Una Mujer

Si fuese océano, sería un océano turbio, tan profundo que se viese negro, uno de esos océanos donde solo los temerarios se atreverían a aventurarse.
Si fuese montaña, sería un volcán en estado de erupción, toda pasión a flor de piel, que en el más mínimo descuido arrasa todo a su paso sin forma de detenerlo
Si fuese tierra sería un gran desierto con un hermoso oasis y una utopía de espejismos.
Si fuese cielo, sería un amanecer, con sus tonos rojizos, que develan el paso del sol entre la noche.
Si fuese un animal de sangre caliente sería una leona mansa, pero que con toda elegancia se dispone a cazar.
Si fuese un animal de sangre fría, sería una hermosa coral, con sus colores brillantes, tan bella y peligrosa que enrollada en el suelo esperaría pacientemente su momento de atacar.
Pero soy una mujer, que quedo encerrada en el cuerpo de una muñeca de cristal, con miedo a moverse porque se puede partir, por eso tómame en tus manos suavemente, acércame a tu pecho, abrázame fuerte, espera que me sienta protegida, déjame colocar mis manos en tu cuello y dame un beso que me lleve a ese cielo donde quiero volar.
Llévame a un sitio en penumbra donde no puedas ver cómo me ruborizo, quítame la ropa lentamente, permitiendo que sienta el roce de tu piel, permíteme quitarte la camisa y conocer tu cuerpo como si fuese el mío, no me toques aun, déjame acostumbrarme a tu calor, abandónate y deja que memorice cada parte de tu cara, déjame conocerme y entregarme a ti.
Suavemente acaricia mi espalda, piensa que cada una de esas pecas, son las veces que he deseado ser tuya, mete tus manos entre mi cabello y guíame al lugar que más te guste, no temas si sientes alguna lagrima, solo bésame, y has que me olvide de mí.
Fúndete conmigo, dulce y suavemente, no me ames, yo no sé si te amare, por que amar es algo de lo creo no soy capaz, pero prometo pensar en ti y creer en ti, ya que de esta manera me estarías domesticando como al zorro del principito, yo me acostumbrare a ti, a tu olor, a esa mirada que llega al alma, a esa voz que me derrite por lo dulce y pasional que es.
Yo no puedo ser cielo, tierra, montaña, océano o animal, pero si tú me tomas puedo volver a ser mujer.

Atardecer en Mochima Venezuela.