DEBATE CERVANTIL // Las relaciones humanas.
Resulta curioso ver cómo un ser humano puede ir cambiando. Según pasan los años, puede que nos vayamos dando cuenta de que casi nadie es en realidad como pensábamos que era o, al menos, de la manera en la que se nos había mostrado.
No sabemos si a todos les ha pasado, pero ocurre muy a menudo: una persona que crees que conoces al 100% y piensas que sabes, con seguridad, hasta dónde llegará en una situación determinada, de repente, hace lo que menos esperabas y te deja con la boca abierta.
¿El ser humano es un bicho raro?
¿Por qué a veces cambiamos sin que los demás lo esperen?
¿Es que cambiamos o ya éramos así y no lo habíamos mostrado?
¿En el fondo, no somos capaces de pensar en los demás?
¿Es que, en realidad, sólo importamos nosotros?
Nos encantaría saber qué piensan los bichos más raros que hemos conocido hasta ahora: Los Steemians :)
El ser humano es algo bastante extraño, a pesar de que somos la especie que reina en estas tierras. ¿Será por nuestra crudeza, nuestra agresividad, nuestra sed de superioridad? ¿o será porque somos unas criaturas sociables que se han abierto paso a través de innumerables relaciones que ayudan a construir una sociedad fuerte y determinada? en cualquiera de los casos, es cierto que todos los humanos somos vivos por naturaleza, somos pícaros, algunos más que otros, y tristemente solemos mostrar esos lados cuando nos hallamos acabados y sin esperanzas de subsistir.
Nosotros cambiamos por muchas razones: por traiciones, por celos, por determinación, por querer algún cambio, por querer algo a cambio, por amor, por cariño, o por odio. Hay muchísimos factores que afectan nuestras emociones y por ende, nuestra personalidad en determinado momento. Algunas personas son marcadas de por vida, mientras que otras pueden tener alguna ayuda (que no siempre resulta bien). Es mentira que nosotros conocemos a las personas, nadie puede conocer al 100% a alguien, nadie sabe todo sobre alguien. Nosotros guardamos muchísimos secretos, cosas que no les decimos a nadie, cosas que están muy profundamente ocultas en nuestro interior. La gente puede conversar entre sí y saber muchas cosas, contarse muchas cosas y revelar cosas que no se harían públicas de otra manera, pero la gente NO cuenta todo. Ya sea por miedo, por inseguridad, o porque simplemente no se sienten cómodos, no quieren hacerlo y prefieren que sea así.
Los humanos solemos ser demasiado egoístas, a pesar de que se nos enseña a ayudar al prójimo, a no ser interesado, a valorar las cosas y a otras personas, siempre tendremos ese instinto por naturaleza de querer poseer todo, de querer estar en la cima, de querer siempre ser mejor, y tristemente algunas personas lo hacen pasándole por encima a los demás, como su manera de alcanzar el éxito a toda costa. No es que no lo demostremos, o no es que hagamos cosas que otras personas digan ''wao, yo nunca lo vi hacer eso antes'' o ''nunca pensé que sería capaz de hacer eso'' es simplemente que NO nos conocen, y NUNCA lo harán por completo. Somos un cajón de sorpresas, somos lo que somos por nuestro instinto de supervivencia, somos lo que somos por la cultura popular, por lo que nos enseñan, nos inculcan y por cómo nos crían. Pero muchas veces eso no es suficiente, y a pesar de que una familia lleve un estilo de vida único y directo, algún miembro puede tener uno totalmente distinto al resto, ya que todos somos diferentes, todos pensamos diferente, todos actuamos diferentes y hay cavidad para todos.
Los humanos somos extraños, sí. Nuestra mente es conflictiva muchas veces, sí. Somos impulsivos y egoístas, sí. La gente necesita prepararse para las decepciones, porque ocurren muy frecuentemente por esperar mucho y recibir poco. Es mejor no esperar nada de alguien y sorprenderse, a esperar demasiado de alguien que no te demuestra nada. Así funcionamos. Solamente debemos aprender a convivir los unos con los otros, en vez de destruirnos y aniquilarnos por querer ser los primeros en todo. Las relaciones humanas son muy peculiares, y pueden ser tanto cordiales como devastadoras. Saludos a todos :) es mi primera participación en un Debate Cervantil, así que espero que mi opinión pueda ser vista.
¿El ser humano es un bicho raro?
¿Es que cambiamos o ya éramos así y no lo habíamos mostrado?
