“Roma” no es una película de inclusión ni feminista.
PREÁMBULO
A propósito de ”Roma” la gran obra maestra de Alfonso Cuarón (Porque ciertamente lo es) No pretendo hablar acerca de lo que aparece en IMDB, Filmaffinity o, en el peor de los casos, Wikipedia. Tampoco sobre el Hilo de discusión que surgió en twitter sobre la película y, mucho menos, pretendo decir que es una pésima película. Mi intención únicamente es refutar lo que han mencionado acerca de ser una película “feminista” y de “inclusión” ¿Realmente estamos seguros de eso?
“Hacer cine es una de las cosas más difíciles que conozco. Así que procuren no criticar la obra de nadie sin haber intentado hacer una película”
-R. Marziano. (Arquitecto y cineasta venezolano)
No puedo comenzar esta crítica sin citar las palabras que me marcaron en mi primer día dentro de la mención de cine. Si, ciertamente hacer cine es una de las cosas más difíciles y cualquier percance durante la realización del filme, podría ser un fallo en la historia, incluso, si partimos desde el guion. Es por ello que escribirlo toma su tiempo y miles de versiones (Aunque pocos crean esto)para lograrlo. Luego de mi tan horrible cortometraje de ficción, necesito estar un año preparando una buena pre-producción para poder realizar otra historia. Como he venido afirmando en todos mis posts de ”Entendiendo Universos”, se trata de todo lo que rodea al autor y cómo éste hace posible su propio mundo.
Alfonso Cuarón ha puesto su nombre en cada uno de los departamentos y, por supuesto, los millones financiados por Netflix dan cuenta de un trabajo largo y minucioso donde hasta el mínimo detalle importa. Cuarón se ha encargado del guion, la producción, la dirección, la fotografía y el montaje; y realmente todo lo ha hecho muy bien. Pero… ¿Por qué tanto alarde? ¿Realmente estamos hablando de un problema latinoamericano, o lo que se pretende saciar?
El Neorrealismo y el uso del No actor.
En los años cuarenta Italia se destacó por su Neorrealismo, para dar cuenta a una época golpeada por la Guerra. Películas como ”El Ladrón de Bicicleta” o “Roma, ciudad abierta”*, se convirtieron en los grandes clásicos del movimiento. Una de las características principales era el uso del no actor, un método que sería utilizado posteriormente por otros autores y que actualmente siguen usando, sobre todo en los filmes latinoamericanos.
Yalitza Aparicio –como ya saben todos- era docente de Educación Preescolar, antes de filmar Roma. Ciertamente, para una mujer que nunca estuvo interesada en el arte dramático, su actuación ha sido totalmente impecable. No obstante, debemos recordar que se trata de su primer filme y que fue, el universo de Cuarón, que hizo posible su actuación. La verdad es que he quedado con un mal sabor en la boca con el personaje de Cleo, y lo tan estigmatizado que está. Indudablemente, Cuarón trata de advertir a una época totalmente clasista y, a modo de autocrítica para con él y su familia, nos presenta a una mujer indígena que trabaja como empleada doméstica para una familia de clase media alta (que en teoría sería la representación de la familia y las memorias de Alfonso Cuarón) Pero no puedo aplaudir el hecho de que, aunque se trate de los recuerdos del autor, sigamos viendo la figura del indígena –Lo que somos y de lo que venimos- estereotipada en personajes que la cultura mexicana (dígase Telenovelas y películas) se ha cansado de calcar. No, nunca vemos a la mujer de rasgos indígenas ser la chica inteligente y exitosa de la historia, siquiera porque la mayoría de los mexicanos presentan las mismas características que Yalitza Aparicio. ¿Acaso después de tantos años de transculturación durante la época Colonial, los Indígenas no han logrado estar a la altura de los demás? Aunque se trate de un filme muy íntimo y dedicado a la que era la empleada de la familia Cuarón, considero que es necesario romper con los cánones impuestos.
Yalitza Aparicio es Cleo. Ciertamente no estamos hablando de una actriz profesional o egresado del Actor's Studio y, no podemos negar su impecable actuación, Pero yo le daría más proyectos en el medio antes de consagrarla.
¿Por qué no estamos hablando de inclusión?
Actualmente hay cientos de filmes (sobre todo documentales) que habla sobre la vida de los pueblos indígenas latinoamericanos. Es cierto, que la mayoría de las películas de ficción tiene como temática la vida, leyendas y mitos de estos pueblos. Sin embargo, creo que ya es hora de demostrar de lo que son capaces de hacer, más allá de ser empleados domésticos u obreros. Actualmente existen hasta mujeres indígenas que se desempeñan en el mundo del séptimo arte y la vida política ¿Por qué no hablar de eso?
