La inocencia infantil está perfectamente reflejada en la película "La vida es bella". En medio del hacinamiento de un campo de concentración nazi un niño le creyó a su papá, que lo hacía todo para hacerlo soñar, que estaban en un concurso para ganarse "un carromato" (un tanque). Así lo vemos aquí, niños que quizás no sonrían tanto pero que mantienen esa vivaz alegría a pesar de la destrucción circundante.
Tal cual Jean. Es triste llevar uno esa realidad a cuestas. Quizá ellos se quejan por comer eso que le dan todos los días, porque siendo niños, no les guste la sopa... Ahora recuerdo que una niña me dijo "antes nos daban jugo, ahora un vaso de agua"...
Qué terrible... pero cómo te preguntas, ¿qué puede aprender intelectualmente quien apenas come?
Hace poco tuve un invitado en el programa que el analfabetismo en Venezuela iba en aumento, no solo por quienes no pueden estudiar, sino porque esta generación, la que está creciendo, es la que menos va a rendir intelectualmente debido al alto grado de desnutrición que hay. Incluye quienes dejan de ir a clases porque no tienen qué comer y quienes aún van a clases sin nada en el estómago.
¿Y cómo rinden intelectualmente si se desmayan a cada rato en sus salones, por falta de comida?
Es realmente preocupante porque, si seguimos con el analfabetismo... ¿cuándo vamos a salir de esto? ¿quién va a echar para adelante un país con una fuga masiva de cerebros y otros, desnutridos y analfabetos?.
Oficialmente se insiste en un bono demográfico que ya pasó o emigró, mientras insisten en que ahora comemos muchísimo... olvidándose además de las fallas del PAE. Todo es una consigna. Tratar de luchar contra la desnutrición de cada niño es un plan de gobierno para el país de futuro, incluso aunque no lo vayamos a ver.
Pues vivimos en la Suiza de Latinoamérica (según ellos). Se nota que no salen a la calle... o fingen demencia.