Quedan pocos días para la edición número 90 de los premios Oscars y queremos compartirles la crítica de algunas de las películas que van camino al encuentro de la estatuilla dorada.

En esta ocasión miraremos la cinta dirigida por el londinense Martin McDonagh, “Three Billboards Outside Ebbing, Missouri”, que traducida para el público latino es, “Tres anuncios por un crimen”.

Protagonizada por France McDormang, junto a las destacadas actuaciones de Woody Harrelson y Sam Rockwell, entre otros, todos ellos nominados a las categorías de mejor actriz, mejor actor y mejor actor de reparto.

La sinopsis de la película relata los momentos de desesperación y molestia de Mildred Hayes, que luego de siete meses de haber perdido a su hija adolescente de 16 años, al ser asesinada quemada y previamente violada, alquila tres vallas publicitarias cercanas a su casa para colocar tres avisos que increpan al jefe de la policía del pueblo, Bill Willoughby, al no encontrar el culpable del atroz crimen.

El mensaje en la primera valla dice, << RAPED WHILE DYING >>, en la segunda, <<AND STILL NO ARRESTS?>>, y en la tercera y última valla, <<HOW COME, CHIEF WILLOUGHBY?>>… “violada mientras moría, ¿y todavía no hay arrestos?... ¿cómo es eso, jefe Willoughby?”.

Es una película dura por la temática en cuestión, es un caso de violación y asesinato de una chica adolescente y al parecer no hay nadie que se conduela del hecho, empezando por la policía.

Hay que destacar que el director, Martin McDonagh, suele combinar la violencia generalizada de las sociedades actuales, los hechos detectivescos norteamericanos y el humor negro de las series de televisión inglesas, lo que le da un toque a la cinta de cierto surrealismo en la caracterización de cada personaje, y a continuación analizaremos.

Es la protagonista, France McDormang hace el papel de una mujer divorciada de unos 50 años de edad. Su hijo mayor vive con ella en una casa diagonal a las vallas publicitarias que alquila y donde sucede el crimen de su hija.

Es un personaje que muestra todo el dolor de una madre por la pérdida de su hija. Es sarcástica, violenta verbalmente y expresiva sin escrúpulos increpando al cuerpo de policía que no termina de dar con el culpable.

También se sacude al sacerdote del pueblo cuando este va a convidarla a que retire el anuncio de las vallas y este termina insultado y despedido, no sin antes darle a conocer por Hayes, la falta de fe que la lleva a pensar que el sacerdote piensa más en los problemas de otro que recogerse con los problemas de pedofilia que no controla la iglesia católica en Estados Unidos.

Podemos observar en esta primera etapa de la película como se exponen tres temas claves que la sociedad norteamericana clama con fuerza hoy en día a las instituciones: la libertad de expresión, la celeridad en los casos de investigación para dar con los culpables de feminicidios y el señalamiento abierto a la iglesia católica en los casos de pedofilia.

Mildred Hayes, también desafía de manera directa a todos los funcionarios del cuerpo de policía, comenzando por el mismo Jefe Willoghby, el oficial Jason Dixon y el resto de oficiales que en ciertos momentos la enfrentan a punto de detenerla. El grado de frustración sigue siendo alto y después de haber conseguido la atención de todos los habitantes, hasta la de su exesposo que la va a increpar que a través de esas las vallas alquiladas no va a resucitar a su hija, también es capaz en un acto de anarquía, lanzar tres bombas incendiarias molotov contra la comisaría de policía, luego que arremetieron incendiando las vallas publicitarias que logró pagar con la venta del tractor de su granja.

Es una actuación impecable de France McDormang, es la propia mujer desarraigada de los afectos y su vida cotidiana por la muerte de su hija. Su rostro jamás cambia en la cinta, su cara todo un dilema triste y enojado al mismo tiempo, deteniendo miradas profundas y penetrantes, sin mostrar ningún tipo de debilidad. Es la mujer norteamericana fuerte, traumada por los pecados de la sociedad que debe lidiar ahora como un hecho inaceptable, donde ella también se culpa por las desatenciones propias de la madre de una adolescente, que quizás impulsaron al asesinato de su hija por no haber complacido sus peticiones de joven rebelde.

Es un hombre blanco, calvo, tamaño promedio y atlético. Woody Harrelson le da vida a este hombre destacado y honrado por el pueblo al saberse como su jefe de policía. Está casado formalmente con una hermosa mujer y tiene dos niñas pequeñas. Es amante y criador de caballos.

