Recuento de un viaje hacia un destino como inmigrante. Parte I
Para ponerme al día con ustedes y Steemit les haré el recuento de lo que han sido todos estos días/meses que no escrito con tanta frecuencia como antes y eso es porque ahora soy inmigrante.
Fuente: Mi autoría
Me encuentro viviendo en Argentina, y como todas las experiencias de inmigrantes esta es totalmente distinta solo espero que con ella te puedas nutrir de un nuevo conocimiento que luego puedas implementar en tu vida.
Regreso, siempre he querido regresar porque esta es una de mis plataformas sociales favoritas donde me siento más gusto contando sobre mí, sobre lo que me apasiona y sobre todo lo que aprendo, ha sido así desde el inicio y creo que fue justo eso lo que conectó con varios de ustedes, desde explicando cómo escribir en Steemit hasta temas reflexivos sobre la moda.
Entonces ¿Seguimos? Sí ¿Paramos? No. Jajaja.
El viaje del inmigrante nunca es fácil, por supuesto entre más dinero tengas para resolverte los primeros 2-3 meses en el país destino que hayas elegido, mejores serán tus condiciones, o dicho en criollo, menos roncha vas a pasar, eso indudablemente, pero como todo lo que implica desprendimiento duele💔. Sin embargo no todo es tan gris porque la vida así como la ves es bella, y comenzar desde cero te va traer muchas oportunidades de crecimiento desde lo personal hasta lo profesional. ¡Así que allá vamos!🚀
Justo para mí este mes es como si fuera diciembre, en el sentido que siento como si hubiese pasado un año, porque para echarles el cuento completo yo primero fui a un país diferente, específicamente EEUU para explorar mis opciones a parte de ver a la familia pero el tema de la legalidad era bastante complicado y de muy larga duración, decidí junto con mi pareja que esa no era una opción para nosotros y la descartamos, porque ni siquiera formó parte de nuestro plan inicial, así que pasado el tiempo reglamentario regresamos a Venezuela.
Fuente: Fotolia
No les voy a negar además de Argentina pensamos en otros países 🌎🌍, incluso Europa pero uno tiene que llegar hasta donde la sábana te arrope, es decir, ajustarse al presupuesto, y orientarte a un país donde después de mucho investigar👩💻, comparar y sacar números tengas además ese feeling que te vas a sentir a gusto (me dicen la perceptiva creo que es un don), sin obviar el tema de la legalidad, por eso para nosotros siempre la respuesta se dirigía hacia Argentina.
Así que regresamos, disfrutamos un poco más de nuestras familia👵🧓, compartimos regalos en su mayoría comida y en dos meses aproximadamente sacamos todos los papeles para llevarnos todo en regla, apostillado y reglamentado que para el caso de Argentina es indispensable antecedentes penales y partida de nacimiento, también es importante tener el certificado de la fiebre amarilla, siendo un requisito obligatorio para salir del país, por suerte ya yo tenía la vacuna y el comprobante, facilitando mucho el proceso porque todos sabemos que conseguir cualquier vacuna o medicamento en Venezuela es un calvario.
Así que resueltas todas las diligencias compramos el boleto, que recomiendo sea de ida y vuelta para no tener problemas al momento de irse que nuestro caso sudamos frío para conseguir boletos de vuelta de último momento (uno novatos totales🤦♀), por eso casi nos quedamos en Brasil.
Fuente: Mi autoría
Al pasar los días, fue llegando el momento de hacer las maletas, ir al aeropuerto 🛫y con eso una nueva despida, entre abrazos y sollozos despedimos a nuestras familias en el aeropuerto, sin saber el día en que los veríamos de nuevo, aunque ya te hayas despido como fue nuestro caso nada te prepara y cuando lo ves venir tan rápido igual te pega.
Hasta aquí la primera parte, no pensé que saldría tan largo por eso lo dividí porque no quiero que se torne tedioso.
