Realidad, política, periodismo y las taras que nos enseñan en Comunicación Social
Anteriormente lo publiqué aquí
Pasamos cinco años en las escuelas de comunicación llenándonos de vicios a la hora de la construcción de las noticias, informaciones y por ende de la realidad. Esta tara es esparcida como un evangelio por parte de profesores que son acríticos o “tibios”. Progres en todo caso. Los que decían «el yo no creo» con respecto al chavismo y a sus acciones.
Lo que pasa en las escuelas de comunicación social del país termina afectando al periodismo. El periodismo venezolano tradicional, (periódicos, radios y televisión) ha devenido en convertirse en los principales ayudantes del chavismo en cuanto a la implementación de su realidad y de su neolenguaje. Hoy los medios tradicionales están llenos de taras como «presuntos», «situación irregular», «extraoficial», «fallecidos» (para referirse a asesinados); «gobierno» (para referirse a la dictadura); de opinadores de oficio que son los únicos que pueden hablar de la Venezuela del chavismo sin mencionar a Cuba. Como también de una cúpula de intelectuales habladores de lo obvio, los cuales sólo se encargan de opinar acerca de la dictadura en cuanto a su institucionalidad e inconstitucionalidad análisis tras análisis. ¿Qué pretenden con esto último? Puede ser sencillamente a arrojarnos a un abismo de la tibieza que, desde un optimismo inconsciente, creeremos que la solución del país se podría lograr si los que están en el poder hicieran cumplir las leyes, y no sacándolos del mismo por ser unos dictadores, asesinos y narcotraficantes.
Un análisis intelectual serio sobre cómo el chavismo se mantiene en el poder, no debería versar en torno al tema constitucional e institucional, sino en las esferas del poder mismo que lo sustentan como el narcotráfico, las fuerzas armadas, los medios de comunicación, la propaganda, los CLAP, las misiones, los colectivos (paramilitares y terroristas), el neolenguaje, los guisos de las empresas privadas, etcétera, etcétera. Pero desgraciadamente, siempre se repite el mismo canon: el análisis sobre el por qué es inconstitucional que Maduro haga esto o aquello, cuando es algo que evidentemente todos sabemos que es inconstitucional. Por supuesto, la posición del opinador es que sus lectores no lo saben y que son más idiotas que él o ella.
Regresando a las escuelas de comunicación social, aquí se contamina con las directrices de la construcción periodística que exigen que el lenguaje periodístico debe ser: objetivo, conciso, directo, preciso y veraz, como si estas directrices debieran ser el todo en el periodismo al punto de ser el periodismo en sí, y no herramientas del lenguaje a disposición del periodista dependiendo de cuál desee o necesite emplear a la hora de reconstruir y filtrar los hechos noticiosos e informativos.
La tibieza del periodista es el inconsciente de su lenguaje. Ciertamente debemos cuestionar con mayor ímpetu no sólo a lo que se publica en los medios del establishment, sino a lo que no se dice. El statu quo posee a sus representantes, periodistas tibios como César Miguel Rondón quien hoy mayo del 2017 fue amenazado por Maduro en cadena nacional con ser metido preso por hablar de los escraches a los hijos de los chavistas que viven cómodamente en su mayoría en países en donde el capitalismo existe, funciona y brinda la calidad de vida que nosotros los venezolanos no podemos gozar. César Miguel Rondón, quien tiene a una considerablemente parte de los tuiteros venezolanos bloqueados de esta plataforma, a través de un par de tweets patéticos pidió perdón al dictador, enseñándonos así pues una genial cátedra de la ética y del compromiso periodístico del establishment. Pero qué se puede decir de un personaje cuyo rol en el 2014 junto a otros miembros del status quo como Leonardo Padrón, el escritor de novelas que quién sabe a quién le pueden interesar; y a Sumito, el chef de los beatas, condenaron a los manifestantes de aquel entonces por boicotearles una feria del libro. Los llamaron fascistas. Condenaron a la calle.
La palabra “fascista” es hoy una ornamenta necesaria en el lenguaje de los periodistas que componen a la cúpula intelectual y al status quo venezolano. A raíz de los escraches, ellos marcaron territorio yendo por el medio, condenando a los venezolanos en el exterior de fascistas, peronistas y estalinistas. Cabe aclarar que no es la primera vez que estos condenan a los que hoy se hallan exiliados fuera de Venezuela. Antes era por sus inacciones en los países que los recibieron, en otros momentos era porque estando «cómodos» en el exterior criticaban a la MUD, hoy los critican y vilipendian a más no poder por importunar a los hijos de los corruptos que, pese a los insultos, se pueden secar las lágrimas y el rímel corrido con dólares bañados en sangre y en narcotráfico gracias a sus padres. Mientras que muchos venezolanos en el exterior sentirán el efecto de Silent Hill, el famoso pueblo maldito de los juegos de video del cual no puedes escapar ni saliendo de él hasta que no cumplas tu misión, pues, ese mismo efecto lo logra Venezuela con el tema de los pasaportes.
