Como una buena actitud puede cambiar mi vida diaria.
Estudios han comprobado que el buen rendimiento académico de un estudiante depende mas de su actitud positiva y optimista, que de su coeficiente intelectual.
El optimismo impide caer en la apatía, la desesperación o la depresión frente a las adversidades.
Los pesimistas consideran que las adversidades son algo irremediable y reaccionan asumiendo que no hay nada que se pueda hacer para que las cosas salgan mejor.
Debemos de disfrutar lo que hacemos y este disfrute no depende de lo que hago, si no como lo hago.
Tener claras nuestras metas y deseos es fundamental para disfrutar de la vida.
Recordando que nuestra actitud no solo tiene un impacto en nuestras vidas, si no en a vida de otros.
No importa lo adverso de las circunstancias, tan solo mi actitud determinara mi fracaso o mi éxito. Yo elijo la actitud con la que asumiré cada situación.
Mi existencia esta constituida por un 10% de lo que me ocurre y un 90% de como reacciono ante ello, así como de las consecuencias que esa actitud generará. Por eso se que ya no puedo controlar ese 10%, pero que si puedo dirigir ese 90% con la ayuda de Dios.