Willoughby entra en el ojo del huracán por el señalamiento de los avisos publicitarios de Hayed. Siete meses después del asesinato de la adolescente, no hay culpables detenidos y la investigación ha sido traspapelada en medio de los prejuicios de sus oficiales. Siente que su reputación como jefe de la policía está en duda, sin embargo trata de calmar las angustias de sus más cercanos dispuestos a encarar a Hayed por su atrevimiento a injuriarlo de esa forma.

Mantiene la actitud de la autoridad que desea conciliar y persuadir a sus oficiales para que no lleven el problema a otro estadio más complicado. Se da por entendido en este tramo de la cinta, que los oficiales de policías en pueblos pequeños no son mansas palomas, el superior tiene que lidiar con los temperamentos racistas, homofóbicos y los altos complejos de superioridad en muchos de los oficiales en estos estados del medio-sur de los Estados Unidos.

El jefe Willoughby, como se le conoce, se despreocupa en si del escándalo de las vallas publicitarias porque se sabe con cáncer de páncreas en estado terminal. Aun así, quiere persuadir y convencer a Hayes que retire las vallas con el compromiso de aligerar las investigaciones, y así lograr encontrar estabilidad emocional ante la preocupación que le genera saber que va a morirse en cualquier momento.

Por último este personaje opta por cometer otro crimen, contra el mismo, decidido a no soportar el sufrimiento de la enfermedad a futuro, prepara pasar un día de ensueños con su mujer y sus hijas acampando a la orilla del río de la ciudad, para luego llegar a su casa, dormir a las hijas y acostar a su esposa, después dirigirse a los establos de sus caballos y quitarse la vida de un disparo en la cabeza.

Es la caracterización del típico oficial de policía deshonesto, soberbio, orgulloso, racista y homofóbico. Sam Rockwell no se había mostrado tan ejemplar en la interpretación de un villano cuando caracterizo el personaje de en William “Billy The Kid” Wharton en, “The Green Mile”, junto a Tom Hanks y el ya desaparecido físicamente, Michael Clarck Duncan.

Jason Dixon es el propio “huele medias” del jefe Willoughby, se sabe defendido por él, aunque está consiente que no aprueba sus comportamientos. Es el primer personaje que reacciona escandalizado al ver las vallas publicitarias de Haydes.

Trata de paralizar la instalación de las mismas arremetiendo verbalmente violento en contra de uno de los obreros de origen latino, luego intenta hacer lo mismocon un segundo obrero de origen afroamericano y ya no le queda más remedio que desistir al ver que este último lo superaba en el conocimiento de las leyes, se siente perdido y antes de mirarse descubierto que es un ignorante, decide retirarse del lugar, no sin antes proferir amenazas contra la humanidad de estos trabajadores.

El personaje de Rockwell se gana el desprecio de todos los espectadores desde un principio, más aún cuando después de enterarse del suicidio del jefe Willoughby, decide agredir violentamente a Red Welby, personaje interpretado por Caleb Landry Jones, un joven empresario encargado de la agencia de publicidad que accede colocar las vallas de Hayes.

Es un personaje que pone en evidencia la actitud de muchos funcionarios que se atreven a arremeter en contra de la comunidad LGTB, irrespetándolos y en muchos casos cometiendo violación de sus derechos humanos.

Pero es este personaje el que le da un giro de 360° a la película. Luego de ser odiado por todos, luego que el director de la película se permitiera que el público calmara su sed de venganza con él cuando lo despiden del cuerpo de policía, además resulta quemado con heridas graves en el ataque de Mildred Hayes a la comisaría, y termina siendo golpeado salvajemente por el presunto violador y asesino de la hija de Hayes.

Todo esto sucede después que el fallecido jefe Willoughby dejara en una carta dirigida a Dixon, donde lo animaba a convertirse en el mejor detective de la ciudad, que solo necesitaba calmar su temperamento y era cuestión dedicación con el tiempo, volver a recuperar la confianza de todos, principalmente si bajaba sus ansias racistas y homofóbicas.

Three Billboards Outside Ebbing, Missouri, es el tipo de película que dejan en si una serie de reflexiones desde el tratamiento real de los problemas cotidianos de la actual sociedad y que siguen siendo hoy nuestro pan diario.

Aunque es una película que no se extrae de algún hecho real, y se recrea en un estilo de drama donde el humor negro la hace irreal, la misma muestra parte de los episodios que ocurren en cualquier lugar del mundo, donde la intolerancia racial y de género, el retardo en las investigaciones policiales para dar con los delincuentes que se dedican al feminicidio, y el manejo de intereses particulares, terminan socavando la reputación de cualquier institución o alguna persona en particular.

Esperemos su actuación en la noche de los Oscar 2018 a ver si resulta la ganadora como mejor película y si alguno de sus actores logra coronarse con las mejores interpretaciones por el papel desempeñado.