Roma no es una película donde veamos las luchas por los derechos humanos, es más bien ”Esto es así y siempre ha sido así.”. Esta forma tan despiadada de normalizar todo por tratarse de Latinoamérica, es lo que sin duda nos sigue retrasando como sociedad. Sabemos que México es un país machista, clasista y racista, y decir que todo lo que muestra Cuarón en su filme no es más que la realidad de un país, es naturalizar el hecho. Ciertamente, la película está muy bien ambientada en los años setenta, pero no quiere decir que debamos seguir justificando la historia: ”Claro, Cuarón quiso mostrar el problema latinoamericano, desde una visión muy íntima y personal”. Pero… ¿Qué pasa con las vindicaciones? –Tomando en cuenta de que nunca vemos un final más feliz para los personajes femeninos-. Cleo es sólo la empleada doméstica, muy querida por los cuatro niños, incluso por la Sra. Sofía y su Madre. Pero… ¿De qué forma nos engañó Cuarón con este hecho?
La relación de Cleo que los niños. Una de las cosas que más me conmovió en todo el filme.
Ante todo, nos llama la atención cómo una familia de clase media alta (Si tomamos en cuenta todo lo que hemos visto en las tan terribles telenovelas mexicanas) sea tan atenta y amable con su empleada doméstica, ¿No? Vemos cómo Cleo se acerca temerosa a la Sra. Sofía para notificarle acerca de su retraso menstrual y, totalmente predispuesta, le pregunta si la va a echar en caso de que su embarazo sea positivo. Nuestra “sorpresa” es conocer la respuesta de Sofía cuando le manifiesta que no va a hacer eso y, seguidamente, la vemos acompañar a Cleo a una consulta médica ¿Quién podría pensar que esta familia es mala con su empleada? Incluso cuando vemos los nobles gestos de Sofía y su madre, al invitarla a pasar las fiestas decembrinas, u obsequiarle una cuna para su bebé y, por supuesto, no podemos olvidar el viaje que realizó la Sra. Sofía con sus hijos, en el que Cleo sería la invitada especial, y en donde además presenciamos una de las escenas más icónicas dentro de la película: el abrazo familiar luego de que Cleo salvara la vida de los dos niños. Ese bellísimo: “Te queremos, Cleo”, y que tanto conmovió a los espectadores (a excepción de mi persona). Primero que nada, no niego que exista cierto amor y empatía hacia Cleo, al punto de querer considerarla como parte de la familia, pero aún no puedo creerme este hecho.
La escena donde ambas empleadas hacen ejercicio con luz de vela, porque a Doña Teresa "No le gusta que mantengan la luz encendida". A nivel de fotografía, una de las escenas que más aprecio, la gente cree que iluminar con vela es sencillo, pero requiere de más luz que cualquier otra escena.
Una de las cosas que más me gustó de la película fue la relación de Cleo con los niños, en especial con Pepe. Esto me ha cautivado por completo, al punto de que esperaba alguna escena donde Cleo sería echada de la casa, y presenciar a los niños suplicar (Si, totalmente telenovela mexicana). Por el contrario, me ha sorprendido ver como mantienen a Cleo a la largo de la película, a pesar de todos sus problemas emocionales. Empero, aún no podemos decir que se trata de inclusión, cuando en la película existe una división de clases muy marcada. Al menos podemos ver tres escenas donde el personaje de Sofia, trata mal a Cleo, y para ello no existe justificación posible. Aquí Cuarón –Si es lo que pretendía, aunque lo dudo- nos ha recordado este hecho. Cleo representa a una mujer de ascendencia indígena y empleada doméstica y, por el contrario, Sofia es una mujer de clase media alta, con estudios superiores y madre de familia. Repito: No estamos hablando de inclusión, a menos de que el personaje de Yalitza Aparicio fuese una mujer con estudios avanzados y en una mejor posición económica ¿Estaría mal ver eso? El hecho de que esté nominada al Oscar no quiere decir nada.
Durante el filme, hay una acción que hace Cleo y que realiza al menos unas tres veces. Sin necesidad de diálogo y que sugiere, además, lo que he venido argumentado. Cada vez que su personaje atendía el teléfono de la casa, limpiaba la bocina del mismo con su camisón antes de entregárselo a sus superiores ¿Acaso no hay una marcación brutal en ello? Nos siguen afirmando que Cleo es la empleada doméstica, de origen indígena y que trabaja para una familia bien posicionada.
Esta es una de las escenas finales del filme, cuando la familia y Cleo regresan de su viaje. Cleo atiende el teléfono y limpia la bocina antes de entregárselo a Sofía. Acción que repite al menos unas tres veces.