Por ser una especie pensante nuestra conducta será cambiante , esto dependerá por lo general como sea su desenvolvimiento personal o familiar a veces conocemos a ciertas personas que en situaciones ideales son especiales , pero en situaciones adversas cambian drásticamente , pero seremos así por siempre , cambiando permanentemente para mejorar o viceversa.
¿En el fondo, no somos capaces de pensar en los demás?
Sin dudas algún los seres humanos tiene la capacidad de pensar en los demás , a pesar de la concepción individualista a la cual cada vez somos sometidos por algunos sectores de nuestra sociedad , la cual nos hacen dudar si es posible encontrar personas quienes puedan pensar en los demás e incluso por sus seres querido , en realidad pienso que en los momentos más apremiantes podemos tener la capacidad más sensible desarrollada por la humanidad como lo es el amor , esta hermosa característica nos hace pensar constantemente en los demás , sino preguntémosles por citar un ejemplo a cualquier madre de este planeta , que no tan solo piensan en sus hijos , también pueden hacerlo por cualquier hijo de otra persona y así muchos grandes ejemplos más.
¿Es que, en realidad, sólo importamos nosotros?
En nuestra autoestima, es decir, no somos más que otra persona pero tampoco somos menos que alguien, nuestra capacidad para crecer en todos los sentidos dependerá de nosotros mismos, encontramos personas que valoran más a cualquier persona que a ella misma, podemos decir que si no nos valoramos nosotros mismo nadie lo hará, por lo tanto no seremos capaces de hacerlo por algún otra persona.
¿El ser humano es un bicho raro?
Claro que lo somos, es muy frecuente escuchar la frase de que nunca llegamos a conocer bien a una persona, pero si vamos más allá, ¿acaso logramos conocernos a nosotros mismo? no lo creo. Muchas veces reaccionamos ante cierta circunstancia de formas que no logramos comprender y sentimos que tenemos toda la razón, para luego darnos cuenta de que no es así. Quizá influya el estado de ánimo, la madurez, o si el tema es controversial y nos afecte personalmente. Creo que sí, somos unos bichos raros e incomprensibles.
¿Por qué a veces cambiamos sin que los demás lo esperen?
Este es uno de los misterios más grandes y el mejor ejemplo que podemos ver es en los matrimonios destruidos, ¿por qué se separa la gente? ¿qué puede ser tan fuerte que hace que dos personas que en un principio se aman con locura (si porque hay que estar loco de amor para casarse) decidan llevar a término una relación? y en la mayoría de los casos de forma cruel y dolorosa. Por experiencia sé, que una persona puede cambiar tus planes en un chasquido y no tener un motivo claro para hacerlo.
¿Es que cambiamos o ya éramos así y no lo habíamos mostrado?
Como dije al principio creo que actuamos según alguna circunstancia, dejamos que nuestros instintos se apoderen de nuestros sentimientos y actuamos de formas incomprensibles, creo que vamos cambiando y no lo notamos hasta que ejecutamos alguna acción. Al ser conscientes de ello usamos la típica frase, "es que ya yo, no soy esa persona que conociste". Pero es solo una excusa, el sujeto en cuestión no tiene idea de quien es en realidad.
¿En el fondo, no somos capaces de pensar en los demás?
Creo que si somos capaces de pensar en los demás, quiero tener fe en la humanidad, pero evidentemente no al 100%, todos somos capaces de conocer a una Madre, un Padre, un hijo, una pareja, un primo, un hermano o un amigo fiel. Siempre habrá esas personas fieles que son capaces de pensar en los demás antes que en ellos mismos o en paridad. Somos raros, pero no creo que seamos malos.
¿Es que, en realidad, sólo importamos nosotros?
En algunos casos si, en algunos casos no. Soy partidaria de creer que mientras nos amemos a nosotros al 1000% seremos más capaces de apreciar a los demás. Creo que son quienes no están conformes con su vida, los primeros en querer destruir la vida de otros.
Así que vamos a pensar en nosotros mismos, vamos a amarnos, vamos a valorarnos y al sentir esa plenitud llamada felicidad. Será el tiempo de compartirla con quienes nos rodean y seremos tan ricos que no nos molestara dispersarla por todos lados, sin esperar nada a cambio.
