Primera Estación - Carrera para escritores... 📚👟🏃‍♂️🏃‍♀️ Edipo IV. Relevo

Antes de irse:
Georgina y Eduardo seguían viéndose, reuniéndose entre ellos y con los amigos de ambos, compartiendo en grupo, tenían un slogan en su canal Edgeo, cuando se presentan en sus tutoriales, al unísono decían ¡nosotros sin habernos buscado, nos hemos encontrado! A Ge se le presentó una oportunidad de trabajo en Colombia, le comentó a Ed y decidió arriesgarse por lo que quería, después de todo es libre, no tenía ataduras. Aquella mañana salieron junto a dos amigos de ambos, a llevarla al Aeropuerto.

Al despedirse Ed colocó su mano en la cadera de Ge forzando a que sus cuerpos se sintiesen, los senos de Ge tocaron sus pectorales y su vientre quedó pegado de él. Fue un abrazo salvaje y tierno a la vez. Cuando Ge se fue alejando hacia la puerta de embarque, Ed la observaba de espaldas, con la respiración contenida, se abrieron las puertas, intempestivamente Ge se volteó, y le sonrió, era la sonrisa más bella que había visto alguna vez, en ese momento lo supo, se quedaría en él, aunque nunca regresara…

Ed a menudo se sentaba en el sofá quedaba inmerso en sus pensamientos, habían pasado días desde que Ge se fue.
Ge lo añora frecuentemente, podía pasar días sin verle, pero no sin pensarle, siempre llega un recuerdo, un comentario divertido que le provoca sonrisas tontas. Ed tenía insomnios largos a veces la llama, platican de todo y de nada, hasta historias le inventó, con tal de escucharla reír. Platican sin reproches, como los dos buenos amigos que son. Con sus voces y sus palabras, estimulan sus mentes, cuando se llaman por el móvil, se encuentran las ganas de amarse con las de verse.

Ge le decía que tenía sueños dulces y perversos con él, esto provoca diluvios en ambos, Ed también le incita, diciéndole que se atreviese a extraviarse en sus incansables ganas, Ge siente el hambre que le provoca él y le propone hacerlo por teléfono ¡vamos Ed no te reprimas! Ge comenzó a relatarle como iba desabotonado su blusa y pasa sus dedos húmedos por sus pezones que comienzan a estar duros, ahora baja sus dedos por su cintura, sus anchas caderas, su vientre, le decía como su piel se eriza al contacto con sus dedos que ensaliva y lamia a placer.

La excitación es mucha por lo que introdujo dos dedos en sus profundidades, -Ed me compré un juguetico para no extrañarte... Lo introducía solo hasta la mitad, vibrando, apretaba sus paredes vaginales, para que no entrara completo, se quedará ahí y mientras su mano izquierda atendía ambos pechos, pasa la derecha por su rasurado pubis, liso y suave, acerca sus dedos y los introducía, llevando más profundo el pequeño aparato. lo saca está empapado de sus jugos, acerca los dedos a su boca probándose así misma, sacándolo e introduciéndolo constantemente hasta llegar al orgasmo.

Ge con unas copas de vino tinto de más, aquella noche le dijo: Ed si existe otra vida, te prometo nacer mas cerca y próxima a tus años.
Continuara…