Esto no es una película feminista.
Que no, que no es una película feminista. Que no, que aquí no promueven el aborto ni las autodecisiones en relación a frenar o no los embarazos no deseados. Que no, que ninguno de los personajes femeninos terminan como mujeres empoderadas. Nada de eso. Son los comienzos de los años setenta y, en los países del primer mundo, la Segunda Ola del Movimiento feminista se había intensificado una década antes con el lema de Betty Friedan, ”Lo personal es político”. México, por su parte, no llevaría la delantera en la historia de los derechos por la igualdad de género –tampoco lo vemos hoy en día-. La película es un filme que puede ser perfectamente tratado en la teoría feminista, sin necesidad de serlo. Creo que ni siquiera podemos ver una transformación notable en los personajes que nos permitan afirmar que hubo una evolución en el QUÉ y el CÓMO hasta verlas convertidas en mujeres fuertes y autodidactas. Ni siquiera es algo que podemos afirmar con “Thelma y Louis”, la película de Ridley Scott que no ha dejado de ser catalogada como “feminista” y, si bien ha roto con algunos cánones de la figura femenina, no termina de serlo, y lo mismo sucede con Roma.
Cleo se ha presentado como una mujer inocente. No sabe mucho de hombres ni de sexualidad. Conoce a Fermín, un joven que practica artes marciales y con quien Cleo mantiene relaciones sexuales. Al llevar más de un mes de retraso con su periodo, Cleo decide comentarle este hecho a Fermín, mientras se encuentran en una cita en el cine. Fermín se retira de la sala poco antes de que finalice la película, dejando su chaqueta y afirmando que sólo irá al baño. Cleo sale del cine y se queda esperando a Fermín. Pasan días, semanas y miles de llamadas para ubicar a su novio. Cleo ha quedado totalmente abandonada y con un bebé en camino, teme quedar sin trabajo, puesto que para nadie es sorpresa que –incluso actualmente- nadie quiere a una mujer embarazada como empleada. Por el contrario, Sofia, decide apoyar a Cleo durante su embarazo tanto emocional como económicamente. No debemos negar esta relación de apoyo y solidaridad entre los dos personajes femeninos y que Cuarón ha querido recalcar, aunque no de la forma tan correcta como él cree.
Meses después, Cleo decide buscar a Fermín para manifestarle que está esperando una hija de él. Fermín niega por completo ser el padre y amenaza a Cleo con matarla a ella y a la criatura, si vuelve a buscarlo, pero… por si fuera poco, se larga señalándola de “pinche gata”. Posteriormente, cuando Cleo y Doña Teresa van a la tienda a comprar la cuna del bebé, vemos a Fermín entrar como parte de los miembros del grupo de Paramilitares Los Halcones, y apunta a Cleo con un arma de fuego, lo que provoca que padezca de un aborto espontáneo. Cleo es llevada al hospital de emergencias y da a luz a una niña que nace muerta. Si bien Cleo manifiesta al final del filme que nunca quiso que naciera su hija, no quiere decir que en la película haya un discurso acerca del aborto. Primero que nada debemos recordar que Cleo ya se encontraba en su último trimestre de embarazo y, a pesar de que nos haya revelado que no quería a su hija, no nos habla de aborto, puesto que Cleo en ningún momento manifestó o sugirió querer deshacerse de su embarazo. Sería recordarnos que pensar en aborto era una total blasfemia.
Por el contrario, Sofía también ha querido mostrarse como un personaje auto independiente. La mujer que estudió química, pero que nunca ejerció por querer dedicarse a su familia y que, luego de su separación, decide buscar un empleo de tiempo completo en una editorial para mantener a sus hijos. Este personaje me llama mucho la atención en particular, puesto que al final intentan mostrarla como una mujer autosuficiente, pero en realidad no es así. Es decir, al principio me llamó mucho la atención que una mujer latinoamericana en plena década de los setenta haya estudiado química, una carrera no muy común para una mujer y no muy bien recibida entre sus colegas masculinos. Primero había pensado que al tratarse de una mujer con una buena posición económica, se encontraba a disposición de estudiar una carrera como esa. Luego pensé –y debido a su afirmación de no gustarle la química- que había sido obligada a estudiar la carrera, pero ¿cuántas mujeres en un país como México son obligadas a estudiar una carrera donde poco se le ha dado crédito a la mujer? A excepción de Marie Curie, ¡Claro! Esto es sólo una suposición, no estoy diciendo que sea así, pero necesito abrir este hilo de discusión a partir de este texto, o al menos leer lo que ustedes opinan acerca de la tan aclamada obra de Alfonso Cuarón.
