“Dios”, una palabra con un significado bastante controversial, ya que dependiendo de la religión que profeses, su historia, actitudes y maneras de obrar varían. Unos lo llaman Yahveh, otros Allah, Bhagavān, Aten etc. existen más de 4 mil religiones en el mundo, donde una gran parte se esfuerza por demostrar que tiene la razón, y que ellos siguen al dios correcto. Gran parte de mis días escucho a las personas hablar de sus religiones y mucho mas viviendo en un país donde la fe basada en la biblia tiene diferentes religiones e incluso dentro de las mismas religiones existen templos en contradicción de otros (eso sin contar a las miles de personas que creen en Dios a su manera). Todo esto solo ha desencadenado odio, discriminación, intolerancia y un largo etcétera. Vivimos en un mundo en donde las personas que no creen lo mismo que tú automáticamente los miramos de otra forma. Hace poco escuche la noticia de una mujer musulmana que destapo su rostro por un momento para acomodarse el burka, y en ese momento llego otra mujer y hecho acido en su rostro.

El mundo se preocupa tanto por demostrar su fe o hacer creer a otros al dios que profesan. No deberían darle tanta importancia. A raíz de esto casi todos los días escucho, leo debates entre personas sobre el aborto, el matrimonio igualitario, la eutanasia, religión (no digo que no deban ser tratados), existiendo problemas de calidad humana muy graves como la prostitución infantil, la trata de blancas, abuso de drogas, maltrato y trafico de animales, trafico de órganos discriminación, depresión, problemas de índole social como los de Haití, Palestina y una cantidad de basuras más, que requieren nuestra real atención (muy poca gente habla de esto y la mayoría me atrevo a decir que ni sabe que estas cosas suceden). El mundo siempre ha estado mal y pasan los años y aun no aprendemos de ello, porque es más importante probarle al otro que está equivocado. La única real verdad es que todos somos parte del mismo mundo, donde nuestras acciones deben ser pensadas, porque no sabemos las consecuencias que pueden desencadenar a otros. No importa que religión profeses, lo importante es que pienses en cómo afecta el mundo tu predicación. ¡Basta ya de hacer que el otro cambie a nuestra forma! Si eres cristiano y dos homosexuales deciden vivir su vida libremente ¿por qué te tiene que afectar?, es la vida de ellos dos, o si eres musulmán y una mujer decide descubrir parte de sus piernas, ¿Por qué debes de meterte en su vida? Cuando el mundo aprenda a practicar la religión llamada “Respeto” ese día el mundo será muy distinto. El mundo no necesita de tu religión ni de tu dios para ser mejor. Como me cabrea escuchar personas decir que el mundo está así porque la gente ya no cree en Dios. ¡Basta ya de darle la responsabilidad de lo que pasa en el mundo a seres que no podemos demostrar que existen! cuando la vida nos ha demostrado que solo nos tenemos a nosotros mismos y que la única forma de cambiar y de ser mejores es por nuestra propia cuenta. Cada día miles de inocentes sufren sin ninguna culpa por causa de acciones de otros. Aceptemos la responsabilidad que tenemos como únicos seres racionales de este planeta y hagamos algo por mejorar nuestro entorno. No necesitas creer en dios para ser alguien bueno, para ayudar, para mejorar tu vida y la de los que te rodean… solo necesitas ser humano. El mundo no necesita de tus oraciones ni de tus rezos, el mundo necesita de tus acciones. Que importa si eres musulmán y el otro es cristiano o ateo, agnóstico, católico o lo que sea, lo que realmente importa es que debemos aprender a vivir y respetar la vida de otros y ayudarnos mutuamente sin importar que ideología tenga el otro (por supuesto, mientras su vida no dañe la de los demás).

Aún no sé si considerarme agnóstico o ateo, aunque realmente no me importa, no es algo a lo que le dedique tiempo. Con el respeto de los creyentes, no es algo importante para mi saber si Dios existe o no. Dedico mi vida a mejorar y en pensar cómo puedo ayudar a los demás, como puedo aportar para que el mundo tenga un poco mas de paz. No me interesa buscar la bondad hacia arriba, cuando estoy seguro de que esta en cada uno de nosotros. Que el mundo sea mejor no depende de más nadie, si no solo de los que lo habitamos.