Esta noche. Parte 1

La noche no era diferente a tantas otras noches, era habitual salir de la fábrica tarde, esto de trabajar por turnos cansa, pero termina dando beneficios a los que necesitamos el extra del turno nocturno, en este pueblo después de las 8 pm no trabaja ningún transporte, tanto que he soñado con las grandes ciudades donde existen hasta subterráneos; El invierno se acerca, el frío está arreciando, me devuelvo al Locker para buscar mi chaqueta y me dispongo a volver a salir de la fábrica a la casa, con buen ritmo y tomando por los estadio se pueden hacer 40 minutos, lástima que no estamos en temporada de juegos, es mucho más fácil pasar entre carros y borrachos que con la obscuridad que arropa los estadio cuando no prenden ni siquiera una de sus torres, sigo sintiendo este terrible frío, creo que me pegan los años, hace 10 o 15 años podía hacer esto sin llegar quejándome de dolores en los huesos.

Siento algo raro en el ambiente, eso que solemos llamar un ambiente pesado se ha empezado a sentir al entrar en el terreno enorme que hoy luce desolado, apuro un poco el paso, pero no se equivoquen no soy un viejo miedoso, de hecho ya reconozco todos los sonidos que esta vía puede emitir, desde los perros, gatos o cualquier alimaña entre el pasto que esta alto a los alrededores por falta de mantenimiento hasta los producidos por uno que otro chaval que usan la obscuridad como refugio para sus vicios, sin embargo la ventaja de un pueblo chico y de una rutina como la mía es conocer a todos y no sentirme amenazado.

Como explico lo que siento mientras camino, acaba de entrar en mi mente la certeza de que alguien me observa, pero aun colocándome los lentes y revisando el horizonte que puedo ver, no observo a nadie, que es esto. Los latidos de mi corazón suben un poco más, estoy sintiendo un frio que recorre mi columna, que desagradable esto que te envuelve. YA!!! José, no seas una mujercita, que pasa. Me fustigo para agarrar ánimo, cuanto tiempo tengo pasando estas estructuras que ahora veo tan lúgubres, porque siento que de cada recodo y de cada parte negra de los edificios que tan comunes son, existen ojos clavados en mí, como animales que esperan el momento exacto para atacar.

Ese ruido no lo reconozco, es casi imperceptible, me estoy alterando, que estupidez la mía , porque tengo q ahorrarme 30 minutos por esta obscuridad pudiendo andar por calles normales. No, no son cosas mías aquí pasa algo. ¿Qué es eso?...

White F.