En las escuelas de comunicación social, deberíamos aprender que el periodismo tibio y progre no es realmente periodismo, ya que viene siendo para el periodismo lo que la autoayuda para la literatura.
Deberíamos aprender también que nuestro rol ante los políticos no es servirles, ni exaltarlos como deidades intocables. Nuestro rol es hacerlos sentir incómodos, o al menos ser los periodistas que los saquen del esquema de entrevista programada y con libreto, es decir, sacar siempre en público las preguntas que generen una confrontación frontal, directa y aguerrida. Debemos aprender la semiología de sus lenguajes. Conocer al neolenguaje del chavismo es el primer paso para desmentirlo. Desmentir a un chavista y a su neolenguaje requiere como movimiento esencial que no apliquemos las mismas dimensiones lingüísticas que ellos emplean (guerra económica, escraches, paz, colectivos, chavistas-víctimas). Por ello es una misión necesaria como periodistas marcar nuestro terreno político e ideológico para guiar a nuestros lectores a través de nuestras ideas y no oscurecerlas y entorpecerlas en vicios del lenguaje supuestamente objetivo y supuestamente neutral.
Debemos conocer a los políticos, debemos conocer la historia, debemos pensar como políticos para vencer a los políticos empleando a la historia.
Los políticos son grandes y verdaderos cuando los ciudadanos son grandes y verdaderos, lo mismo sucede con los periodistas, todos juntos conforman a una *troika*. El lenguaje del político será elevado si sus ciudadanos lo son. Pero los periodistas progres pueden diluir al espíritu ciudadano trabajando con los políticos progres, hasta convertirlos en agentes débiles y carentes de tanto juicios críticos como de coraje.
Por esta razón tenemos a los intelectuales que tenemos en Venezuela, porque como ciudadanos hemos descendido hasta el fondo del abismo, asimismo los intelectuales. Los intelectuales de ahora como no son ciudadanos sino una cúpula eclesiástica, pontifican sobre lo que es bueno y lo que no. Son los primeros en buscar el camino del medio, en ahora condenar al ad hominen «fascista» (o directamente franquista) a quien no respete a sus «opiniones diferentes» (para no decir tibias). Son ellos quienes como unos viciados por el mal, definen a los ciudadanos como material político para que estos moldeen a sus pasiones políticas como ellos deseen.
No podemos ser tibios, no podemos caer en los vicios de la construcción periodística que emplean los medios tradicionales de Venezuela que han servido durante 18 años al establishment… Al contrario, debemos superar a todos estos vicios siendo virtuosos, y para esta empresa es menester comenzar haciéndolo con la práctica misma del periodismo e ir desmontando de nuestras cabezas a todo lo que he señalado como vicios, así como debemos dejar de escribir «el vital líquido» para referirnos al agua.
el periodismo de este país siempre ha sido de calidad, desde que tengo uso de razón pero miremos lo que paso con RCTV o muchas estaciones de radio a nivel nacional. la mayoría de los empresarios que se dedican a esta labor se cohíben de autorizar esta clase de noticia por el miedo al cierre de dicha estación.
Hermano esto no es un secreto para nadie, venezuela esta pasando por tiempo en que si dices algo que no les favorece al gobierno eres un traidor y eres lo peor, si estas con ellos igualito eres un traidor y esto lo vamos a seguir viviendo hasta que esa gente no salga del poder. hasta ese entonces los reportajes y libre expresión periodística va a quedar en el silencio.
¡Bravo! Y más que el periodismo en particular, todas las humanidades se encuentran invadidas del pensamiento progre y característico del postmodernismo - léase marxismo - cultural. Fuerte réplica.
Gracias.
Ciertamente en todas las carreras de humanidades tenemos a marxistas rancios, son casi siempre los profesores. Ellos han tenido el descaro de contaminar a muchísimos jóvenes de clase media y clase baja con las ideas resentidas del marxismo. Para bien o para mal, el chavismo logró crear una contracultura necesaria a los pensamientos de izquierda en este país. El otro día conversé sobre eso con una amiga. Me refiero a que el venezolano que estudia, en promedio ya sabe distinguir que el marxismo es de pusilánimes.
Estoy de acuerdo, aunque me preocupa que la respuesta definitiva al chavismo sea la instauración de un régimen fascista, pero bueno, eso ya es cuestión de futurología que no viene al caso. Lo que sí es cierto es que fuera de Venezuela, y especialmente en Europa, ese marxismo disfrazado coge cada día más fuerza.
Aire y pensamientos se me agolpan en la garganta como consecuencia de leer este ensayo. Apreciado @seifiro, primera y no última vez que te leo; tu redacción, el análisis, las metáforas y referencias a personajes y términos de la literatura universal, han logrado que te ganes todo mi respeto y admiración.
