La Virtud de un Moralista

     En la época del creciente arte de la sabiduría (conocimiento), la filosofía y la  ciencia, se encontraba en Grecia el maestro de la moral,  nacido en la hoy ciudad de Atenas “SOCRATES” y quien se dedicó al esparcimiento del conocimiento.  Para Sócrates la verdad se anteponía a sus propios sentimientos. La justicia y la razón  eran la causa justa de una ética social (colectiva) y de allí su amor por la conducta moralista en el hombre.  

     Difundió básicamente su filosofía sin dejar un solo escrito, más sin embargo sus conocimiento los lego a sus discípulos Aristipo y Platón y este último a su discípulo Aristóteles quienes a su vez crearon sus propias teorías. Para Sócrates el reconocimiento de la verdad y la justicia era la única enseñanza que se podía transferir,  ya que para este maestro, el conocimiento es virtud y el vicio ignorancia y de allí seguro su célebre frase <solo sé que no se nada>. 

    Quizás para Sócrates el conocimiento se deriva del alma,  ya que es lo que da personalidad al individuo y Sócrates la describió como: la virtud que se da al calificar de bueno o malo, de sabio o ignorante incluso de loco y de lo cual depende la inteligencia y el carácter. Un orador por excelencia que logro influenciar por medio del  pensamiento y la palabra a todo cuantos pudieran debatir sus ideas para corregir y hacer ver el error, su intención no era la de sabio, su intención radicaba en corregir, mejorar y ampliar el conocimiento.  

    De acuerdo al conocimiento es cómo actúan los seres, es la actitud ante la vida, lo que describe a cada ser de manera individual en el mundo que lo rodea. Él tenía su virtud,  la defensa de la moral, la justicia y la verdad y de alguna manera y sin pensarlo, influenció a todo aquel que discernía junto a él los aspectos más íntegros de la vida, influenció al mundo desde sus tiempos hasta los presentes que conocemos de la moral.      

     Su paso por este mundo no fue en vano,  su trabajo es considerado un método dialéctico “el método socrático” del que estudian todos los que buscan hacerse de  ética. Considerado además figura importante o representativa entre el relativismo y subjetivismo, lo que hace componente entre el pensamiento y la acción. En estos tiempos de nueva era,  el mundo se debate en una agonía por falta de conocimiento moral y abundante ignorancia,  ya que de acuerdo a como el hombre piensa actúa.  

     Para Sócrates la ética representa la conducta del deber ser, de la buena acción que debe emprender el individuo, de lo correcto, de lo bueno, de la justicia reflejo siempre de la moral. El escritor y filósofo de la doctrina espiritista Joaquín Trincado se acerca al pensamiento de Sócrates cuando expresa en sus diferentes obras literarias: por el fruto conocerás el árbol y solo las obras hacen fe, porque el pensamiento siempre conlleva a una acción.

 La Moral de Sócrates en el Presente 

    Hoy por hoy el hombre abarca gran conocimiento, pero mucho de ese conocimiento no podemos calificarlo como virtud, debido a que mucho son desarrollados para el vicio y no propiamente  en sentido de la virtud, por lo cual en estos tiempos todavía predomina la maldad, odio, egoísmo, perjuicio, la envidia y la avaricia entre otras cosas. 

     El hombre,  ha logrado adquirir sabios conocimientos en construir grandes edificaciones, barcos, aparatos y sistemas de alta tecnología y hasta obras majestuosas, sabe renovar e innovar, pero aún desconoce la fraternidad, la hermandad, incluso emplea parte de su tiempo para el desarrollo bélico, pero… ¿será que no sabe confraternizar? aun no logra despertar conciencia, el hombre sigue adormecido en el letargo. Todo lo que ha logrado construir el hombre es material solo material, pero… ¿y en lo espiritual?.  

     El hombre se horroriza del panorama y suenan algunas voces a la distancia pidiendo justicia y la sangre es derramada, la tierra adsorbe el dolor, sufriendo los terribles entuertos ¿Qué ha pasado, donde se quedó Sócrates? ¡Ah, claro! es que por aquí paso y lo no vimos, nos habló pero no le entendimos y es que ni los más grandes catedráticos han sabido comprender.  

    En este extenso territorio llamado mundo,  convergen infinidades de pensamientos,  hombres de libre conciencia que alzan sus ideas con la bandera de la paz al unísono de la armonía, así como lo expresó en su tiempo Jesús de Nazaret <amaos los unos a los otros como hermanos> sin embargo, por el otro lado, con el sentido más cobarde, los hombres que están encadenados de conciencia con grilletes en el corazón y que no han podido romper, que no sienten la menor clemencia en destruir al hermano.   

    Es hora ya del despertar y quitar la venda que lastima los ojos, no hay peor cosa que ser ciegos de conciencia, levanta tu moral y aprendamos a ser hombres de recta conciencia. Porque ya lo dijo Sócrates “el conocimiento es virtud y el vicio ignorancia”.