Coincidencias Propiciadas

Boté la cola del cigarro y me crucé de brazos.
-Ay, "porecito" el niño –Dijo Eduardo exagerando una cara de tristeza- ¿Quieres otro cigarro bebe?
-Fuego bro.
-Yo también tuve un asunto rarísimo –estiro, quizás demasiado la primera “í” de esa palabra mientras me daba el nuevo cigarro, que se disponía, sumisa y silenciosamente, a acortar los años hábiles de mis inocentes pulmones- muy raro con un papi en un curso estas semana. Estoy viendo un tallercito sobre dieta y estilo de vida al “natural”. Saben que quiero rebajar para entrar en un vestido hermoso que hace un año no me queda. Quiero rumbear y ser la reina en esa discoteca.
-Marico, ¿Por qué no vas al gimnasio? Tienes uno a 4 cuadras de aquí, ¿Si me explico? –Pregunto Cesar encogiéndose de hombros y escupió al suelo.
-Ay bebe, por algo se comienza ¿no? Eh… ¿Dónde estaba? –dijo poniendo su dedo índice en su frente y cambiando el peso de su cuerpo de una pierna a otra- ¡Ay! Claro, el taller.
-----Entré a la primera clase y todos nos presentamos. No había nadie interesante en ese saloncito que además de pequeño, estaba calientísimo. No había aire acondicionado, no había ventanas y no podíamos tener la puerta abierta. Me estaba sofocando cuando de repente entro un papi así de riquito que de una me puse más caliente de lo que estaba –hizo como si se abanicaba con su mano y volvió los ojos hacia arriba-. Sonrió y pregunto: “¿Disculpen, taller de vida al natural?” y me lo imagine así al natural, sin ropita y en mi camita.
Cesar y yo no pudimos ahogar una carcajada.
-Detuvimos la clase un segundo para que el recién llegado se presentara. Estudiaba sociología y trabajaba de “delibery” en una empresa de comida vegana en la que era el “CEO”. Estaba súper "fitness" y a quilómetros se lo notaba que también era gay.
-----La clase termino, armamos un grupo de “WhatsApp” y nos fuimos. Estoy esperando el metro cuando me doy cuenta de que el papi de la clase está en la misma que yo. No lo pensé y de una me le acerqué con el clásico “Hola, que sorpresa”. Total, que hablamos de la clase y llego el metro. Hablamos de dietas y paso una estación, música y se fue otra estación. El me veía fijamente y me sonreía, ¡ay! y yo encantado. Llego su estación, me abrazo para despedirse y se bajó.
-----La siguiente clase sería en una semana y yo ya estaba contando los segundos, que pasaban lento, para ver a ese chico hermoso otra vez. Total que se fue la semana, y ya estábamos en la clase que era sobre las consecuencias de comer a deshoras o algo así, ¿que importaba? El chico estaba sentado tras de mí y yo lo único que hacía era pensar una excusa para voltearme cuando me tocó un hombro, bueno, me acaricio el hombro, fue más como una caricia. Mientras volteo se me acerca y me pide agua. Yo había visto que tenía un pote en su mochila pero no podía saber si estaba lleno. así que asentí y le facilite mi "cooler". Si el aun tenia agua en su potecito esto era una movida, era un avance, una señal pero yo no podía estar seguro. En lo que siguió de clase, si él hacia un chiste yo me reía y viceversa. Así se nos fue el taller de ese día. Antes de irnos, como hicimos en la primera sesión, nos tomaríamos una foto grupal. Me apoye en la mesa del docente a esperar que los demás recogieran sus cosas y se reunieran a mi alrededor para la foto y el chico se apoya justo al lado mío a esperar. ¿Lo del agua mas esto era pura coincidencia o él lo había hecho apropósito?
-De bolas que no es coincidencia chamo. El tipo ese te estaba buscando durísimo.
-Bueno ya va, se apoyo en la mesa a esperar pues. Eso no es una declaración de amor -dije y cale de mi cigarro.
-Ay papi pensé lo mismo. Pero en lo que pensaba si decirle algo todos llegaron a tomarse la foto. Y luego él se fue en su bicicleta sin charlita en el metro.
-Qué, y ya? el tipo ese no te dijo mas nada? -grito cesar.
-No
-Que le va a decir? el carajo no está pendiente. Solo le pidió agua y...
-Y música, papi.
-Como? -pregunte.
-Y música. Al día siguiente me escribió y me pregunto si conocía algo de música nueva y entre risas de "Whatsaap" le pase una canción de Trap.
-Te dije que el tipo va pendiente coño. -dijo cesar agitando los brazos hacia adelante.
-Coño ¿Trap? - pregunte y me revente de la risa.
-Es que estaba escuchándolo en ese momento, pero eso no es lo importante, la punta que me lanzo después es la más violenta.
-----Al finalizar la tercera clase no perdí tiempo y le dije, junto con dos más del grupo, que tenía ganitas como de una birrita así que nos fuimos caminando por Chacao cantando "Childish Gambino" por medio de la calle y quitándonos rápido si venia un carro. Después de la primera birra el chamo dijo que tenía novio.
-Coño cesar ¿ves que el tipo no estaba pendiente? -Cesar se encogió de hombros y me desvió la mirada.
-Después de la segunda birra ya todos hablábamos de aventuras amorosas. El otro chamo del curso dijo que se había tirado a una caraja que era músico, en lo que el papi hermoso dijo que una vez se había tirado a alguien unos días después de que se recomendaron canciones de Trap.
-Verga... -Susurro cesar, como sorprendido.
-No coño ya esta, ese tipo te quiere dar duro. -dije sin dudar ni un segundo.
-Nos fuimos después de la tercera birra y yo ya estaba seguro de que el carajo quería conmigo, esa fue la mamá de las puntas. Yo era la jodida reina en ese antro donde estábamos tomando después de que el carajo me dijo eso. Que la birra esta cara? no importa a este carajito ¡me lo cojo yo! Que el país se cae a pedazos? No importa porque a este carajito ¡me lo cojo yo! Total que nos fuimos y al día siguiente hablamos por mensaje toda la tarde, de música de cine, nos reímos. Y así el día que vino luego y al otro día también. Hasta ya no fue.
-¿Qué?
-Sí, dejo de contestar los mensajes poco a poco. Después de esa mega punta y días de hablar dándonos los "buenos días" y todo en los mensajitos. En la clase siguiente apenas nos vimos la cara. Fue todo muy casual como si a él no le importara. Me caí de la nube de una. El carajo me paraba cero bolas.
-Y que paso después? -Pregunte casi desesperado.
-Nada.
-Nojoda -se quejo cesar y escupió.
-¿De pana?
-Te lo juro papi, eso fue hace una semanita y el carajo no me ha vuelta a hablar.
-Entonces todo lo que paso, el agua el comentario del Trap y...
-Fueron coincidencias. -me interrumpió Eduardo- Creí que habían sido de esas coincidencias propiciadas pero no.
-Como así? -pregunto cesar.
-De esas cosas que parecen coincidencias pero no lo son, ya que son súper apropósito. Uno se hace el loco y se acerca a la otra persona y dice "uy que coincidencia que también estas aquí". Esas son coincidencias, pero propiciadas. -dijo encogiéndose de hombros y botando la colilla de su cigarro, acto seguido, encendió otro.