Odisea subterránea
En la cotidianidad del caraqueño el transporte público posiblemente sea la principal prioridad...después de la quincena, la comida, el alcohol, la lotería, el Parley, el 5 y 6 y la parrilla del fin de semana.
Ciertamente Venezuela no es el país que se enorgullezca de sus medios de transporte, por el contrario es duramente criticado por el mal servicio que presta.
El metro de Caracas fué alguna vez una alegría y una solución para una ciudad sumergida en el caos del transporte público superficial, y de ser un gran logro y orgullo se convirtió en un viacrucis diario que hay que aceptar a regañadientes en una situación dónde la economía es el recordatorio diario de la crisis nacional que se está viviendo; como consecuencia (talvez por desinterés o porque hay cosas mejores que hacer con los presupuestos nacionales) no se destina el dinero suficiente para repuestos, materia prima, personal especializado, reparación y conservación del metro de Caracas.
Viajar en el metro es posiblemente la actividad más desagradable e inhumana que se tenga que vivir diariamente y no se dice por el gran volumen de personas que viajan día a día en las horas pico, algo que de por sí ya es cotidiano en prácticamente todo el planeta, sino por la decadencia a la que ha llegado el sistema; Basura, suciedad, vendedores ambulantes, mendicidad, hurtos, falta de aire acondicionado en todos los vagones, trenes con poca luz, todas las escaleras mecánicas y torniquetes dañados, retrasos diarios de 20 a 30 min para esperar la llegada del tren, fallas, eléctricas, descarrilamientos, etc.
Éste abandono de las instalaciones alimenta el descuido y maltrato de parte del usuario quienes contribuyen a ensuciarlo y dañarlo aún más, por no mencionar la, cada día más presente, perdida de valores y educación.
Estás fotos son de una experiencia que, a pesar de haber sido mi primera vez, (ésto cómo que se está convirtiendo en costumbre) ha sino ya la experiencia de muchos que dicen con gracia y terror a la vez "ah sí yo sé lo que es eso porque a mí me pasó".
El tren en hora punta de la mañana, no solo se moviliza excesivamente lento, sino que se queda parado más de media hora en las estaciones haciendo que un viaje de minutos se convierte un uno de horas. Después de hora y media de viaje, se queda parado 15 minutos en el tunel que conecta una estación de la otra, con miles de personas apretujadas a más no poder; el tren está pobremente iluminado, sin aire acondicionado y sin que el conductor mencione cosa alguna por el parlante sobre lo que sucedía.
La sensación de sauna cambio a la de un horno empañando todos los vidrios del tren, el oxígeno se convirtió únicamente en monóxido de carbono, las personas empezaron a gritar a maldecir y a ponerse histéricas. Sin lógica alguna más personas comenzaron a golpear las puertas hasta que finalmente activaron la manija de emergencia y lograron abrir las puertas, lanzándose por el oscuro túnel sin precaucion alguna.
Tres horas pasaron antes de pisar la siguiente estación, el personal del metro junto al de protección civil y los bomberos activaron sus protocolos de seguridad para movilizar a las personas por el túnel, realentizando la carrera desbocada de los primeros arriesgados en saltar hacia lo oscuro e incierto.
Fue como pasar agua por un embudo muy estrecho, igual que un cuentagotas, miles de personas fueron caminando de una en una en fila india por el túnel, durante el trayecto no pararon los insultos, las bromas, chalequeos, peleas, desmayados y desesperados.
Así sin información alguna sobre lo que había ocurrido salimos de la estación a seguir con nuestros planes del día como si nada hubiera pasado, pero terriblemente decepcionados del metro.
Revisando, noticias en la web y las redes sociales, salía que la línea 1 del sistema tuvo que parar completamente su actividad comercial, por fallas en el sistema y después se dio a conocer que un tren en la vía paralela se descarriló ocasionando varios heridos y el caos que muchos vivimos.
Unas horas más tarde el sistema vuelve a abrir nuevamente sus puertas como si nada hubiera sucedido prestando el pésimo servicio de todos los días, solo las personas afectadas toman la decisión a futuro de únicamente usar transporte superficial, algo que es fácil de decir pero no tan fácil de cumplir.
Triste la realidad que toca afrontar en el que fue el más cómodo y seguro sistema de transporte público de la ciudad de Caracas.
Fotos de mi autoría @lphnfotografia
Cámara: Teléfono Samsung Galaxy J3
Metro de Caracas
Venezuela
2019
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