Supondré que ya leíste a Orwell por hablar del neolenguaje, y tal como El Partido no hace nada sin querer... Nuestro terrible régimen no da un paso ni vocaliza una oración sin pensarlo, o mejor dicho, sin que lo ordene Cuba.
Las palabras son poderosas, y como te lo dice un músico que a veces intenta ser escritor, estoy seguro que lo sabes mucho mejor que yo.
Quiero compartir contigo el trabajo de un muy apreciado escritor por mí. Su nombre es Zakarias Zafra y proviene de Barquisimeto, ciudad de Venezuela donde nací. Actualmente se encuentra en México y nos ha regalado una charla TED maravillosa donde habla del poder de las palabras. Espero que la veas pues sé que te va a encantar; escríbeme tus impresiones luego de darte ese auto-regalo. Saludos y gracias por compartir tu post.
Mil gracias por leerme y por haberme comentado con tan impresionantes palabras, Miguel. En efecto he leído a Orwell, como también a un ensayo escrito por el profesor venezolano Carlos Leañez, entre otros que se titula "La neo-lengua del poder en Venezuela"; muy recomendable. Revisaré el material que me has dejado con muchísimo gusto.
Creo justamente en el poder de las palabras. Estoy preparando un post del cual puedo adelantarte que será sobre esto como también una actividad dinámica. Asimismo, el poder de las palabras es algo que trato mucho en la novela de fantasía que estoy escribiendo. El protagonista también es músico. Justamente es un pianista y concertista.
Un abrazo. Eres siempre bienvenido a leer todos los materiales que aquí estaré dejando.
el profesor Carlos Leañez es una gran mente venezolana. Voy a leer ese ensayo.
Es un placer para mí compartir lo que me gusta y dar feedback a quien se lo merece. Voy a reestemear tu publicación. Espero que te ayude a conseguir más votos.
Estaba stalkeando tu steemit y llegué hasta esto. Me da pesar darme cuenta de que hay de sobra esos profesores dentro del "templo comunista". Y es que no hay nombre que le quede mejor que ese. Dicen que la esperanza es lo último que se pierde, pero honestamente la única esperanza que me queda está en mí. Que mi formación periodística dependa de un grupo de personas que dicen que Venezuela no es socialista, si no que va en vía al socialismo, no me despierta más si no las ganas de querer leer e investigar para no dejarme inundar de esas mentiras históricas que nos están metiendo en la mente.
Te aprecio mucho Sei, cada opinión tuya es más acertada que la otra. :-)
Excelente publicación amigo, creo que tienes un nivel de análisis y de expresión literaria envidiable, alguien con semejante calidad en su escritura y con ideas tan claras en relación a la situación que atraviesa nuestra nación, sin dudas se gana un voto de mi parte (lamentablemente aun con muy poco valor económico) y mi suscripción como tu nuevo seguidor, creo que puedo aprender mucho de tu blog, pues aunque soy ingeniero, últimamente vengo tomando interés por temas más humanísticos y en especial los que tienen que ver con los sistemas de gobierno y económicos, dado que creo que estamos en un punto de nuestra historia, en el que hace mucha falta que los venezolanos salgamos de la ignorancia en la que nos encontramos, la cual es fomentada por esos los que llamas progres. Por cierto, tengo algún tiempo preguntándome cual es el motivo para que a las personas con ideales de izquierda se les denomine progresistas, cuando realmente sus ideologías nos conducen al atraso, pues ideas como el retorno al trueque no creo que tenga nada de progresista. Saludos.
Gracias por comentarme. En este blog encontrarás temas relacionados al humanismo los cuales iré paulatinamente iré publicando. Creo que hacen falta aquí en Steemit, en donde predominan todavía desde mi perspectiva las opiniones todavía muy "dulces". Siempre hace falta algo de sal y de malicia. O al menos yo me rijo con ese principio filosófico.
Los progres de izquierda de hoy en día son una paradoja. O mejor dicho, son los nuevos conservadores como lo fueron hasta no hace mucho los evangélicos que en los 90 pregonaban que los juegos de vídeo y las películas de acción eran las que detonaban a los tiroteos en las escuelas. Hoy en pleno 2018 podemos escuchar y leer opiniones similares de izquierdistas-progres ateos cuya ideología no es nada más que la forma irresponsable que tiene todo ser humano poco profundo de reemplazar a la religión. Se van por todos los «ismos» para reemplazar así, sin necesidad de reflexionar a profundidad a todas las convicciones sociales y generacionales. Son esta misma clase de personas las que buscan abolir a la prostitución y a las trabajadoras sexuales de cualquier índole bajo pretextos que son tan escandalosos como recuerdo que fueron los mismos que cancelaron a Toonamie en Cartón Network viniendo en boca de unos evangélicos. Yo creo que en resumen son gente idiota, vacía y sin ninguna capacidad moral que sólo poseen la habilidad de hacer notar que son veganos, fitness, feministas y socialistas, en especial cuando viven en un país del primer mundo, o son de clase media alta en el tercero.