La inocencia de una mirada.
Hola a todos, tenía un tiempo sin publicar fotos o contenido. Sucede que cuando voy a pasar épocas navideñas a mi hogar, me enfoco tanto en mi familia, que no me da tiempo para mucho más.
Este hermoso bebe es llamado Maximiliano, y aunque lo ven así de tierno, costó un mundo y parte de otro tomarle las fotos navideñas.
Debo admitir que me gusta mucho la fotografía con niños, y lo que más me gusta, es ver cómo los padres se esmeran en sacarle una sonrisa a sus hijos para la toma perfecta.
La inocencia de un niño puede llegar a ser ilimitada, es por eso que cuesta tanto hacerle entender a los niños que no se les puede comprar algo o dárselo en el momento que ellos lo piden. Los niños entienden de cantidades, más no de economía, los niños entienden que tres galletas son mejores que una, pero no entienden que a veces solo hay para comprar una.
Este niño, es una belleza, es introvertido, le gusta comer mucho y viaja a menudo con su familia, aunque el no sabe que ha conocido ya varios estados de nuestro país, seguramente se sentirá muy feliz cuando crezca y cuenten sus andanzas.
Ahora bien, en esta segunda foto quiero mostrar y demostrar que un niño realmente no sabe de economía, sino de cantidades y más, cuando no las hay.
Esta segunda fotografia, la tome cuando hacían un grupo de amigos labor social. Es muy fuerte la comparación de las imágenes, y lo que quiero dar a entender es que los niños no saben su destino, ni lo que les depara más adelante.
Algunos nacen El Oro y otros en lodo, como dicen, pero siempre está la posibilidad de poder cambiar el camino de estas personas, los niños no tienen por qué aguantar tanto dolor, un niño es una imaginación llena de ilusiones, donde ve todo posible, y me gustaría que así fuera siempre.
Otra anécdota que contaré a continuación, fue un niño que no es nada más y nada menos que mi primo, un bebe inteligente, un poco introvertido también, sucedió que, una tarde mi tía le entrega un dinero, ya que mediante los juegos de mesa, ganaban dinero (poco) pero se divertían, y lo primero que dijo mi primo fue: mamá dinero!!! Para comprar carne molida.
Aquí podemos ver la decadencia en la que está nuestro país, donde los niños están entendiendo la situación externa a ellos, reconociendo que en su entorno abunda la pobreza.
Con estas imágenes y este post, hago un llamado a la conciencia de todos nosotros como ciudadanos de aportar un granito de arena para que estas personas mantengan sus sueños despiertos y pedirle a Dios hoy más que nunca que ayude al pueblo venezolano.
Por un país con oportunidades, con comida, con calidad de exportación.
Sigo creyendo en que mi país tiene potencial, pero no ha podido desarrollar las herramientas necesarias para tener Poder.
“Donde mejor se nota la influencia de la tierra sobre el hombre es la influencia del hombre sobre la tierra”
Sigamos soñando, y no desistamos.
Agradezco ser fotógrafo y poder comparar ambas partes, poder tocar fondo y ayudar en lo que pueda a los demás, porque la mano se hizo para darla.