Analogía: Personas como mundos a la distancia
La frase "Cada cabeza es un mundo." entra acertadamente en este contexto que se propone en el debate, y siendo asi, que cada mente encierra un completo mundo, definamos entonces la palabra, según escribe la RAE: Conjunto de todo lo existente, link. Aunque indagar a profundidad sobre esta filosofía amerita mas de lo que una simple opinion personal pueda ofrecer, como individuos, me atrevo a decir que es un experimento muy entretenido, puro, real e interesante.
Defino la palabra mundo para así dar a entender de que si nos fijamos a nuestro alrededor, y prestamos atención a alguien en particular por unos minutos, veremos como esa persona relata una historia sin fin de todo tipo de emociones solo con su mirada, y si tenemos la oportunidad de verla desenvolverse en su vida habitual, nos encontraremos con un montón de costumbres, decisiones, opiniones, criticas, inseguridades, egos, y pare de contar, que se nos harán totalmente ilógicas, fuera de lugar y algunas veces, hasta nos sorprenderemos de estar de acuerdo con alguna de esas descabelladas cosas que dice o hace esa persona.
Esto podría demostrar entonces, tomando en cuenta la definición de la RAE, que en nuestras mentes todo existe de la manera que creemos o queremos que exista; Y hay que destacar rotundamente que esto es algo completamente natural.
Ahora bien, apliquemos una divertida analogía... Imaginemos que las personas son los planetas que podemos apreciar desde el nuestro en el sistema solar, enfoquemonos en Jupiter esta vez, notemos que llevamos anos de estudios en el gigante planeta, observando con detenimiento su gran punto rojo, sus suaves colores que lo abrazan como si fuesen hechos por la brocha de Van Gogh, lunas a su alrededor, tan insignificantes en tamaño a comparación de su majestuosa madre... Espectacular viste que tenemos desde aquí hacia Jupiter... Ahora imaginemos un avance tecnológico de exploración espacial futurista que nos permita adentrarnos en tal hermoso planeta. La nave va siendo atraída por la increíble fuerza de gravedad que ejerce, nos adentramos en su atmósfera y ya podemos apreciar que esas suaves franjas de colores que veíamos desde la tierra en realidad son vientos huracanados de velocidades nunca antes vividas por ningún ser humano. Nos golpean y destruyen la nave, nos vuelcan de aquí a alla sin siquiera dejarnos ver mas alla de unos pocos metros...
Vayámonos ahora a Marte... un planeta no muy llamativo, de un tamaño considerable en comparación al nuestro, desde aquí un buen tiempo atrás no imaginábamos que podíamos hacer mucho en el, sus colores rojizos no nos daban una sensación de que alla podría haber algo más, y bueno, en realidad es que no hay mucho; una vez que llegaron los rovers nos dimos cuenta de eso; pero resulto ser que después de muchas teorías e hipotéticos planes, hoy en día, aquel inhóspito planeta se ha convertido en el proyecto mas grande de la humanidad, colonizar marte para llamarlo nuestro segundo hogar...
De esa manera veo las relaciones humanas, por fuera podemos tener estudiado cada detalle de las personas e incluso predecir muchas de sus acciones y comportamiento pero por dentro siempre serán un mundo completamente desconocido, inexplorado hasta por ellos mismos e impredecible, ya que en cada uno de nosotros existe una realidad completamente diferente a las demás y única en sus peculiaridades.
Yimi Ipsa
¿El ser humano es un bicho raro?
De ninguna manera, cada uno es la expresión de su individualidad. Es indiscutible que no somos iguales, a pesar de que los políticos nos llenan la cabeza con ese discurso que pretende convertirnos en ganado con ficha numerada en la oreja.
¿Por qué a veces cambiamos sin que los demás lo esperen?
El cambio es una constante. Además que actuamos en función de nuestro entorno y experiencias que van configurando nuestras emociones y pensamientos. No actuamos de igual manera frente a nuestra abuelita que ante un desconocido, por ejemplo.
¿Es que cambiamos o ya éramos así y no lo habíamos mostrado?
Nada es permanente, la única verdad es el cambio. En la transformación está la variedad, la creatividad, la innovación, la evolución, la mejora.
¿En el fondo, no somos capaces de pensar en los demás?
Pues es cierto. La empatía no es una cualidad con la que nacemos. Hay que desarrollarla y cultivarla. Es la esencia de la confianza, y la confianza es la base de las relaciones humanas.
¿Es que, en realidad, sólo importamos nosotros?
Depende de las circunstancias a las que nos vemos enfrentados. Al igual que en la pregunta 2, actuamos en función de nuestras experiencias, entorno e intereses.