with the remedy, it's not too late.

On the way back he entrusts his wife with the strange discovery and the encounter with the healer who has prepared a concoction and a prayer in Shipibo. While Yara sleeps the first few hours of sleep, the mother gently spills the brew, moistening her lips and mouth. The father kneeling at the head of the bed fervently repeats the prayer learned for the occasion.

At dawn the next day, the warm rays of sunlight filter through the window and awaken the beautiful Yara. That he remembers having had a magical dream. Seeing his parents happy, his youthful face lights up with a clear smile of gratitude.