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Aquí, en mi país del tercer o cuarto mundo inducido o no.
Un día desperte una decada después de lo que hoy es el futuro.
Como si fuera el planeta de los simios o plena guerra santa.
Donde todos van y vienen como hormigas que pierden su rastro.
En la decada de los ochenta, conocí los primeros bit y bytes,
llegaron a Venezuela, en PC IBM, a la Universidad Católica,
Treinta años pasaron hasta que las monedas dejaron de ser,
convirtiéndose sorprendentemente en Bits y Bits en cadenas.
Saltando barreras y controles, solo las que ellas mismas imponen.
Dando libertad de uso y cambio de todos los mercados duros.
Entre difíciles algoritmos y cálculos complejos se hallan y comparten,
las monedas invisibles que viajan por la nube, por muchos monederos.
La confianza de los usuarios, es la única base de valoración que tiene,
la invisible moneda que vive en la nube y está garantizada en las redes,
en cada una de las máquinas que calculan y descifran sus complejidad.
Invisible e indestructible, ya que por todo el planeta se distribuyen,
En steemit, plataforma que me dió los pininos en el mundo invisible
de las Bits monedas, con potenciales infinitos, entre las 100 primeras,
hoy a steemit, te doy gracias por dar herramientas para fortalecerme.
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